lunes, 9 de julio de 2012

Apostar al yuyo La soja no sólo permite dolarizarse sino que los proyectos rinden 20 por ciento anual



Invertir desde $ 45.400 en pools de siembra es una forma que encontraron muchos ahorristas para subirse al alza del precio de la soja y, a la vez, poder comprar u$s 10.000 a precio oficial. En realidad, nunca llegan a adquirir los billetes, sino que invierten en pesos, pero consiguen la tan buscada cotización de $ 4,54.
?Para proteger los pesos, nada mejor que invertir en un negocio que esté de alguna manera dolarizado, para cubrirse de una eventual devaluación?, advierte José Demicheli, director ejecutivo de ADBlick Agro, que está dando un promedio de 16 por ciento anual en dólares en tres años.
A su juicio, ésta es la mejor manera de protegerse de una inflación del 24 por ciento anual, ya que el flujo de alquiler por un departamento se cobra en pesos, por lo que no está a salvo de una posible devaluación de la moneda. Y además la tasa de interés es menor, al igual que ocurre con los plazos fijos.
Por otra parte, destaca que el mercado mundial de alimentos se encuentra en franco crecimiento, y la Argentina forma parte del complejo oleaginoso más grande del mundo. ?Para invertir en esta industria es clave entrar en un negocio de escala, donde se diversifiquen cultivos y haya un buen management?, aconseja Demicheli, que maneja un pool de 35.000 hectáreas donde 500 inversores destinaron un total de u$s 17,5 millones.
Gabriel Marinozzi, presidente de Sama Agro, advierte que el aumento en el precio de la soja es muy incipiente todavía, pero estima una rentabilidad del 20 por ciento anual, ?aunque si la sequía en los Estados Unidos continúa, va a traccionar más el precio, que traerá consecuencias positivas en la utilidad para el inversor?.
Sin embargo, remarca que el precio de los futuros aún no se incrementó, porque se estima que Brasil y la Argentina pueden resolver el problema del mundo en el verano. ?Ahora, si la soja en vez de cotizar a u$s 315 en Rosario pasa a u$s 360 o a u$s 380, la rentabilidad puede alcanzar el 40 por ciento o hasta el 50 por ciento, ya que los demás componentes son costos hundidos?, detalla Marinozzi, que maneja un pool de 30.000 hectáreas con inversiones por un total de u$s 12 millones.
El ejecutivo destaca que la industria venía de un año muy malo climáticamente, que provocó quebrantos en la mayoría de las empresas, con pérdidas del 30 por ciento en la producción. Además, muchos inversores del
exterior se retiraron a partir del cepo cambiario. ?Los bancos, que refinanciaban exportaciones en dólares a entre el 3 por ciento y el 5 por ciento anual se pusieron reticentes luego de la fuga de depósitos, y la financiación en pesos al 20 por ciento resulta cara para este negocio?, describe el directivo.
Esto trajo aparejado un excedente de campos para alquiler, cuyos dueños debieron bajar sus precios un 30 por ciento. Los terrenos más afectados fueron los de mayor extensión, ya que los grandes pools salieron a reducir su área de producción. Incluso, muchos con tal de poder colocarlos ofrecen sus campos ?aparcería?, que consiste en compartir el éxito de la producción.

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