Al pan, pan. Y al trigo: recorte.

Mejor nos retractamos. Y así fue como el saldo exportable de trigo se recortó 2 millones de toneladas. Recién en marzo, con el conteo final de granos, volverá a analizarse el tema nuevamente, pero mientras tanto las ventas quedaron en suspenso. Así fueron regulando emociones: entre el envión de una cuantiosa liberación a un recorte sorpresivo. 

Es el punto crítico de la cuestión: por qué tener que estar sujetos a los ROE´s en lugar de dejar correr al mercado con más y mejores ganancias para todos.

El anuncio hizo volver al ruedo a las entidades que criticaron duramente una medida que además, toca directamente a quienes más sufrieron los excesos de agua. “El recorte del cupo de exportaciones no hace más que empeorar el escenario para los productores, ya que reducirá aún más el precio que reciben por el cereal y agregará más complicaciones para vender trigo. El argumento esgrimido por parte del Gobierno de cerrar las ventas externas para “cuidar la mesa de los argentinos” ha demostrado ser falaz: hace tres cosechas”, afirma el comunicado de la SRA.

La entidad habló además de una comercialización externa de granos cartelizada que incentiva la marginalización de las operaciones bursátiles. “Este sistema es el que desincentiva la siembra del cereal año tras año, y el que generó que la siembra de trigo sea la menor en 110 años, cuando en la Argentina se araba a caballo”.
Según expresa el comunicado de la entidad, “El campo necesita reestablecer la confianza, requisito indispensable no sólo para volver al trigo, sino para alcanzar y superar los cien millones de toneladas de granos, tal como lo prevé el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA)”.  

También Confederaciones Rurales Argentinas, expresó su disgusto sobre la medida impulsada que afecta a más de  28 mil productores y subrayó como consecuencia: “la baja instantánea en el precio del trigo de más de 8 dólares por tonelada, que se agrega a los 500 millones de dólares menos que recibirán los productores en esta campaña fruto de la falta de competencia entre la exportación y la molinería”.

La entidad también recordó que los productores no son formadores de precio ya que el cereal incide en menos del 10% en el precio del pan. “Cabe preguntarse a quién beneficia esta política de intervención que no hace más que generar una gran pérdida de recursos para el país y perjuicio para todos los ciudadanos”, detalló.

El anuncio llega como el broche de un año de extrema presión impositiva, por la cual el malestar entre los productores se agudizó notablemente. Pero además, esta noticia echa por la borda la única buena que oportunamente habíamos celebrado. 

Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa