Se sigue intensificando la producción de carne vacuna en sistemas de engorde a corral (feedlot) en La Pampa. En 2017, se pasó de 88 a 106 hotelerías, con una producción superior a las 114 mil cabezas bovinas.
Aunque en lo que va de 2018 ha caído fruto del aumento del precio del maíz, el feedlot o engorde a corral, de ganado propio o ajeno, vino para quedarse. La actividad gana cada vez mayor espacio en la región teniendo en cuenta la necesidad de intensificar la producción, aumentar el giro del capital de hacienda y disminuir la incidencia del costo financiero de la oferta de carne.
Si bien 28 de cada 100 animales faenados en la provincia pasa por un sistema de confinamiento total, sigue ganando espacio en la provincia. El crecimiento en los dos últimos años ya supera el 122% y sus frutos son más que evidentes: un destete precoz del 64%; índice de extracción de carnes que alcanza al 26% y fundamentalmente que aquí se faena el 57% de los animales engordados que el año anterior alcanzó los 705.000 animales.
Hay dos razones claves -recientes- para el incremento de la hotelería. La primera refiere a la reciente baja del kilaje de faena (hasta el 30 de junio) en 273 kilos. La segunda, deviene de la primera, es que el trabajo en los encierres ha sido muy elevado por la necesidad de sacar mayor cantidad de animales. Pero sin dudas el crecimiento de los feedlots está dada en la expansión del negocio de esa carne terminada allí para exportar (Cuota 481) cupo de exportación para la industria frigorífica que empezó a disputarle protagonismo a la Cuota Hilton, de cortes de alta calidad comercial, y por octavo año consecutivo incumplida.
Aunque en lo que va de 2018 ha caído fruto del aumento del precio del maíz, el feedlot o engorde a corral, de ganado propio o ajeno, vino para quedarse. La actividad gana cada vez mayor espacio en la región teniendo en cuenta la necesidad de intensificar la producción, aumentar el giro del capital de hacienda y disminuir la incidencia del costo financiero de la oferta de carne.
Si bien 28 de cada 100 animales faenados en la provincia pasa por un sistema de confinamiento total, sigue ganando espacio en la provincia. El crecimiento en los dos últimos años ya supera el 122% y sus frutos son más que evidentes: un destete precoz del 64%; índice de extracción de carnes que alcanza al 26% y fundamentalmente que aquí se faena el 57% de los animales engordados que el año anterior alcanzó los 705.000 animales.
Hay dos razones claves -recientes- para el incremento de la hotelería. La primera refiere a la reciente baja del kilaje de faena (hasta el 30 de junio) en 273 kilos. La segunda, deviene de la primera, es que el trabajo en los encierres ha sido muy elevado por la necesidad de sacar mayor cantidad de animales. Pero sin dudas el crecimiento de los feedlots está dada en la expansión del negocio de esa carne terminada allí para exportar (Cuota 481) cupo de exportación para la industria frigorífica que empezó a disputarle protagonismo a la Cuota Hilton, de cortes de alta calidad comercial, y por octavo año consecutivo incumplida.
Maracó y Quemú.
Según el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Animal), hay 106 feed lots con autorización para funcionar, pero se conoce que son muchos más y continúan proliferando los de semi confinamiento en pequeñas parcelas, es decir una hotelería pequeña. El sistema no es otra cosa que un lote de alimentación donde los bovinos ganan peso, el doble o triple al día que con pasturas naturales más allá de que hoy la relación carne/maíz, clave una producción de un kilo de carne a pradera, se ha ensanchado por el precio de los forrajes.
La distribución espacial de la hotelería bovina pampeana está muy diversificada. Lidera el departamento Maracó con 28; Quemú Quemú 19, Utracán 17 y 16 Toay. También son importantes en Chapaleufu, Conhelo, Catriló y Trenel con más de una media decena cada uno.
Hay diferentes sistemas de producción para el manejo de explotaciones ganaderas: la mayoría de carne a pasto, carne a pasto más suplementación y carne a engorde a corral. Apenas el 15% de los animales vendido aquí proviene del feedlots y todo indica que el índice seguirá creciendo a pesar de la suba del maíz. Sucede que el valor de la oleaginosa registró un incremento del 30% desde principio de año, elevando el costo de alimentación en un 20%.
Aquí el confinamiento tiene una superficie disponible de 2,7 a 3,7 m2/animal y de 1,9 a 2,3 m2/animal piso cemento, tienen a 30cm el comedero/animal con 4 metros de altura del techo con ventilación y aislante de condensación. En la zona, la mayoría tiene entre 501 y 1400 animales, pero en el norte y zona de cría (Utracán) hay entre 1.401 hasta 3.100 animales en algunos establecimientos, aunque el promedio de encierre en los feedlots apenas llegue en promedio a los 1.028 animales por Eaps.
Según el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Animal), hay 106 feed lots con autorización para funcionar, pero se conoce que son muchos más y continúan proliferando los de semi confinamiento en pequeñas parcelas, es decir una hotelería pequeña. El sistema no es otra cosa que un lote de alimentación donde los bovinos ganan peso, el doble o triple al día que con pasturas naturales más allá de que hoy la relación carne/maíz, clave una producción de un kilo de carne a pradera, se ha ensanchado por el precio de los forrajes.
La distribución espacial de la hotelería bovina pampeana está muy diversificada. Lidera el departamento Maracó con 28; Quemú Quemú 19, Utracán 17 y 16 Toay. También son importantes en Chapaleufu, Conhelo, Catriló y Trenel con más de una media decena cada uno.
Hay diferentes sistemas de producción para el manejo de explotaciones ganaderas: la mayoría de carne a pasto, carne a pasto más suplementación y carne a engorde a corral. Apenas el 15% de los animales vendido aquí proviene del feedlots y todo indica que el índice seguirá creciendo a pesar de la suba del maíz. Sucede que el valor de la oleaginosa registró un incremento del 30% desde principio de año, elevando el costo de alimentación en un 20%.
Aquí el confinamiento tiene una superficie disponible de 2,7 a 3,7 m2/animal y de 1,9 a 2,3 m2/animal piso cemento, tienen a 30cm el comedero/animal con 4 metros de altura del techo con ventilación y aislante de condensación. En la zona, la mayoría tiene entre 501 y 1400 animales, pero en el norte y zona de cría (Utracán) hay entre 1.401 hasta 3.100 animales en algunos establecimientos, aunque el promedio de encierre en los feedlots apenas llegue en promedio a los 1.028 animales por Eaps.
Crecimiento.
La alimentación a corral permite simplificar el manejo de la invernada en pastoreo, en momentos de baja producción de forraje para el mantenimiento de altas cargas en primavera o lograr una mejor y más homogénea terminación de los animales en la invernada tradicional. En los feed lots locales (chicos en comparación a los bonaerenses) lo importante es mantener costos de infraestructura al mínimo, eligiendo una dieta económica de fácil suministro y de buena respuesta. Los entendidos dicen que en La Pampa el crecimiento de este sistema se ha agilizado pues la dieta en base de ensilaje de maíz, suplementada con distintos niveles de proteína y energía, tiene una significativa ganancia diaria de peso vivo, conversión, engrasamiento, costo de alimentación y composición química de la carne. Las ventajas que presenta el uso de silaje de maíz es el alto nivel de producción por hectárea, razón más que suficiente para mostrar el crecimiento de este sistema de producción, caro hoy por hoy por su precio, pero sin dejar de considerar que el 90% de los animales que salen a mercados concentradores y/o frigoríficos son todavía con alimentación de engorde a pasto.
La alimentación a corral permite simplificar el manejo de la invernada en pastoreo, en momentos de baja producción de forraje para el mantenimiento de altas cargas en primavera o lograr una mejor y más homogénea terminación de los animales en la invernada tradicional. En los feed lots locales (chicos en comparación a los bonaerenses) lo importante es mantener costos de infraestructura al mínimo, eligiendo una dieta económica de fácil suministro y de buena respuesta. Los entendidos dicen que en La Pampa el crecimiento de este sistema se ha agilizado pues la dieta en base de ensilaje de maíz, suplementada con distintos niveles de proteína y energía, tiene una significativa ganancia diaria de peso vivo, conversión, engrasamiento, costo de alimentación y composición química de la carne. Las ventajas que presenta el uso de silaje de maíz es el alto nivel de producción por hectárea, razón más que suficiente para mostrar el crecimiento de este sistema de producción, caro hoy por hoy por su precio, pero sin dejar de considerar que el 90% de los animales que salen a mercados concentradores y/o frigoríficos son todavía con alimentación de engorde a pasto.
Los números.
Pese a los eventos climáticos del año anterior y el actual, en La Pampa la producción de carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral ya tiene una inserción significativa en la cadena de ganado y carne pampeana. Evidencia de ello es el crecimiento que muestra el registro oficial de establecimientos hasta los 106 con una producción que supera los 104.300 animales. Naturalmente, cuando esas cabezas totales integradas verticalmente se comparan con la faena de animales livianos a nivel provincial (404 mil cabezas), ello explica que el sector industrial (frigoríficos locales) solo dispone de un 21% de hacienda propia para abastecer la faena provincial de tipo liviana. Los datos provistos por la Cámara Argentina de Feedlots (CAF) dan cuenta que los precios durante el mes de mayo han estado en los $ 72 las terneras y terneros; $ 68 los novillitos y $ 67 los novillos colocados en la plaza de Buenos Aires. Si bien es de esperar que con el correr de los días la situación de la hacienda terminada mejore con el agua caída durante mayo, nadie sabe realmente que sucederá. El engordador debe hacer números permanentemente con un análisis profesional y actuar en consecuencia, no se pueden convalidar valores de compra que llevan a una situación de resultado negativo.
Pese a los eventos climáticos del año anterior y el actual, en La Pampa la producción de carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral ya tiene una inserción significativa en la cadena de ganado y carne pampeana. Evidencia de ello es el crecimiento que muestra el registro oficial de establecimientos hasta los 106 con una producción que supera los 104.300 animales. Naturalmente, cuando esas cabezas totales integradas verticalmente se comparan con la faena de animales livianos a nivel provincial (404 mil cabezas), ello explica que el sector industrial (frigoríficos locales) solo dispone de un 21% de hacienda propia para abastecer la faena provincial de tipo liviana. Los datos provistos por la Cámara Argentina de Feedlots (CAF) dan cuenta que los precios durante el mes de mayo han estado en los $ 72 las terneras y terneros; $ 68 los novillitos y $ 67 los novillos colocados en la plaza de Buenos Aires. Si bien es de esperar que con el correr de los días la situación de la hacienda terminada mejore con el agua caída durante mayo, nadie sabe realmente que sucederá. El engordador debe hacer números permanentemente con un análisis profesional y actuar en consecuencia, no se pueden convalidar valores de compra que llevan a una situación de resultado negativo.
Servicios a terceros
El perfil de establecimientos de engorde a corral se conformado por dos tipos: aquellos que encierran su propia hacienda y los que prestan servicios a terceros clientes que se denomina como el sistema hotelería. Esta última alcanza el 13% del total de establecimientos: un aporte de casi el 35% de la hacienda producida bajo confinamiento.
La dinámica de la actividad muestra que existe una capacidad de encierre máxima instalada muy alta, en el caso de que sigan creciendo las habilitaciones y el cereal con precios bajos.
En términos de participación sobre la faena nacional es creciente, y el mayor impacto de la producción en feedlot pampeano se visualiza en aquellas categorías livianas, de especial demanda en el mercado doméstico, superando el 15% de la faena equivalente. Aunque con un menor peso relativo también se producen animales para la exportación. Según los datos, predominan las terneras, terneros, novillos y novillitos.
El perfil de establecimientos de engorde a corral se conformado por dos tipos: aquellos que encierran su propia hacienda y los que prestan servicios a terceros clientes que se denomina como el sistema hotelería. Esta última alcanza el 13% del total de establecimientos: un aporte de casi el 35% de la hacienda producida bajo confinamiento.
La dinámica de la actividad muestra que existe una capacidad de encierre máxima instalada muy alta, en el caso de que sigan creciendo las habilitaciones y el cereal con precios bajos.
En términos de participación sobre la faena nacional es creciente, y el mayor impacto de la producción en feedlot pampeano se visualiza en aquellas categorías livianas, de especial demanda en el mercado doméstico, superando el 15% de la faena equivalente. Aunque con un menor peso relativo también se producen animales para la exportación. Según los datos, predominan las terneras, terneros, novillos y novillitos.
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