Jubilados "del recálculo" piden una ley para terminar con haberes reducidos

Hace un año la Legislatura emitió una resolución sobre la legitimidad del reclamo. Hasta ahora nadie hizo nada para terminar con las jubilaciones “de segunda” de quienes se jubilaron entre 1996 y 2010.

Los jubilados civiles y docentes afectados por la Emergencia Previsional de los años ’90 reclamaron a la Cámara de Diputados la sanción de una ley “que contemple el reclamo”.

En una masiva reunión realizada este miercoles, los jubilados 1996-2010 pidieron la intervención de los poderes del Estado Provincial para “la pronta solución al planteo de equiparación con los actuales beneficiarios”.

Blanca Vercellino explicó que “el próximo 31 de mayo se cumple un año de la Resolución Nº 26/12 de la Cámara de Diputados, que significó el reconocimiento de la legitimidad del reclamo, pero al mismo tiempo el compromiso político de cada bloque para avanzar en la resolución del tema, según puede leerse en el correspondiente diario de sesiones”.

Señalan que “no obstante ello, el Poder Ejecutivo no ha dado respuesta alguna a la solicitud de los diputados y tampoco ha atendido los reiterados y formales requerimientos de audiencia de los interesados en una actitud poco comprensible hacia el conjunto de trabajadores a los que se les impuso el mayor ajuste laboral y previsional de la historia institucional de la provincia”.

En un comunicado pidieron a los diputados que “avancen en la sanción de una ley que contemple el reclamo de este conjunto de ciudadanos que espera desde hace tres años que la decisión política quede plasmada en un instrumento legal”.

“Si una ley regresiva afectó los derechos logrados por los trabajadores, es de estricta justicia iniciar un camino de recuperación porque ello significa más y mejor ejercicio de la democracia”, afirman.

Los jubilados señalan que “ratificamos ante el gobernador la necesidad de abrir una instancia de diálogo y negociación con inclusión de los afectados, en la convicción de que en un sistema republicano esta es la vía más apropiada para resolver un problema. El financiamiento no puede constituir una excusa para inmovilizar la solución, por el contrario debe ser el desafío a resolver para ofrecer la respuesta más justa”.