La última faena se hizo el 1 de marzo. Los trabajadores de la cooperativa decidieron cerrar las puertas porque la ecuación económica, con cambios que introdujo el gobierno nacional, no cierra.
La cooperativa de trabajadores que llevaba adelante el Frigorífico de Uriburu desde hace unos años cerró sus puertas. La última faena la hizo el 1 de marzo. Alrededor de 30 familias quedan en la calle, según confirmó la encargada de administración, Cintia Díaz.
La razón del cierre son los problemas que genera la crissis económica del país. “No podemos pagar nada. Y el ingreso de animales es poco como para solventar a los empleados y los gastos de la coopertiva”, dijo Díaz.
“El frigorífico está cerrado. Está vigilada y controlada la planta para que no pase como la primera vez. Estamos cuidando para que no se pierda, por si alguien aparece para volver a reabrirla si se puede”, señaló a El Diario.
-¿Desde que momento se complicaron los números de la cooperativa? -le consultó El Diario.
-Desde que cambió el gobierno. Veníamos bien, dentro de todo. Pero ya en el último tiempo no podemos hacer más nada.
-¿Qué cambió concretamente con el cambio de gobierno que los perjudicó?
-Antes se faenaba a nombre de la cooperativa y podían ingreasar los usuarios. Desde que cambió el gobierno, Agroindustria dispuso que cada usuario tiene que hacer su matrícula propia, se tienen que hacer cargo de todos los movimientos. Cada usuario tiene que hacer su propia venta. Lo unico que hacemos es prestar el servicio. En base a eso, se vino abajo el ingreso de animales.
Díaz dijo que por ahora “no atinamos a nada, no sabemos qué hacer”, aunque confirmó que las autoridades de la cooperativa iniciaron algunos contactos con referentes del gobierno provincial y naciona para intentar salvar la planta. De todos modos, hoy está cerrada. Uno de los gastos más pesados es el gas: la planta no tiene conexción a la red de gas natural y se abastece con zeppelin, algo que incrementa notablemente los costos.
Ya en julio de 2016 el presidente de la cooperativa, Benito García, había advertido que el aumento de tarifas y la baja de consumo de carne había puesto en jaque a la empresa recuperada que se reactivó a mediados de 2015 por gestiones de sus propios trabajadores. Confió que las cuentas de la planta se encuentran en “estado crítico”.
Cabe recordar que el frigorífico de Uriburu, que permaneció durante más de tres años cerrado, se reactivó en junio de 2015. La planta recuperada como cooperativa de trabajadores fue reinaugurada en un acto oficial en el club Estudiantes, del que participó el entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y durante el que habló la expresidenta Cristina Fernández a través de videoconferencia.
El frigorífico había quedado a cargo de los integrantes de laa cooperativa de trabajo, conformada por 35 ex operarios de la planta, luego de dos años de paralización. Antes se dedicaba solamente a faenar yeguarizos.
Con el aval del Ministerio de la Producción consiguieron conformar la cooperativa y contar con el auspicio del gobierno nacional de ese momento para tareas de capacitación y puesta en marcha de las instalaciones.
El frigorífico, en un proceso de quiebra, fue otorgado a la cooperativa de trabajo, y la intención del gobierno provincial fue reproducir lo realizado con la ex Luna Hermanos de General Pico, que fue comprada por el estado pampeano y cedido a la cooperativa “La Histórica” conformada por ex empleados.
Dede que reabrió en manos de los trabajadores, la planta de Uriburu faenó vacunos y en agunos casosl pequeños animales, en especial cerdos.
Repercusiones
Consultado por El Diario, el intendente de la localidad, Roberto Gómez, confió que sabía que la cooperativa arrastraba deudas y que había escuchado comentarios en el pueblo sobre el cierre, aunque los empleados no lo habían ido a ver aún.
Por su parte, el concejal radical santarroseño, Marcos Cuelle, se enteró el martes por la noche, en una reunión de militantes, de la novedad. “No tienen gas natural. Tienen que comprar zeppelin. Camuzzi pasa por la ruta con la red pero dice que no tiene capacidad de provisión. Aparte hay exigencias, además de Senasa, que les complicó la situación. No podemos darnos el lujo de que cierre una empresa coopertiva y en un pueblo. ¿Cómo no le va a dar una mano el estado?”, se preguntó.
Según confirmaron distintas fuentes, los representantes de los trabajadores se reunieron este miércoles por la mañana con Élida Deanna, directora de Desarrollo Local en Santa Rosa, para buscar asesoramiento. Deanna fue funcionaria del municipio de Uriburu en su momento y colaboró con el armado de la cooperativa que logró el salvataje de las fuentes laborales hace tres años atrás.
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