El senador nacional, Daniel Lovera, presentó ayer, ante la Corte Suprema de Justicia, un proyecto de ley de su autoría en una ceremonia en el salón de Derechos Humanos del máximo órgano judicial de la Nación.
Este fue avalado por la Secretaría de Derechos Humanos de la CGT y por la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación. Además, lo acompañaron los senadores Guastavino, Pichetto, Pereyra, Pais, Crexell y Urtubey.
Lovera expresó en su discurso:
“Poner a la esclavitud moderna en la agenda de discusión implica adoptar un compromiso de defensa y lucha de los derechos humanos de aquellas personas que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.
La trata de personas, la explotación sexual y laboral, son modos
de esclavitud que violan la dignidad, la libertad y los derechos humanos de
hombres, mujeres, niños y jóvenes de ambos sexos.
No pueden desconocerse los millones de personas –muchos de ellos
niños–, que en búsqueda de empleos dignos y decentes caen víctima de la trata y
son reducidos a trabajar en condiciones similares a la esclavitud, la
precariedad laboral, el trabajo infantil, sumergidos en la pobreza y la
discriminación permanente.
Como consecuencia de ello, y a fin de intensificar los esfuerzos
para combatir la esclavitud moderna, resulta imperioso fortalecer la legislación
nacional, de acuerdo a los
tratados internacionales suscriptos por nuestro país, y aplicar sanciones
rigurosas a quienes lucran desmesuradamente, aprovechándose de quienes se
encuentran en una situación de desventaja económico-social desesperante.
Los últimos informes de la OIT indican que 89
millones de personas llegaron a experimentar alguna forma de esclavitud moderna.
Se considera que este delito ocupa el primer lugar como actividad
lucrativa ilegal en el mundo.
La OIT estimó, en el año 2014, en su publicación titulada “GANANCIAS
Y POBREZA: que las ganancias
obtenidas por el uso del trabajo forzoso en la economía privada equivale a
150.000 millones de dólares al año.
Según la información que está en la base
de datos mundial de 2012, se estima que los trabajadores en situaciones de
trabajo forzoso reciben en promedio alrededor de 40 por ciento del salario que
les corresponde…”.
Lo cierto es que, en tiempos de crisis profundas, aquellas
personas más vulnerables, sin protección social, por debajo del umbral de
pobreza, tienden a aceptar cualquier trabajo para sí, o para sus hijos, aun
bajo condiciones de explotación, aceptando trabajos en condiciones deplorables.
Numerosos doctrinarios, juristas y la Iglesia, hace tiempo piden
una ‘adaptación’ del Código Penal a las normas internacionales, y que tales
delitos sean declarados de lesa humanidad.
Esta legislación debe ir acompañada de políticas públicas y de una
verdadera reparación a las víctimas, fortaleciendo los controles en aquellos
sectores donde existen riesgos de trabajo forzoso. Estoy convencido que aquí es
donde los sindicatos y el Ministerio de Trabajo, a través de sus diferentes
dependencias, tienen un rol importante.
Tenemos que ponerle fin a la discriminación en todas sus formas.
Hay que promover la inclusión social.
Es innegable que las diversas situaciones de opresión, trabajo
forzoso, sexual, infantil, van de la mano de causas económico–sociales. Contra
ello "todos juntos" debemos trabajar para alcanzar una sociedad
igualitaria y justa”.
Al hacer uso de la palabra, Lovera pidió un trabajo mancomunado entre el Ministerio de Trabajo de la Nación y los sindicatos para luchar contra la trata de personas, la explotación sexual y laboral, a los que consideró modos de esclavitud que violan la dignidad, la libertad y los derechos humanos de hombres, mujeres, niños y jóvenes.
La vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco; magistrados y fiscales del Fuero Laboral y Casación; el presidente de la GAIA, José Echezarra; integrantes del Consejo de la Magistratura y magistrados; el obispo de Merlo, Fernando Maletti y la defensora general de la Nación estuvieron en el acto.
Previamente a la exposición se proyectó el discurso del Papa Francisco sobre “la esclavitud moderna” y dentro del público estuvieron dirigentes sindicales de primera línea como Hugo Moyano, Juan Carlos Schmid, Sergio Buera, Agustina Amicone, Hugo Benítez, Rodoldo Daer, Guillermo Imbrogno y representantes de la UOCRA, entre otros sindicatos.
Previamente a la exposición se proyectó el discurso del Papa Francisco sobre “la esclavitud moderna” y dentro del público estuvieron dirigentes sindicales de primera línea como Hugo Moyano, Juan Carlos Schmid, Sergio Buera, Agustina Amicone, Hugo Benítez, Rodoldo Daer, Guillermo Imbrogno y representantes de la UOCRA, entre otros sindicatos.
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