El debate oral por la voladura del Polideportivo de Ataliva Roca se realizará en la Cámara del Crimen Nº1 el próximo 19, 20 y 21 de noviembre. Los únicos acusados son un inspector del Ministerio de Obras Públicas, Juan Armando Velázquez, y el director técnico de la constructora Sol Obras, Raúl Lechner.
El juicio contra el inspector de Obras Públicas, Juan Armando Velázquez, y el director técnico de la constructora Sol Obras, Raúl Lechner, se realizará en la Cámara del Crimen Nº1, de la Ciudad Judicial, el 19, 20 y 21 de noviembre. Ambos están procesados por las irregularidades en la construcción del Polideportivo de Ataliva Roca, que se desplomó el 30 de enero de 2009 en medio de un tornado que desnudó las falencias de la constructora.
Velázquez está acusado de los delitos de fraude a la administración pública y falsedad ideológica de instrumento público. En tanto Lechner, está imputado de fraude a la administración pública, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público.
Los jueces que integran la cámara son Elvira Rosetti de González, Miguel Angel Gavazza y Miguel Vage. En el juicio hay una larga lista de testigos citados, entre ellos quienes realizaron las pericias sobre la obra derrumbada. También está citado el ex-intendente de Ataliva Roca, Martín Borthiry, actual diputado provincial, condición que le permitiría optar por declarar en forma escrita.
Luego de la caída y la voladura del Polideportivo, ocurrida el 30 de enero de 2009, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas actuó de oficio. También desde la oposición política se realizó una denuncia penal. El fiscal de Investigaciones Administrativas, Juan Carlos Carola, terminó acusando al inspector Velázquez y al director técnico Lechner, además de aconsejar que se investiguen responsabilidades. Lechner ya había sido condenado por delitos de guante blanco mientras fue funcionario de la Municipalidad de Puán.
La causa judicial que se inició a partir de la presentación de Carola cayó en las manos del juez Manuel Alvarez, de General Acha. Pero luego derivó en el juez Carlos Besi, quién procesó a los dos imputados que llegarán a juicio en noviembre próximo.
El polideportivo, que se vino abajo el 30 de enero de 2009 luego de un temporal, dejó a la luz las series deficiencias de la construcción que llevó adelante la empresa Sol Obras, una firma bendecida por el gobierno de Carlos Verna (2003-2007) que se fue de la provincia dejando un tendal de deudas e incumplimientos. La obra se adjudicó por 1,8 millones de pesos. Había sido construido para los Juegos de la Araucanía de 2007. El ministro de Obras Públicas en aquella época era Julio Bargero.
Tres pericias detectaron las falencias en la construcción: una oficial, otra encargada por el fiscal Carola y la tercera realizada por técnicos a pedido de los diputados provinciales del Frepam, Claudia Giorgis y Hugo Pérez.
En el dictamen de Carola, se enumeraron cinco anomalías: a) sustitución de materiales en la ejecución de la obra sin estar debidamente documentado, b) pago de obra con materiales sustituidos por otros de menor precio, c) pagos por trabajos no ejecutados, d) deficiencias graves en la ejecución del gimnasio, y e) mala calidad de materiales. “Se advierte que las constancias del acta de recepción provisoria de la obra estarían viciadas en su contenido, toda vez que no son un reflejo de la realidad de la obra recibida", indicó el funcionario.
El titular de la F.I.A. expresó en la resolución que "del informe pericial se desprende que hubo negligencia grave en la ejecución de la obra por parte de Sol Obras, lo que en definitiva pudo haber sido causa del siniestro que motivo la investigación".
“No puedo dejar de advertir y calificar como gravísima la actitud negligente del inspector de obra, quien pareciera haber estado ausente durante toda su ejecución -remarcó el funcionario-. La recepción provisoria de la obra, sin cuestionamientos, me genera sospechas sobre la existencia de connivencia entre Velásquez y personal de la empresa para defraudar al Estado. De otro modo no se puede explicar que no haya visto lo 'evidente'”.
El ex-intendente de Ataliva Roca, Martín Borthiry, en su momento defendió a la empresa, cuando aparecieron algunos cuestionamientos. Después del derrumbe, reclamó sanciones: “Lo único que quiero es que la justicia busque a los responsables, y que éstos paguen con todo el rigor de la ley”. Ahora, está citado como testigo, aunque, como diputado provincial, puede hacerlo por escrito.
Luego del derrumbe, el Polideportivo se reconstruyó y se reinaguró en noviembre de 2011. La obra, en este caso, estuvo cargo de la UTE Novaretto Pitz. Se adjudicó en 2,2 millones de pesos pero luego hubo varias redeterminaciones de precios y terminó costando 3,3 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.