En plena jura de Holando en Palermo, la lechería se mostró de luto

En plena jura de grandes campeones de la raza Holando Argentino, en la pista central de la Rural, la realidad de la lechería se hizo presente. Con una simbólica suelta de globos negros, los productores mostraron la difícil situación que atraviesan los tambos, con los precios de la leche estancados hace un año y con costos que treparon más de un 25%. “Estamos nuevamente frente a un escenario de cierre de tambos ya que los precios de la leche en tranquera se encuentran congelados y los tambos no alcanzan a cubrir sus costos de producción”, dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Luis Biolcati. En la pantalla gigante de la pista central, mientras los jurados evaluaban quién se llevaría el máximo galardón de Palermo, la gente que colmó las tribunas pudo leer frases que explicaban las razones de la protesta. “Para cubrir sus costos, sin afectar el precio al consumidor, el productor debería recibir $2 por litro de leche. Hoy recibe $ 1,49 por litro, menos que hace un año, con costos que subieron más del 25%, y precios al consumidor que treparon entre 10 y 25%”, se leía en la pantalla de la pista central. “Tanto productores como consumidores son los más perjudicados por estas políticas”, afirmó Biolcati. Con volantes, los productores de leche y criadores de Holando también alertaron que en la Argentina cierran tres tambos diarios. Además, mostraron que mientras en nuestro país, el tambero recibe $ 1,49 por litro de leche, en Uruguay recibe $ 1,98 y $ 2,11 en Brasil. Según datos del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina, desde 2008 a la fecha, el precio al productor aumentó 89%, mientras que los costos crecieron 139% y el precio al consumidor 163%. Por último, los tamberos alertaron que hoy la producción de leche de la Argentina está en los mismos niveles que en 1998. “La lechería necesita reglas claras que alienten la inversión para que se pueda procesar toda la producción de leche y que no se deprima el precio al tambero, porque cuando cierra un tambo, se atenta contra el arraigo y el trabajo genuino”, dijo Biolcati.