domingo, 10 de junio de 2018

Para el Banco Central, el impacto de la sequía se concentrará en el segundo trimestre


Un informe de la entidad monetaria sostiene que en la segunda mitad del año el agro recuperará lo perdido tras la caída en la producción de soja y maíz. Consecuencias para la actividad económica. Qué se espera para 2019.
La sequía que afectó a la cosecha de soja y maíz tendrá un impacto directo negativo de aproximadamente 0,75 puntos del PIB(Producto Interno Bruto o PBI) durante 2018″. De esta manera comienza el análisis de los técnicos del Banco Central (BCRA) sobre las consecuencias de lo que fue la peor “seca” de los últimos 50 años.
El trabajo, publicado en sección “Ideas de Peso” de la entidad, lleva la firma de los especialistas Paola Tassone y Damián Errea. Entre las consideraciones, sostienen que “como consecuencia de la concentración de la cosecha de estos cultivos entre marzo y junio de cada año, el escenario más probable es una caída del PBI desestacionalizado en el segundo trimestre de 2018 y una recuperación parcial o total en el tercero“, auguran.
A pesar de la mirada alentadora, aclaran que además de la caída en la actividad de los productores de granos, “se adiciona un efecto indirecto como consecuencia de la relación del agro con otros sectores productivos como, por ejemplo, transporte, comercio e industria”.
Sobre la importancia de la producción de granos gruesos, los analistas destacan que ambos cultivos representaron el 70% del producto agropecuario, el cual tuvo un peso de 8,6% del PBI total de la Argentina en 2017.
Efecto transitorio
Según el trabajo del BCRA, con la trayectoria esperada del producto agropecuario y considerando distinto escenarios del resto de los sectores económicos, la contracción del PBI total desestacionalizado sería de entre 0,6% y 2,8% durante el segundo trimestre de este año, revirtiendo durante el tercero con un crecimiento esperado de la misma magnitud (0,6 y 2,9%).
Recuerdan que “el estrés hídrico y térmico que se extendió desde diciembre de 2017 hasta marzo de este año impactó en la actual campaña agrícola llevando a recortar las estimaciones de producción de maíz y soja que caerían 15% y 33% respectivamente con respecto a la campaña anterior”.
Ya para el año que viene, los técnicos de la entidad estiman que el PBI “evidenciará una fuerte contribución positiva en este sector como consecuencia de la recuperación de la producción de maíz y soja a niveles similares a los de 2017″, ya que ellos entienden que el impacto de la sequía es de “carácter transitorio”.
En este sentido, trazaron un paralelismo con algunas características de las sequías de 2009 y 2012 y destacaron que “en ambos casos el producto agrícola cayó y al año siguiente retornó a niveles normales con fuertes recuperaciones interanuales que contribuyeron al crecimiento del PBI total”.
Pronta recuperación
De acuerdo al análisis de Tassone y Errea, “durante los terceros trimestres, cuando el efecto puntual de la caída en la producción de esos cultivos queda atrás, el Producto del sector se recupera, permitiendo alcanzar o superar el nivel desestacionalizado previo, dependiendo de la profundidad de la caída anterior y de la tendencia del resto de los componentes del sector (ganadería, otros cultivos, servicios asociados y silvicultura, entre otros)”.
Pero antes de la calma viene la tormenta de las cifras del período abril-mayo-junio. Sobre este punto, el informe del BCRA explica que “en base a las caídas de las cosechas de soja y maíz estimadas por del Ministerio de Agroindustria, se espera una fuerte contracción del Valor Agregado Bruto (VAB) correspondiente a cultivos durante el segundo trimestre de 2018 (-26%). Para el sector de ganadería proyectamos la continuidad de la tendencia favorable que comenzó en 2017 reforzada por la reciente apertura de nuevos mercados internacionales”.
Según la entidad que dirige Federico Sturzenegger, la sequía provocará una caída de 0,75% en el PBI para todo 2018
Según la entidad que dirige Federico Sturzenegger, la sequía provocará una caída de 0,75% en el PBI para todo 2018
En definitiva, calculan una caída de aproximadamente (-22%) en el Producto agropecuario en el segundo trimestre de 2018, lo que arrastraría para el mismo lapso una reducción en el PBI total por efecto directo de la sequía.
El dato positivo es que, si la tesis de los analistas es correcta y el PBI del agro vuelve al nivel del primer trimestre, el incremento desestacionalizado en el tercero sería de entre 22% y 29,2% con un aporte de entre 1,5 y 2 puntos al crecimiento del PIB total desestacionalizado del período julio-agosto-setiembre.
Tassone y Errea concluyen que “para 2019 se espera que las cosechas de soja y de maíz retornen a niveles similares a los de la campaña 2016/2017, incrementándose aproximadamente 50% y 18%, respectivamente. Esta evolución implica un fuerte rebote del Producto agropecuario que contribuiría al crecimiento económico del año próximo luego de ser un factor muy relevante en la explicación de la desaceleración esperada para 2018″.

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