miércoles, 4 de julio de 2018

Hoy se conmemora el Día Nacional del Médico Rural




Hoy se conmemora el Día Nacional del Médico Rural en homenaje al natalicio de Esteban Laureano Maradona en 1895. Se dedicó a sanar a las personas en situación de vulnerabilidad social, particularmente con las comunidades originarias del noreste argentino.

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Hoy se conmemora el Día Nacional del Médico Rural en homenaje al natalicio de Esteban Laureano Maradona en 1895. Este médico, naturalista santafesino renunció a todo tipo de honorarios y vivió en la humildad.
Se dedicó a sanar a las personas en situación de vulnerabilidad social, particularmente con las comunidades originarias del noreste argentino.

Con respecto a la celebración de este día, Diario San Rafael tuvo la posibilidad de dialogar con el médico José Luis Pérez, quien se desempeña en el centro de salud de El Nihuil, quien comentó aspectos de su labor y sobre todo lo que vive en esta noble vocación.

No es un lugar fácil para trabajar ya que hay un solo médico para todo el distrito, “soy un médico de familia, atiendo niños, adultos y ancianos y todo lo que se presente” aseguró. Su labor la realiza en la salsa 117, perteneciente al Ministerio de Salud de la Nación, y en ocasiones debe salir a atender en domicilios o zonas aledañas.

Comentó que al margen de que el lugar se encuentra alejado de la ciudad, “el centro de salud se encuentra bien equipado, las enfermeras están bastante capacitadas, sólo se necesitaría un poco más de medicaciones básicas, pero esta situación sólo se vive cuando hay brotes de enfermedades como lo son las respiratorias en esta época”.

José Luis Pérez viaja tres veces por semana, y también lo hacen especialistas como cardiólogos, pediatras y una ginecóloga una vez cada 15 días. La guardia no es médica, sólo se encuentran las enfermeras las 24 horas, asimismo siempre está disponible en su teléfono. “Me gusta ser médico de familia y trabajar en esos lugares”, expresa con orgullo.

Fue establecido en 2001 en homenaje al natalicio del doctor Esteban Laureano Maradona en 1895. Este médico se dedicó a sanar a las comunidades originarias del noreste argentino.
Hoy se conmemora el Día Nacional del Médico Rural en homenaje al natalicio de Esteban Laureano Maradona en 1895. Este médico, naturalista y escritor santafesino renunció a todo tipo de honorario y premios materiales. Vivió en la humildad y se dedicó a sanar a las personas en situación de vulnerabilidad social, particularmente con las comunidades originarias del noreste argentino.

Durante más de 50 años, Esteban Laureano Maradona residió en Estanislao del Campo, una pequeña localidad de la provincia de Formosa, brindando ayuda y apoyo a las comunidades toba, mataco, mocoví y pilagá. Además, realizó grandes aportes al conocimiento de las colectividades del noreste argentino, estudió sus costumbres e incorporó a sus conocimientos los de la medicina tradicional aborigen.
Obtuvo su título de médico en la Universidad de Buenos Aires en 1926, con diploma de honor. Durante sus estudios fue discípulo de Bernardo Houssay. Hacia 1930, se radicó en la localidad de Resistencia (Chaco), y hacia 1932 se alistó y trabajó como voluntario en el Hospital Naval de Asunción, durante la guerra del Chaco o “del petróleo”.
Entre sus obras se destacan la construcción de una colonia para personas con lepra y también la fundación de la primera escuela bilingüe del país, un pequeño establecimiento educativo que, en Formosa, brindaba clases para integrantes de pueblos originarios, utilizando en parte su lengua madre. Además, escribió libros como “A través de la Selva”, “Recuerdos campesinos”, “Una planta providencial”, “Animales cuadrúpedos americanos”, “Aves”, “Historia de los obreros de las ciencias naturales”, “El problema de la lepra”, “Plantas cauchígenas”, entre otras obras.
El compromiso que Esteban Laureano Maradona asumió como profesional, la labor desinteresada y solidaria, la denuncia de la injusticia y la defensa y atención de los pueblos originarios, valen por sí solas para destacar al hombre que orientó su saber y su esfuerzo en quienes más necesitaban.
Falleció en la ciudad de Rosario el 14 de enero de 1995, a los 99 años. Será siempre recordado como el “Doctorcito Dios”, el “Doctor Cataplasma”, el “Doctorcito Esteban”, el “médico de los pobres”, como lo llamaban sus pacientes, con profunda devoción.

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