Una de las comunidades típicas de la pradera pampeana.
Fundación: 19 de junio de 1905.
En terrenos de llanura del este pampeano se halla el pueblo de Lonquimay. Conocidas lagunas y algún médano rompen la continuidad de la extensa pampa. Fundado en vísperas del invierno, se ubica en la pampa húmeda y su media histórica de lluvias se aproxima a los 700 milímetros anuales.
De una recopilación efectuada en la localidad y facilitada por el municipio se obtuvieron datos de este pueblo.
En esta zona, de acuerdo a las lluvias y a la temperatura, se determina una pradera herbácea donde el agricultor tiene campo de producción con excelentes resultados en las cosechas de trigo, girasol, alfalfa, centeno y la ganadería tiene su gran desarrollo.
Como referencias a la fundación, se tiene que Suffern y Berro adquirieron las tierras a la familia Madero, de la cual Francisco Madero fue vicepresidente de la República durante la primera presidencia de Julio A. Roca.
Los adquirentes fraccionaron el suelo y crearon Colonia Quintana (el campo) y Pueblo Quintana (la localidad), donde se ocuparon asimismo del trazado y venta de predios. Primero se denominó la localidad como Manuel Quintana en honor al presidente argentino de aquel entonces, y su apellido se perpetúa en la plaza principal.
Lonquimay es en La Pampa el segundo pueblo de la línea férrea, que antes pasa por Catriló y después por La Gloria, Uriburu, Anguil, Santa Rosa y llega a Toay. Paralelamente se extiende la Ruta Nacional 5.
Se recuerda el servicio mixto (pasajeros y carga) y como dato llamativo, que estas máquinas trasladaban potrillos del Haras Lonquimay, de Francisco Vilacoba, para que corrieran en Palermo.
Sobre la denominación de Lonquimay hay diversas versiones. En general se coincide con "lonco": cabeza y "man" o "may": suerte, pero refiriéndose a cabeza de la tribu, al cacique, o sea, "cacique con suerte". Enrique Stieben también lo relaciona con "cabeza", pero a "may" lo menciona como "ratificación", "afirmación".
Estanislao Zeballos, en "La conquista de 15.000 leguas", toma a "may" como "mary" equivalente a diez y traduce "diez cabezas".
El municipio
Al comienzo hubo en Lonquimay una comisión de fomento, elevada el 3-3-1923 a municipalidad, con Pedro Bordarampé como primer presidente del concejo.
El 12-5-73 se inauguró el nuevo edificio y en él funciona también el juzgado de paz, organismo creado en 1917 y cuyo primer titular fue Juan Urrengoechea.
Instituciones
Su escuela primaria es la Nº 35, también está el colegio secundario, el Instituto "Julio Nery Rubio", que recuerda al docente de ese nombre, quien de niño y adolescente vivía en esta localidad y que fue considerado uno de los grandes poetas de La Pampa.
La salud pública es atendida por el hospital "Doctor Pablo Lecumberry".
Entre las instituciones, en 1933 se fundó la Biblioteca Municipal "Domingo Faustino Sarmiento" y con más actualidad se sumó la Biblioteca Popular "María R. de Bada".
Como entidad social – deportiva es tradicional Lonquimay Club y en un momento existió el Club Independiente, luego disuelto.
La actividad periodística, en 1936 o 37, el periodista Zoilo Casas comenzó con una imprenta y allí elaboró "La Voz del Desierto", su publicación.
El campo
La vida rural muestra históricamente gran pujanza agrícola-ganadera. Algunos campos, especialmente al norte de la Ruta 5 y oeste de la localidad, sufrieron problemas por el agua excesiva. A la abundancia de lluvias se agregó la cercanía de las napas, con las dificultades consiguientes al piso que perjudicaron el trabajo de arada y siembra. Ello originó nuevas lagunas que se agregaron a las antiguas y requirió distintas tareas para recuperar el suelo.
Entre las casas de comercio con bastante notoriedad, una se creó mucho antes que la localidad, Casa Bordarampé, en 1888, que con ramos generales se instaló en el campo, en 1906 se trasladó a la parte urbana y finalmente cerró sus puertas en los años adversos de la década del '30.
En 1905, con el pueblo nació Semper y Garzarón.
Especialmente unida a la historia de Lonquimay, existe una firma que en 1908 fundó Vicente Montero, desde 1953 Hijos de Vicente Montero que en 1910 se instaló en una construcción que aún se conserva, en una esquina frente a la estación. La empresa siempre destacó su industria de jabón y derivados; con los años agrandó su espectro comercial y abasteció la demanda de sus productos en distintos puntos de La Pampa, en otros lugares del sur argentino, en Buenos Aires y en el sur de San Luis.
La localidad logró, a su tiempo, los distintos servicios esenciales, inclusive el gas, en este caso por medio del sistema a presión, aplicado también para otras cuatro poblaciones pampeanas, Catriló, Anguil, Ataliva Roca y Victorica.
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