Karakul: la raza ovina más antigua busca mantenerse vigente en Argentina
En la actualidad existen sólo cuatro criadores de pedigree, “pero en distintas regiones del país se encuentran pequeñas majadas de esta raza”, aseguró el presidente de la Asociación de Criadores, Osvaldo Simiele.
Los ovinos Karakul son los más antiguos del planeta, ya que existen registros de su existencia en el año 2.500 AC. Por lo tanto, ha ido evolucionando a través del tiempo para convertirse en la actualidad en “la mejor raza que está pastando, no sólo en el país, sino en el mundo”, aseguró el presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Karakul, Osvaldo Simiele.
De todas maneras, en su evolución los ovinos Karakul tuvieron una transformación importante hace algunos años “cuando dejó su origen peletero y a raíz de que la parte de utilización de piel se está circunscribiendo a cosas menores se ha incursionado en materia de carne”, comentó Simiele. Este cambio, casi obligado por la búsqueda en el mercado de fibras más finas y por la aparición de los materiales sintéticos, hizo descubrir un dato tal vez ignorado en los inicios de la actividad como que “Karakul posee la carne ovina con menor tener graso”.
En este sentido, el presidente de la Asociación indicó a redagroactiva.com que “en varias oportunidades se han realizado competencias y en Argentina, en un certamen con 22 razas, Karakul dos veces obtuvo el premio a la carne con menor tener graso. Al igual que en otros concursos en Uruguay”.
Igualmente, como la mayoría de las razas ovinas, Karakul no está pasando su mejor momento y se encuentra “un poco estabilizada porque no hay motivación ni incentivos desde el Estado para la actividad ganadera en general”, explicó Simiele.
Un reflejo de la situación es que cuando la raza era utilizada para la peletería en Argentina llegó a haber 60 criadores de pedigree pero luego, con la caída de la actividad, en estos momentos mantienen los rodeos Karakul tan sólo cuatro productores ovinos.
En todo el país
La raza se adapta a cualquier clima, pero mejor en las zonas con baja humedad. Sin embargo, en otras regiones, como Buenos Aires, con humedad durante todo el año “se recomienda desparasitar el animal cada tres meses –comentó el criador- en lugar de una veza al año como en el norte del país”.
La adaptabilidad del animal permite que en muchos lugares de Argentina existan pequeñas majadas de Karakul, más allá de los grandes criadores de pedigree que cuentan con rodeos de entre 500 y mil madres. En el norte del país, con epicentro en Salta y Jujuy, hay entre 25 y 30 mil cabezas de ovinos de esta raza y es la región con mayor concentración. También en Entre Ríos y Corrientes hay una cantidad considerable de ejemplares Karakul, al igual que en Neuquén y en la provincia de Buenos Aires, con planteles pequeños de no más de 50 madres.
Mercado local
“El mercado se centra en la comercialización de carne a comercios del rubro en la Capital Federal, como así también en la venta de reproductores de pedigree o de rodeo general”, dijo el presidente de Criadores de Karakul.
En tanto, respecto de la posibilidad de exportar la producción cárnica de la raza Simiele aclaró que “desde la provincia de Buenos Aires es muy difícil, hoy por hoy las ventas al extranjero de ovinos son para aquellos productores que se ubican por debajo del paralelo 42, es decir en la Patagonia”.
Mantener vigente la raza
El productor ovino ve un panorama “incierto en Argentina” y argumenta que no cambiará “en tanto el Gobierno nacional no reconozca que este país tiene su base en la producción primaria y la exportación de granos y carnes”.
Por último, Osvaldo Simiele aseguró que pese al contexto “los criadores de Karakul tenemos que lograr mantener la raza vigente y estar preparados para cuando se produzca el despegue”.
De todas maneras, en su evolución los ovinos Karakul tuvieron una transformación importante hace algunos años “cuando dejó su origen peletero y a raíz de que la parte de utilización de piel se está circunscribiendo a cosas menores se ha incursionado en materia de carne”, comentó Simiele. Este cambio, casi obligado por la búsqueda en el mercado de fibras más finas y por la aparición de los materiales sintéticos, hizo descubrir un dato tal vez ignorado en los inicios de la actividad como que “Karakul posee la carne ovina con menor tener graso”.
En este sentido, el presidente de la Asociación indicó a redagroactiva.com que “en varias oportunidades se han realizado competencias y en Argentina, en un certamen con 22 razas, Karakul dos veces obtuvo el premio a la carne con menor tener graso. Al igual que en otros concursos en Uruguay”.
Igualmente, como la mayoría de las razas ovinas, Karakul no está pasando su mejor momento y se encuentra “un poco estabilizada porque no hay motivación ni incentivos desde el Estado para la actividad ganadera en general”, explicó Simiele.
Un reflejo de la situación es que cuando la raza era utilizada para la peletería en Argentina llegó a haber 60 criadores de pedigree pero luego, con la caída de la actividad, en estos momentos mantienen los rodeos Karakul tan sólo cuatro productores ovinos.
En todo el país
La raza se adapta a cualquier clima, pero mejor en las zonas con baja humedad. Sin embargo, en otras regiones, como Buenos Aires, con humedad durante todo el año “se recomienda desparasitar el animal cada tres meses –comentó el criador- en lugar de una veza al año como en el norte del país”.
La adaptabilidad del animal permite que en muchos lugares de Argentina existan pequeñas majadas de Karakul, más allá de los grandes criadores de pedigree que cuentan con rodeos de entre 500 y mil madres. En el norte del país, con epicentro en Salta y Jujuy, hay entre 25 y 30 mil cabezas de ovinos de esta raza y es la región con mayor concentración. También en Entre Ríos y Corrientes hay una cantidad considerable de ejemplares Karakul, al igual que en Neuquén y en la provincia de Buenos Aires, con planteles pequeños de no más de 50 madres.
Mercado local
“El mercado se centra en la comercialización de carne a comercios del rubro en la Capital Federal, como así también en la venta de reproductores de pedigree o de rodeo general”, dijo el presidente de Criadores de Karakul.
En tanto, respecto de la posibilidad de exportar la producción cárnica de la raza Simiele aclaró que “desde la provincia de Buenos Aires es muy difícil, hoy por hoy las ventas al extranjero de ovinos son para aquellos productores que se ubican por debajo del paralelo 42, es decir en la Patagonia”.
Mantener vigente la raza
El productor ovino ve un panorama “incierto en Argentina” y argumenta que no cambiará “en tanto el Gobierno nacional no reconozca que este país tiene su base en la producción primaria y la exportación de granos y carnes”.
Por último, Osvaldo Simiele aseguró que pese al contexto “los criadores de Karakul tenemos que lograr mantener la raza vigente y estar preparados para cuando se produzca el despegue”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.