El diputado nacional del Frepam, Daniel Kroneberger, sostuvo que “hay una marcada decisión política de centralizar cada vez más y dejar a los Gobernadores de rodillas ante el poder central”.
El diputado nacional, Daniel Kroneberger, sostuvo que el Presupuesto 2014 va contra el federalismo, ya que refleja una marcada “centralización” de los recursos fiscales por el poder central, en “un contexto arbitrario cargado de falacias en su diseño y formulación, para asignar discrecionalmente el gasto público, deslegitimando los recursos de las Provincias”.
“Lamentablemente tampoco contempla a los medianos y pequeños productores que son los que aportan mayores recursos a la Nación, porque se quedan en el país, a diferencia de las grandes empresas que buscan la conveniencia del mercado. No hay un solo renglón destinado a los incentivos para el sector, que es lo que todos estamos esperando”, dijo.
“El gobierno insiste en negar la inflación: habla de un 10% pero todos sabemos que eso no es verdad. La única política antiinflacionaria del gobierno es tener atado el dólar vinculado a las exportaciones: esto perjudica fuertemente a las actividades productivas. Las economías regionales están muy afectadas por esta pérdida de competitividad”, sostuvo Kroneberger.
“No podemos depender de la voluntad política del Presidente de Turno para que cumpla con los compromisos acordados entre Nación y La Pampa. No podemos depender de que el Gobernador de la Provincia de La Pampa logre acuerdos de pagos con La Nación. Eso debe estar acordado en la Ley de Leyes que es el Presupuesto Nacional”, opinó.
“La Pampa no puede sufrir discriminaciones presupuestarias por capricho presidencial. Hay una marcada decisión política de centralizar cada vez más y dejar a los Gobernadores de rodillas ante el poder central”, aseguró.
Según el legislador radical, a las provincias llegan fondos de acuerdo al “arbitrio y antojo del Presidente de turno, según las afinidades partidarias, en las cantidades que se les ocurre y a través de un embrollo de pactos, transferencias, subsidios y fondos especiales”.
“Difícil pensar en el consumo privado como motor de esa expansión. Con un mercado de trabajo en el cual no se genera empleo, y con un crecimiento del salario que, en el mejor de los casos, le empata a la inflación real, no puede esperarse que el consumo traccione un mayor nivel de actividad”, añadió.
“En el caso del resultado del sector público: a confesión de parte, relevo de pruebas. En efecto, el proyecto de presupuesto incluye una previsión de aumento de la recaudación del 25.2%, en tanto el gasto se espera crezca 15.5%. Dado ese ajuste, no puede suponerse que sea el sector público el que sostenga el crecimiento”, concluyó.
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