Esta localidad del norte pampeano fue fundada el 6 de marzo de 1910
Era 1910 y desde un lustro atrás, La Pampa vivía una era pródiga en asentamiento de centros poblados en su territorio. Llegó el mes de marzo y le correspondió el turno a Sarah, población ubicada en el Departamento Chapaleufú, cerca del límite pampeano - bonaerense, pero más próxima aún a los mojones pampeanos – cordobeses.
Sarah se sitúa a la vera de la Ruta Nacional 188, a la cual está unida por un acceso construido en los últimos años.
La línea del ferrocarril corría desde comienzos del siglo y ya estaban conformados los demás núcleos urbanos, con sus estaciones respectivas, pero entre Bernardo Larroudé y Mariano Miró había un importante claro en plena pampa húmeda, sin que los pobladores rurales contaran con una mínima forma de agrupamiento. Así se concretó el nacimiento de Sarah.
La fundación fue el remate de tierra del 6-3-1910, con lo cual coincide documentación de la administración provincial y trabajos de Armando Forteza. En la comuna se informa que el nombre fue por Sarah Wilkinson de Mastrengo, que donó terrenos para el pueblo y que más tarde fue esposa de José Santamarina.
Sobre éste, integrante de una familia dueña de vastas superficies cercanas, antecedentes reunidos en la Dirección General de Comisiones de Fomento registran que gestionó para que se construyera la estación de Sarah, concretada en 1909. El mismo testimonio añade lo del remate fundacional, de un acto del mismo día en el lugar previsto como plaza pública y la colocación de la piedra fundamental.
A través de las generaciones sucedidas en los años transcurridos, se recuerda el acontecimiento que fue la distribución de tierra y el trazado del pueblo, para lo cual, las vías del ferrocarril siempre adquirían un valor fundamental dentro de los medios de comunicación.
En los años de clima propicio, la producción rural deparó un movimiento interesante en el pueblo. Brazos laboriosos extraían del suelo ricos frutos, importantes no sólo para Sarah sino para la región. Desde cada una de las pequeñas comunidades se sumaba su cuota de una pampa que crecía.
No ocurrió lo mismo con un fenómeno desfavorable que hacia 1984 y 85 tuvo identificación particular con localidades del Noreste pampeano, al recibir el azote de las inundaciones por los desbordes del río Quinto que viene de las provincias de San Luis y Córdoba.
Sarah fue en un momento el pueblo más castigado, sus campos se inutilizaron, hasta que más tarde recobraron su aptitud para la producción, pero lo vivido constituyó uno de los momentos más difíciles en su trayectoria pueblerina y en la historia de la zona.
En cuanto a su población, hasta 1935 logró un buen desarrollo, con 682 habitantes entre urbanos y rurales en el censo territorial de ese año.
Sarah se sitúa a la vera de la Ruta Nacional 188, a la cual está unida por un acceso construido en los últimos años.
La línea del ferrocarril corría desde comienzos del siglo y ya estaban conformados los demás núcleos urbanos, con sus estaciones respectivas, pero entre Bernardo Larroudé y Mariano Miró había un importante claro en plena pampa húmeda, sin que los pobladores rurales contaran con una mínima forma de agrupamiento. Así se concretó el nacimiento de Sarah.
La fundación fue el remate de tierra del 6-3-1910, con lo cual coincide documentación de la administración provincial y trabajos de Armando Forteza. En la comuna se informa que el nombre fue por Sarah Wilkinson de Mastrengo, que donó terrenos para el pueblo y que más tarde fue esposa de José Santamarina.
Sobre éste, integrante de una familia dueña de vastas superficies cercanas, antecedentes reunidos en la Dirección General de Comisiones de Fomento registran que gestionó para que se construyera la estación de Sarah, concretada en 1909. El mismo testimonio añade lo del remate fundacional, de un acto del mismo día en el lugar previsto como plaza pública y la colocación de la piedra fundamental.
A través de las generaciones sucedidas en los años transcurridos, se recuerda el acontecimiento que fue la distribución de tierra y el trazado del pueblo, para lo cual, las vías del ferrocarril siempre adquirían un valor fundamental dentro de los medios de comunicación.
La riqueza agrícola y ganadera
Se afincaron vecinos básicamente inmigrantes, se insinuó en los primeros veinte años un desarrollo urbano que luego cesó y Sarah pasaría a construir una de las muchas pequeñas poblaciones, alimentadas en la riqueza agro-ganadera, con la inmensidad de los campos envolviendo la demarcación de vía férrea, estación y pueblo, con las mieses y la hacienda impregnado la vida cotidiana en toda la construcción urbana.En los años de clima propicio, la producción rural deparó un movimiento interesante en el pueblo. Brazos laboriosos extraían del suelo ricos frutos, importantes no sólo para Sarah sino para la región. Desde cada una de las pequeñas comunidades se sumaba su cuota de una pampa que crecía.
Años malos e inundaciones
Como es general en este territorio, llegaron los años en que predominó el clima adverso, el éxodo y la conocida migración interna desde localidades menores hacia las mayores, que se proyectó en el tiempo. Las alternativas en los distintos pueblos tienen ciertos denominadores comunes.No ocurrió lo mismo con un fenómeno desfavorable que hacia 1984 y 85 tuvo identificación particular con localidades del Noreste pampeano, al recibir el azote de las inundaciones por los desbordes del río Quinto que viene de las provincias de San Luis y Córdoba.
Sarah fue en un momento el pueblo más castigado, sus campos se inutilizaron, hasta que más tarde recobraron su aptitud para la producción, pero lo vivido constituyó uno de los momentos más difíciles en su trayectoria pueblerina y en la historia de la zona.
Instituciones y pobladores
Aparte de Comisión de Fomento, la localidad norteña cuenta con los organismos fundamentales para su desenvolvimiento. Tiene la Escuela Hogar Nº 77, Sala de Primeros Auxilios y el Club Deportivo Sarah. En su vida económica aparece naturalmente interconectada con pueblos vecinos, bajo el influjo de centros más grandes como Intendente Alvear y Realicó y aunque a más distancia, General Pico.En cuanto a su población, hasta 1935 logró un buen desarrollo, con 682 habitantes entre urbanos y rurales en el censo territorial de ese año.
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