La lectura, prevista originalmente para el jueves, fue adelantada: el acto en la Cámara del Crimen 1 será este miércoles a las 18 horas. El ex-ministro Santiago Alvarez está acusado por enriquecimiento ilícito.
Los jueces que definirán son Elvira Rosetti, Miguel Ángel Gavazza y Miguel Vagge.
El fiscal Jorge Marcelo Amado pidió que el ex-ministro de Bienestar Social del marinismo Santiago “Patucho” Álvarez sea condenado a cuatro años y medio de prisión por enriquecimiento ilícito.
El representante del Ministerio Público reclamó también que se le aplique una “sanción económica” mediante la cual la víctima (el Estado) sea resarcida en un monto de $710.798,70, que es lo que Álvarez no pudo justificar de su patrimonio, de acuerdo a la pericia oficial que el fiscal dio por válida.
Amado también solicitó la inhabilitación por diez años para ejercer cargos públicos, que es la máxima pena en el caso de la ley que fue aplicada en esta oportunidad.
Amado, en su alegato, dijo que “Patucho” no justificó el incremento patrimonial simplemente porque se le hizo “imposible”.
La defensa, en tanto, hizo un abanico de peticiones para tratar de salvar al acusado: en su alegato, Francisco Marüll lo puso en el lugar de un perseguido, tal como el propio Álvarez se había presentado.
El abogado insistió en que la causa estaba prescripta, dijo que las dilaciones que se registraron no fueron culpa de las chicanas legales del acusado sino del propio Estado, exigió la absolución de su defendido y argumentó que, en todo caso, si se lo considerara culpable y se lo condenara, no fuera a la cárcel, ya que el tiempo transcurrido entre cometido el supuesto hecho y la sentencia impedían que esa pena tuviera un efecto “resocializador”.
El caso de “Patucho” Álvarez es paradigmático: fue uno de los funcionarios que resultaron emblema del marinismo. Quedó señalado como uno de los representantes pampeanos de los ‘90, época de ostentación e impunidad. Las pruebas muestran que el enriquecimiento “exponencial” -en palabras del fiscal- se constata a partir del año ‘99, cuando el marinismo obtuvo la re-reelección y, políticamente, hasta soñaba con la “eternidad”.
Álvarez también aparece involucrado en otras causas penales. La defensa interpreta que “Patucho” es una víctima de la “opinión publicada” y que se lo “condena” de antemano. También alude a una vida austera, pese a que en su momento hasta el propio Rubén Marín -entonces gobernador- le reprochó públicamente algunas ostentaciones. Estos datos no fueron mencionados por el fiscal.
El defensor Marüll también planteó una nulidad acerca del pedido de la pena. Dijo que el fiscal Amado debió fundamentar el monto de la pena solicitada, cosa que no hizo. El fiscal se defendió: “No tengo por qué fundar la pena, si pido cuatro años o tres y medio; sí tengo que fundar la acusación, y fue perfectamente fundada. El pedido de nulidad no corresponde”, respondió Amado.
“No debería haberse permitido que hiciera todo ese alegato en torno a la prescripción; eso ya se había tratado y fundado”, chicaneó, además, Amado.
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