El fiscal Héctor Aberásturi -quien declaró en el jury que se sigue en su contra- afirmó que “la fuga no fue la única hipótesis” en el caso Sofia Viale, pero otro lado aseguró que “no estabamos legalmente (designados) en la investigación”.
De esta manera Aberásturi se defendió de las acusaciones en su contra realizadas por los denunciantes (legisladores del FrePam) por su actuación en el caso Sofía Vale. También en el mismo jury está denunciado el fiscal Alejandro Gilardenghi.
Los dos funcionarios fueron acusados las falencias de la investigación; el seguimiento de una sola hipótesis (la fuga)+ la mala coordinación con la policia y la falta de logística para la investigación.
El jury está integrado por el presidente del STJ, Víctor Menéndez; los diputados Silvia Larreta (PJ) y Martín Berhongaray (FrePam) y los abogados Marcelo Díaz Ciuffetti y Carlos Matías Chapalcaz.
De entrada, Aberásturi (en una declaración que se extendió por una hora y media aproximadamente) señaló que “yo no estaba legalmente (designado) en la investigación”. Precisó que durante la semana que se produjo la desaparición de Sofía Viale no estaba de turno en la fiscalia.
Remarcó que para la intervención del Ministerio Público Fiscal tendría que haber “un hecho consumado”: en este punto una fuente del jury señaló que fue una declaración “muy coincidente” con las palabras del fiscal Carlos Salinas. Cabe recordar que este para justificar porque no intervinieron con más recursos -cuando aun Sofía Viale se consideraba desaparecida- que tenía que haber ‘un delito’, llegando a afirmar que debería haber un cadáver.
Aberásturi dijo que en los casos de desapariciones intervenía el Ministerio Público Fiscal, cuando, dijo, debía hacerlo el juzgado de la Familia y el Menor.
A la hora de explicar porque intervino en el caso, dijo que al quedar en manos de la fiscal adjunta Noelia Affonso, esta no tenía experiencia funcional para hacerse cargo del caso. Por eso colaboraron.
Además señaló que Salinas no se hizo cargo del mismo hasta que no apareció el cadáver de la pequeña en la casa de Janssen. Tampoco se comunicó con los fiscales antes de esa aparición.
Aberásturi dijo que manejaron varias hipótesis como un ataque sexual o un caso de trata de personas. “Lo que aparecía lo agotábamos”, dijo. Puso como ejemplo que se dio intervención a los organismos de minoridad.
El fiscal admitió que era el contacto más fluido y cercano con la Policía.
A la hora de explicar porqué nunca pusieron a Juan José Janssen en la mira, Aberásturi dijo “porque los antecedentes no figuraban en ningún lado”.
Cuando se produjo la desaparición de la nena Sofía Viale, el 31 de agosto de 2012 en General Pico, la investigación quedó en manos de la fiscala adjunta Noelia Afonso, una joven abogada con un contrato. La pequeña salió a vender productos panificados y no volvió a su hogar.
A pesar de la insistencia de la familia Viale sobre que no era un caso de fuga de hogar, la fiscala y la Policía investigaron esa hipótesis. Además, una amiga la despidió a pocas cuadras de su casa, cuando regresaba en el horario que le había prometido a su madre.
Pero la Justicia y la Policía acusaron a los abuelos maternos por la figura delictiva de ayudar a la fuga de la menor. Levantaron “evidencia” del auto de los abuelos y hablaron y mostraron “cabello que sería de la niña”.
A la hora de explicar porqué nunca pusieron a Juan José Janssen en la mira, Aberásturi dijo “porque los antecedentes no figuraban en ningún lado”.
Cuando se produjo la desaparición de la nena Sofía Viale, el 31 de agosto de 2012 en General Pico, la investigación quedó en manos de la fiscala adjunta Noelia Afonso, una joven abogada con un contrato. La pequeña salió a vender productos panificados y no volvió a su hogar.
A pesar de la insistencia de la familia Viale sobre que no era un caso de fuga de hogar, la fiscala y la Policía investigaron esa hipótesis. Además, una amiga la despidió a pocas cuadras de su casa, cuando regresaba en el horario que le había prometido a su madre.
Pero la Justicia y la Policía acusaron a los abuelos maternos por la figura delictiva de ayudar a la fuga de la menor. Levantaron “evidencia” del auto de los abuelos y hablaron y mostraron “cabello que sería de la niña”.
Todo finalizó en un escándalo y en una tragedia. Sofía Viale fue violada y asesinada por Juan José Janssen, un ex-convicto que vivía a cien metros de su casa. El caso se conoció cuando Janssen violó a otra niña de 14 años y su padre derribó la puerta de la casa del violador: era la casa del violador y asesino de Sofía Viale, desaparecida hacía 67 días.
Ahora será el turno del fiscal Alejandro Gilardenghi. Este fiscal tuvo en sus manos una denuncia contra Janssen por violación, ocurrida en el mes de septiembre, cuando Sofía Viale estaba desaparecida. Además, fue fiscal en el caso de violación, lesiones y amenazas con arma (un cuchillo) de Janssen contra una hijastra de 18 años: por ese delito le dieron un año y le permitieron salir a los seis meses por la libertad asistida. Ni los fiscales piquenses ni la Policía vincularon a Janssen (quien vivía en el trayecto entre el último lugar en que vieron a Sofía y su hogar) con la desaparición de la nena.
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