Massa habló con Scioli y descartó la posibilidad de un acuerdo electoral

Según trascendió, Daniel Scioli llamó Sergio Massa para intentar formalizar un acercamiento. El candidato presidencial del FPV se disculpó por sus duros dichos sobre el robo que el tigrense había sufrido en su hogar. La respuesta que obtuvo fue categórica: “La gente votó cambio”.

Según trascendió, Daniel Scioli llamó Sergio Massa para intentar formalizar un acercamiento. El candidato presidencial del FPV se disculpó por sus duros dichos sobre el robo que el tigrense había sufrido en su hogar. La respuesta que obtuvo fue categórica: “La gente votó cambio”.

El intento de acuerdo con Massa era algo que el Frente para la Victoria buscaba aún antes de las elecciones generales. Cómo había adelantado este medio había dos grandes motivos que mantenían dubitativo al líder del Frente Renovador: su falta de confianza en Scioli, por haber roto alianzas electorales previas, y el cruce que tuvieron en 2013, cuando el gobernador bonaerense puso en duda el robo que había sufrido el tigrense, donde pudo identificarse a una persona ligada a los servicios de inteligencia del kirchnerismo

Massa siempre le pegó al “modelo” K pero nunca apuntó directamente al ex motonauta. Por su parte, Scioli viene trabajando para ganar el voto de los votantes de Massa que optarían por el peronismo si no estuviera tan presente la línea kirchnerista.

El lunes pasado Scioli había pedido disculpas públicamente por el asunto del robo. También intentó comunicarse con el ex candidato presidencial en cuatro oportunidades. Finalmente pudo comunicarse ayer y hablaron sólo por unos pocos minutos.

La respuesta de Massa fue clara “la gente votó cambio”, disparó y cerró la posibilidad de cerrar un acuerdo electoral, al menos de cara al ballotage. “Este es para mí un tema muy delicado, prefiero que lo hablemos personalmente después del 22”, agregó antes de terminar la comunicación.

De esta forma, quedó fuera de la mesa el acuerdo FPV-UNA y Scioli deberá intentar sumar votantes por su cuenta. Por supuesto que es una jugada peligrosa porque intentar llegar a los votantes de Massa también significa incomodar a La Cámpora. Tampoco está de más recordar que dicha agrupación que ya está intentando ocupar lugares estratégicos de gobierno para controlar al próximo presidente.