Ricardo Bruzzese, amigo de Guillermo Moreno, le declaró la guerra al Gobierno y busca la quiebra de su frigorífico.
El empresario de la carne Ricardo Bruzzese, que supo manejar bajo el ala de Guillermo Moreno el abandonado programa “Carne para Todos”, llamó a concurso de acreedores en su frigorífico Nueva Escocia, en Esteban Echeverría, por lo que peligran 300 puestos de trabajo.
La maniobra de Bruzzese es leída como una venganza al Gobierno, que lo relegó de todas sus aspiraciones tanto empresariales como políticas. La guerra está personificado ahora en el nuevo secretario de Comercio Augusto Costa, que desmontó los subsidios y arreglos mantenidos en la época de Guillermo Moreno.
El amigo del ex supersecretario llegó al Grupo Penta, perteneciente al contador Juan Carlos Delaney, a cambio de una colaboración financiera cuando el año pasado se encontraba en serios problemas económicos.
En rigor, el frigorífico Nuevo Escocia -del que Bruzzese tiene el 30 por ciento de las acciones- había cerrado el año pasado y actualmente no estaba operando. Los 300 trabajadores habían migrado a las otras dos plantas del grupo, Arenales y Penta, pero seguían hasta ahora cobrando por la razón social de Nueva Escocia, por lo que presentando este consurso –un paso previo a la quiebra-, estos empleados quedarían en la calle.
El escenario da cuenta de un esquema de negocios caído y de un evidente despecho por frustradas estrategias políticas.
Se remonta a los tiempos en que mandaba Moreno, cuando Bruzzese se sentaba a su derecha y juntos manejaban el programa “Carne para Todos”. Podían ofrecer los siete cortes populares a bajo costo, a través de negociar con los frigoríficos cediendo cuotas de exportación.
Al salir Moreno, Costa desmonta este entramado, y así Bruzzese queda relegado de un negocio millonario. Ya había sido desplazado del armado político en la provincia, cuando en 2011 Daniel Scioli lo baja de su lista como candidato a intendente de La Matanza, acordando con Espinoza una lista única.
Bruzzese pasó entonces a la lista de Mario Ishii, que se ocupaba de contener a los heridos de las listas ganadoras. El empresario de la carne había tejido también contactos con Hebe de Bonafini y Schoklender, para armar en La Matanza con la venia del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Pero el escándolo que golpeó a las madres terminó también por el golpe final al empresario matancero.
La relación con Daniel Scioli también se quebró. Una de las versiones que circulan es que descartada la negociación con Costa, Bruzzese habría vuelto en los últimos meses a buscar subsidios en la oficina de Scioli, quien consultó con Alberto Samid y éste le bajó el pulgar.
El esquema quedó tan desalambrado, que incluso dicen que los camiones de “Carne para Todos” están tirados al fondo de Nueva Escocia, el frigorífico que está cerca de quebrar.
Finalmente, el fusible es la gente, los 300 trabajadores que “Bruzzese está usando a los trabajadores para conseguir plata”, según denunció a LPO el titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires (Sicgba), Silvio Etchehun.
El gremialista difundirá hoy un comunicado en donde advierte que “el empresario del gobernio k, a un año de irse Cristina, ya deja unas 300 personas en la calle”.
“Nos decalaramos en alerta y movilización. Y el 26 de agosto a las 12 iremos al congreso de la nación”, agregó Etchehun.
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