miércoles, 21 de agosto de 2013


juicio pacheco 003
El juicio por el homicidio del joven piquense Leandro Pacheco sumó testimonios que comprometieron a su ex pareja imputada, Dalma Murazzano. Confirmaron que manipuló un arma de fuego y un vecino la vio correr tras escuchar los tiros.
General Pico.-Se desarrolló hoy por la mañana la segunda jornada del juicio oral y público por “homicidio simple” contra Dalma Murazzano, a quien peritos de la policía y vecinos de Leandro Pachecho –víctima- la ubicaron en la escena del crimen y ratificaron que manipuló un arma de fuego.
A pedido del fiscal Alejandro Gilardenghi, la primera en presar declaración fue la hermana de la víctima, Elena Beatriz Pacheco. La testigo recordó que ese día -19 de noviembre de 2012- estaba en una plaza cuando la llamó un familiar para avisarle de lo ocurrido y pedirle que fuera directo al Hospital.
Allí su hermana Yanina le indicó “Dalma le pegó los tiros” y también le dijo que habló con Leonardo antes de ingresar al quirófano, quien recomendó “acuérdense que tiene a mi hijo en la panza”, a modo de advertencia para que la familia no agrediera a Murazzano –embarazada de 8 meses-.
El pedido de Pacheco fue clave al momento que Elena fue hasta la habitación del Hospital, donde había sido internada Murazzano tras sufrir una descompensación. La hermana del joven que falleció horas más tarde se trenzó a gritos en la habitación con su cuñada y fue retirada por personal de seguridad, mientras que Murazzano fue luego trasladada a Realicó para evitar un nuevo incidente.
Definió a la joven homicida como una chica “con carácter, que se enojaba por cualquier cosa” y destacó que eran habituales los insultos en la pareja. Recordó también que, mientras Leonardo y Dalma alquilaban un departamento en el barrio Carlos Berg, Murazzano fue a buscar a Pacheco con un arma y la intención de matarlo pero no lo encontró, según habría relatado el padre de la joven a la familia Pacheco.
Aseguró también que en la casa de los Pacheco no había armas y supone que el revólver utilizado –que nunca apareció- pudo haber sido descartado en el domicilio de alguna de las amigas de Dalma.
Elena Pacheco también recordó que la pareja viajó en el año 2011 a Comodoro Rivadavia, por una propuesta de trabajo del padre de Dalma, y la joven regresó sola a Pico meses después. Allí el abogado Armando Agüero le preguntó a la testigo si recordaba que Dalma regresó sola por “maltrato por parte de Pacheco”, situación que habría quedado plasmada en una exposición policial, aunque Elena Pacheco dijo desconocer tal situación.
Pericias
Luego declaró el bioquímico Daniel Paolicci, quien realizó estudios para determinar tras la autopsia rastros de alcohol y estupefacientes en la víctima, situación que no pudo hallar en ninguno de los casos. También prestó testimonio el médico forense Rubén Bochio para explicar cuestiones técnicas de la autopsia, pero su informe se realizó sin púbico porque se mostraron allí imágenes que no eran convenientes exponer ante familiares de la víctima y la prensa.
A continuación el licenciado en química, Germán Morazzo, confirmó que Dalma Murazzano manipuló un arma de fuego por los restos de pólvora hallados en manos y brazos. La cantidad de antimonio, bario y plomo detectados en los dos miembros superiores de la joven, según destacó el profesional, dieron indicios claros que “manipuló un arma recientemente” y “es muy probable que haya disparado”.
Vecinos
Luego prestó declaración el vecino del barrio El Molino, Simón Funes, quien al momento de prestar juramento –sin decir “sí juro”- aclaró de entrada “yo no vi nada”, luego rechazó sentarse para declarar y “de parado” indicó únicamente que escuchó 2 tiros cuando se afeitaba en su casa, pero no salió.
Minutos más tarde declaró otro vecino, Carlos Ferreyra, quien comprometió a Dalma Murazzano al ubicarla en la escena del crimen. El muchacho que vive a metros de la familia Pacheco, minutos antes del hecho observó a la joven acusada entrando y saliendo de la casa en un par de oportunidades, y luego de escuchar al menos dos tiros, la vio salir corriendo del domicilio rumbo a la calle 108. No pudo confirmar si portaba un arma de fuego, porque llevaba un buzo grande con bolsillos y se tomaba la panza.
También declaró otro vecino que, horas después del hecho, hizo “un chiste” desafortunado para el momento que se vivía en el barrio. Ismael Tello, quien se definió como un hombre que hace chistes, relató que al día siguiente del episodio violento en la casa de los Pacheco, le comentó a una vecina que “le gusta hablar”, que recién llegaba de la Comisaría porque había encontrado el arma en la parte trasera de su auto. En cuestión de horas la policía allanó su domicilio pero no encontró el revólver utilizado y allí admitió que sus dichos habían sido una broma.
Finalmente declararon dos miembros de la fuerza policial. Primero lo hizo el perito balístico, Roberto Britos, quien confirmó que el único plomo encontrado en el cuerpo de Pacheco correspondía a un arma corta calibre 32. Por su parte, la comisario Vanina Fileni señaló desconocer a Dalma Murazzano, pero sí tenía presente “policialmente” a Leandro Pachecho por su actividad en la Comisaría Cuarta del Menor, aunque aclaró que no intervino en ninguna causa en su contra.

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