Mujeres Autoconvocadas pidió usar la banca del vecino para cuestionar al área de Género

El grupo de mujeres puso bajo la lupa el accionar de la Dirección de Políticas de Género de Santa Rosa durante el desalojo de una joven madre que había usurpado una vivienda. Fabiana Montañez admitió que no actuó porque no existía una denuncia formal de violencia.

El grupo de Mujeres Autoconvocadas, que intentó resistir el viernes último un desalojo judicial de una joven madre que había usurpado una vivienda y planteado que era víctima de una situación de violencia de género, pidió hacer uso de la banca del vecino en el Concejo Deliberante, durante la sesión de este jueves. Las militantes de género plantearán sus cuestionamientos por la indiferencia de la directora de Políticas de Género de la Municipalidad de Santa Rosa, Fabiana Montañez, ante el pedido de intervención en el caso.

Este jueves, a las 8 horas, se reunirá la comisión de Labor Parlamentaria, que preside la concejala Liliana Robledo, y decidirá si hace lugar al pedido o lo pasan para la semana próxima. Las mujeres presentaron una planilla en la que solicitaron hacer uso de la banca del vecino para que las escuchen los concejales.

Esta semana, la directora de Políticas de Género, Fabiana Montañez, afirmó que no acudió al desalojo de la joven madre porque no quería “exponerse”, ya que en el lugar estaba el grupo de mujeres autoconvocadas y vecinos que intentaban resistir la orden judicial. “Había un desalojo, vecinos, mujeres autoconvocadas... ¿A qué iba a ir?”, se preguntó.

Las intervenciones del colectivo Mujeres Autoconvocadas y el defensor de la Niñez, Juan Pablo Meaca, habían logrado que el juez Mauricio Piombi postergara el desalojo durante 48 horas. Pero el viernes último, finalmente, se concretó el operativo. Recién dos horas después de la llegada de la Policía, el área municipal comunicó que podían alojar a Pilar Llorens en el Hogar María Magdalena, destinado a víctimas de violencia.

Sin embargo, en ese interín, la pareja de la mujer la presionó y la convenció de volver a la casa de su suegra, donde convivían hasta que ella quiso separarse. Mujeres Autoconvocadas denunció la indiferencia del área a cargo de Montañez, que se amparó en la ausencia de una denuncia formal de violencia para justificar su inacción. Mujeres Autoconvocadas ya había pedido la renuncia de la funcionaria hace unos meses y ahora pretende utilizar la banca del vecino.

Defensa

La funcionaria intentó defender su papel que tuvo en el caso. El martes relató que hasta el viernes a las 13 horas no tenía constancia de que estuviera enmarcado en una situación de violencia de género. “No hay antecedentes en ningún lugar de que ella sea víctima de violencia. No podés actuar en algo que no sabés”, insistió.
Montañez aseguró que ese día, a las 15 horas, Meaca la llamó para avisarle que “la situación de un problema habitacional se había transformado en una situación de violencia, que allí estaban las personas del área de Género de la Policía”. “Nos nombran a determinada persona y yo le dije que no era de la Policía. Una cosa es que pertenezca a un organismo y otra, que sean mujeres autoconvocadas”, acotó.

En esas circunstancias, Montañez explicó que accedió a otorgar alojamiento a Pilar Llorens y comenzó a trabajar con la Unidad Funcional de Género de la Policía. “Yo no fui. Habiendo desalojo, estando las mujeres, tampoco me voy a exponer...”, deslizó. “Me manejé como en todos los casos de violencia familiar. Ese mismo día, a la mañana, había recibido un llamado de la Segunda para rescatar a una mujer. Fuimos, la sacamos y la alojamos. Vivimos trabajando en la temática, no es que no nos ocupamos de este caso puntual”, replicó.

De todos modos, cuando llegó la posibilidad de alojamiento, la joven ya había decidido volver con el supuesto victimario. “Cuando le ofrecieron el hogar, que le dijimos cómo nos manejamos, ella no quiso. También estaba dispuesto el Albergue Municipal y no quiso”, aseguró Montañez.