Durante los últimos días se volvieron a registrar lluvias en gran parte de la región bonaerense, lo que agravó la condición de anegamiento de lotes y caminos rurales sobre algunos sectores del margen este y afectó al cultivo de trigo. No obstante, las precipitaciones también sirvieron para mejorar la humedad en cuadros sobre sectores del […]
Durante los últimos días se volvieron a registrar lluvias en gran parte de la región bonaerense, lo que agravó la condición de anegamiento de lotes y caminos rurales sobre algunos sectores del margen este y afectó al cultivo de trigo.
No obstante, las precipitaciones también sirvieron para mejorar la humedad en cuadros sobre sectores del oeste, como así también sobre el este de La Pampa.
En paralelo, este mismo frente de tormenta aportó humedad sobre la franja central del país, en donde varios cuadros comenzaban a registrar limitaciones hídricas.
Por otro lado, las tormentas no dieron humedad en importantes sectores del norte del país, en donde se encuentra poco más del 10 % de trigo de la superficie nacional sembrada, estimada en total en 4.100.000 hectáreas para la presente campaña 2014-2015.
Así lo confirmó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último informe en el que consignó que “extensas áreas de las regiones NOA y NEA registran condición de ajustada oferta hídrica, situación que comienza a afectar el rendimiento potencial del cultivo a cosecha”.
“Sobre el Centro de Buenos Aires la mayor parte del trigo implantado se encuentra transitando etapas de macollaje bajo condición de exceso hídrico”, señaló el PAS.
Esto se debe a las abundantes lluvias registradas durante los últimos meses, las cuales en varios casos ya aportaron humedad por encima de los promedios anuales.
“A pesar de esto, la condición del cultivo aún es buena, y las pérdidas por inundaciones en estas áreas no serían tan importantes”, sostuvieron los especialistas.
Diferente panorama se observa en sectores de la Cuenca del Salado y en la región costera del Sudeste de Buenos Aires, en estas últimas, los cuadros anegados abarcan superficies mucho más extensas, no sólo por las lluvias recibidas durante los últimos meses, sino también por ser regiones geográficamente bajas y próximas al mar, que reciben los excesos hídricos acumulados sobre el oeste y centro de la provincia.
“Sin embargo, es importante explicar que muchas de estas regiones costeras ya registraban ambientes saturados de humedad previamente al inicio de la ventana de siembra del trigo, y ello podría atenuar el actual impacto de los excesos hídricos sobre las áreas efectivamente implantadas en las regiones hoy comprometidas”, manifestaron.
En áreas más continentales, los cuadros en general han ido perdiendo condición durante las últimas semanas y hoy se mantienen de buenos a regulares.
La mayoría de estos lotes aun transitan etapas de diferenciación de hojas y los más adelantados ya se encuentran macollando.
“Muy diferente es el panorama sobre la región Sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa, en donde casi la totalidad del cultivo transita macollaje en muy buenas condiciones”, expresaron.
Similar estado y evolución del cultivo se relevó sobre el Oeste de Buenos Aires y Norte de La Pampa, en donde las lluvias relevadas durante los días previos permitieron reabastecer los perfiles, sin generar complicaciones en la región.
Sobre la región central, una importante cantidad de lotes ubicados sobre el margen este se vio beneficiada por las últimas lluvias.
Al mismo tiempo, el margen oeste recibió precipitaciones de menor intensidad, que no fueron suficientes para revertir el déficit hídrico en sectores del sur de Córdoba, pero que aportaron mejor milimetraje sobre el norte de esta misma provincia, en donde los cuadros ya transitan etapas críticas para la formación de rendimiento.
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