A Laura Hughes hace dos años, cuando tenía 25, le extirparon un pecho. Para unirse a las campañas de preveción del cáncer de mama, subió a su blog una producción de fotos que expone con delicadeza la cicatriz y su nuevo escote.
Las fotos de la última producción que subió a su blog Laura Hughes -una peluquera inglesa, de Norwich, de 27 años- transmiten cuidado y armonía. Tienen como fondo detalles en colores claros, se ven pétalos de flores y mucha luz.
Se nota que fue una puesta en escena pensada. También se nota que el resultado tiene para ella un significado más que especial.
Porque en esta sesión Laura -quien tuvo hace dos años, a los 25, un cáncer de mama agresivo, que se diseminó hacia los ganglios y tenía miras de expandirse hacia otras partes del cuerpo- muestra con máxima delicadeza la cicatriz que le dejó la extirpación de la lola enferma, el escote desbalanceado entre un lado y otro, y el pelo de unos pocos centímetros de largo. Sin disimular ni esconder las marcas ni secuelas difíciles de aceptar y, mucho más, de exponer.
"Cuando me diagnosticaron el cáncer de mama, en febrero de 2014, me sentí en un infierno. En ese momento no se me hubiese cruzado por la cabeza que iban a ofrecerme algo así. Que alguien se interesara en fotografiar lo duro que es atravesar las secuelas me resultó sorprendente”, cuenta en su blog Bald, Boobless and Beautiful (Pelada, sin teta y hermosa), donde relata los distintos pasos de la enfermedad y el tratamiento -con las sensaciones y los efectos reales de cada paso- y recalca sobre la importancia de estar atenta a los chequeos. Reconoce también que antes de la enfermedad tampoco hubiese imaginado que iba a aceptar una propuesta así.
En sintonía
La iniciativa de la producción surgió a partir de una foto en facebook. Ella subió en su cuenta personal la imagen de la cicatriz y unos días después un amigo fotógrafo, Tatum Reid, le ofreció hacer la sesión, que fue publicada y empezó a circular en la web.
“Nuestra meta fue transmitir que un cuerpo hermoso no tiene por qué ser un cuerpo perfecto y que puede verse igualmente atractivo con cicatrices o defectos”, explica en el blog. Y agrega: “que la belleza depende de la confianza y de la actitud personal. Que cada uno puede hacer lo que quiera si dejamos de lado los límites que nos imponemos a nosotros mismos”.
Para ella, además, implico un paso más en el camino de la curación. “Fue una forma de aceptar mi nuevo cuerpo y mi nueva cicatriz”, completa. También de celebrar y mostrar cuánto más fuerte se siente hoy.
El lugar elegido para las fotos fue el hotel Godwick Hall, un bed and breakfast de lujo con habitaciones decoradas con muebles antiguos originales. Además, una maquilladora profesional se encargó de remarcar las cejas y colocar pestañas postizas que rellenan las que todavía, después de la quimio, no reaparecieron.
Laura está siguiendo ahora un tratamiento con medicación y tiene programado hacer una mastectomía preventiva en la otra mama junto con una cirugía reconstrucción. Pero deja ver el sentido positivo que puede tener la enfermedad.
En el final del relato sobre esta experiencia Laura hace dos pedidos que merecen ser cumplidos: compartir las fotos, así seguir extendiendo el mensaje, y no olvidar chequear las lolas.
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