domingo, 1 de junio de 2014

Abolicionistas exigen la renuncia de Baraybar

baraybar
Las organizaciones que integran el Frente Abolicionista Nacional rechazaron enfáticamente los dichos sobre la prostitución del vice intendente Ángel Ceferino Baraybar.

Esos comentarios señalan el total desconocimiento de lo que significa la prostitución y su consecuencia la trata de personas, ambas indisolublemente ligadas. Es desconocer que en el prostituyente siempre hay un explotador sexual y no un ‘varón necesitado’”, manifestó el Frente Abolicionista Nacional en un documento.
El Frente, que brega por la abolición del sistema prostituyente en todo el país, tiene como referentes en La Pampa a la militante Rita País y la ex-funcionaria del área mujer de Santa Rosa, Mónica Molina. En el documento, que difundieron esta semana, exigen la renuncia de Baraybar.
“No es menor la importancia que en esta situación tiene el prostituidor, comúnmente conocido como “cliente”. Es por su activa participación, su búsqueda y requerimiento, por el dinero que aporta para el sostenimiento y organización de todo el sistema prostituyente es que esta actividad se mantiene floreciente a la altura de las que más ganancias obtiene mediante la explotación de cuerpos. Esto es muy grave porque quien cosifica un cuerpo, un ser humano, luego cree que puede hacer con ese colectivo cosificado lo que le venga en gana, esa es la realidad. Las violencias sobre mujeres, niñas y personas trans no se acabarán si no abolimos el sistema prostituyente”, advirtió el documento del FAN.

“Pretender que prostitución y trata no son una, consecuencia de la otra, es no comprender la problemática de la “trata” que siempre ha sido una forma de reclutar personas para la explotación, en este caso para la explotación de la prostitución. Si no hubiera prostituyente no habría prostituciòn y sin prostituciòn no hay trata para la explotación sexual (mas del 80 % de los casos de trata)”, prosiguió.
Según el FAN, “pretender que las personas que se hallan en esta situación lo están porque quieren es no tener en cuenta las condiciones de violencia y explotación que se ejerce sobre ellas. Además de invisibilizar la necesaria interpelación a un sistema patriarcal que, mediante ejercicio de una desigualdad de poder histórica y fundante se apodera de la sexualidad de un colectivo considerado “disvalioso” para ponerla al servicio de un “otro”. Lo mismo hace con la reproducción, en el caso de las mujeres. Así norman y prohíben decidir sobre nuestros cuerpos en solidaria alianza con un sistema capitalista que al perseguir sólo la ganancia extrema, mercantiliza hasta los cuerpos. Esto es “lo no dicho”, lo que no aparece a simple vista, lo que muchos como Baraybar no quieren ver lo que nosotros denunciamos”.
“La falta de políticas públicas realmente inclusivas que posibilite educación, capacitación, acceso a un trabajo que permita vivir decorosamente, especialmente dirigidas a los sectores sociales que tienen sus derechos vulnerados y escasa o nula posibilidad de acceso a la satisfacción de sus necesidades básicas es lo que convierte a las personas en víctimas de estas violencias. Es también la falta de una asistencia desde el estado de restitución de derechos lo que impide salir de esta explotación, si así se lo desea”, denunció.
Por otra parte, considero necesarias “campañas sostenidas y dirigidas a toda la población sobre educación sexual, no heterosexista, igualitaria y con construcciones basadas en el consentimiento y el placer mutuo / consensuado que tengan como objetivo una vida plena, libre de violencias y abusos. Y por otra parte vemos también como indispensable el control de un mensaje cosificador sobre los cuerpos de mujeres niñas/os y personas trans, naturalizador de estas violencias por la falta de comprensión de que la institución de la prostitución es una violación a Derechos Fundamentales de las personas. Asi Baraybar nos puede emitir su mensaje prostituyente sin que se vea involucrado (como representante del estado) en apología de violaciones a los DDHH”.

“Es urgente -alertó- que se deje de perseguir a las personas en situación de prostitución y nos referimos a los códigos contravencionales y de faltas, pero también es necesario dejar de encerrar a las personas prostituidas en “lugares privados” firmemente custodiados (como exalta Baraybar). Los prostíbulos, zonas rojas o departamentos privados son sólo enmascaramiento, ocultamiento de una realidad social que no queremos ver, debemos preguntarnos como sociedad el porqué. Promover que se regulen violaciones nos habla de una sociedad que deberíamos querer cambiar, de dirigentes que ya no van más”.
“Abolir el sistema Prostituyente es un objetivo que debemos alcanzar conjuntamente, tenemos una ardua tarea por delante que implica reflexionar, difundir, convencer, exigir al estado, pedirle definiciones al respecto a todas/os los que requieran ser nuestros representantes, hacer un cambio cultural, económico, social y político profundo en nuestras propias prácticas diarias. Es una alternativa que debemos construir entre todas/os”, concluyó.

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