lunes, 6 de agosto de 2012

La semilla de soja, un bien escaso



Las previsiones muestran una mayor intención de siembra. Recomiendan analizar los lotes para uso propio.
Luego del traspié que provocó la sequía en la última cosecha, la soja se apresta a recuperarse en la presente campaña. Mientras se espera que el clima sea más benévolo que en el ciclo anterior, las primeras estimaciones auguran una intención de siembra nacional de un poco más de 19 millones de hectáreas, con una producción de alrededor de 55 millones de toneladas.
Sin embargo, y más allá del buen nivel de precios, la precampaña del cultivo presenta algunos vestigios de incertidumbre. Los rumores que circularon esta semana sobre un aumento en las retenciones, y que por ahora fueron desestimados por funcionarios del Gobierno, intensificaron algunas señales de alerta. Éstas habían comenzado a encenderse a partir de restricciones en la oferta de semilla fiscalizada.
“Hay una alta intención de siembra que continúa en el mercado, superior a la de la campaña pasada. La demanda de semilla está excediendo a la oferta”, admitió Francisco Rufail, gerente técnico de la firma Miguel Gazzoni, proveedora de semilla en Monte Cristo.
 
Rufail fue uno de los disertantes en la Jornada Soja con Sustentabilidad 2012, realizada ayer en el Estadio Orfeo de la ciudad de Córdoba, organizada por la Bolsa de Cereales de Córdoba. Durante la inauguración de la jornada, el propio titular de la entidad bursátil, Rubén Bergero, admitió que puede faltar semilla de calidad.
Calidad, un déficit. Las condiciones de estrés hídrico a las que se vio sometida la soja durante la campaña 2011/12 ha provocado que la calidad de la semilla que el productor destina para uso propio no sea la adecuada, según afirman los técnicos. También advierten que las enfermedades de fin de ciclo que atacaron a los lotes pueden estar presentes en ese material genético que el productor destinará a la siembra.
“A través de un análisis, el productor debe descartar aquellos lotes de semilla con problemas sanitario y fisiológicos”, alertó Gloria Viotti, directora del Laboratorio Agroplant.
Para la especialista, de la misma forma que las enfermedades se llevaron parte de la producción en la cosecha pasada se pueden llevar también parte de la que viene si la semilla le falta calidad.
Para la futura campaña, los técnicos recomiendan poner atención en enfermedades como el tizón de la vaina y el tallo y el fusarium , que deterioran la capacidad germinativa de la semilla.
En un contexto de alta intención de siembra, el uso de semilla propia sin un tratamiento adecuado puede derivar en inconvenientes productivos.
“Hay estadísticas que muestran que sólo el 53 por ciento de los tratamientos de semillas que se realizan a campo es bueno. El 40 por ciento es malo. Lo que afecta en forma directa el vigor y al poder germinativo de la semilla”, comentó Rufail.
Los efectos de utilizar semilla certificada, según sostienen sus proveedores, no sólo se observa en las ventajas a campo, donde ofrece una mayor calidad, sino también en la comodidad de su gerenciamiento.
“A partir de saber que será un proveedor el encargado de proporcionarle la semilla, el productor tiene más tiempo para gerenciar y gestionar su empresa agropecuaria”, observó el técnico.
Hasta en materia de costos, la semilla fiscalizada aporta beneficios. De acuerdo con los números presentados en la jornada por Rufail, destinar semilla para uso propio le representa al productor un gasto de 40 dólares por hectárea.
“Ahí está incluido el valor del tratamiento y el costo financiero que significa tener inmovilizada la semilla durante unos meses; pero no están contemplados, por ejemplo los gastos de logística y de estructura que tiene el productor”, aclaró el representante de la firma Miguel Gazzoni.
En comparación con el precio de una semilla fiscalizada, el ahorro por el uso de semilla propia ronda el 20 por ciento; con la diferencia que la semilla garantiza una calidad, destacan desde los semilleros.
Oportunidad. A pesar del escenario de restricción hídrica, la producción de soja en el centro-norte de la provincia volvió a ratificar en la última campaña que las variedades de los grupos cuatro largo y cinco corto son las que muestran el mejor comportamiento para la zona.
La última campaña en Córdoba
Producción. Según cifras de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la cosecha de soja 2011/12 fue de 8,21 millones de toneladas, 27 por ciento menos que en el ciclo anterior. Sólo en los departamentos Colón, Santa María y Tulumba los valores de rendimiento son mayores a los obtenidos en el ciclo pasado, posiblemente por efecto compensatorio de las sojas tardías sembradas en estas zonas. Río Cuarto fue el área que más perdió, con una retracción de 47,8 por ciento.

Impacto de las enfermedades.
 Según Gloria Viotti, del Laboratorio Agroplant, las enfermedades de fin de ciclo afectaron la producción entre 10 y 16 por ciento.
Ensayos realizados a campo muestran que las implantaciones realizadas a fines de noviembre colocaron a estos materiales con las mejores productividades.
Durante la cosecha pasada, el escenario de sequía fue el escenario ideal que encontraron algunas enfermedades para manifestarse sobre los cultivos de soja. “De la misma forma que las retenciones a las exportaciones disminuyen el valor de la soja, las enfermedades actúan con retenciones biológicas que también provocas pérdidas”, comparó Viotti, durante su exposición en el Estadio Orfeo.
Presencia de mancha marrón, una enfermedad endémica que siempre aparece en el cultivo, tizón o mancha ojo de rana irrumpieron en la campaña en forma temprana. “La mancha marrón siempre está presente y en la última campaña lo hizo la inicio, lo que afectó el área foliar de los cultivos”, comentó la especialista. La falta de cobertura foliar fue el trampolín que encontró el tizón para lanzarse sobre el cultivo y provocar pérdidas. La mancha ojo de rana fue otra de las patologías que se manifestó en forma temprana.
“La última campaña se caracterizó por la presencia de enfermedades, muchas de las cuales se potenciaron debido a la escasa protección química derivada de las bajas expectativas de rendimiento. Esta situación puede reflejarse en la calidad de la semilla”, resumió Viotti.
“Lista para usar”. El servicio de tratamiento de semillas es otra de las opciones que los proveedores ofrecen a los productores. En Monte Cristo, la empresa Miguel Gazzoni acaba de incorporar una planta para el tratamiento del material genético. La opción le permite al productor entregar su semilla que será devuelta “lista para usar”, con los tratamientos de curasemillas, fungicidas e insecticidas propios de esta tecnología. En los últimos años, la oferta de productos destinados a la protección de semilla ha crecido en cantidad de proveedores y en la incorporación de activos de última generación. En muchos de los casos, los formulados brindan un amplio espectro de control de los patógenos, no sólo de semillas, sino también del suelo y en el almacenaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.