Se desarrollan en la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Universidad Nacional de La Pampa, las últimas jornadas correspondientes al curso de Posgrado, “El equipo interdisciplinario. Las tensiones que se generan”, en el marco de un convenio de esta casa de estudios con el Consejo Provincial de la Mujer, del Gobierno provincial.
Está destinado a profesionales de abogacía, psicología, trabajo social, efectores del Estado, operadores comunitarios y otras disciplinas intervinientes en la atención integral de la problemática de la violencia de género.
Elizabeth Rossi, titular del Consejo Provincial de la Mujer, destacó que la sociedad “cada vez tiene mayor grado de compromiso, desde el Estado con políticas públicas y desde los ámbitos académicos se trata de profundizar el estudio de la problemática. El objetivo es formar operadores en el marco de este convenio, porque estamos convencidas que con mayor preparación y sensibilización, es como podremos desmontar los obstáculos que todavía hoy impiden la efectiva igualdad de derechos”.
El curso de posgrado ha sido coordinado por Daniela Zaikoski Biscay, de la UNLPam, y contó con la presencia de la capacitadora Mónica Pérez, perteneciente a la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cual tiene una amplia trayectoria y experiencia, no solo en la violencia contra la mujer, sino contra niñas, niños, adolescentes y adultos mayores.
Precisamente, Mónica Pérez agradeció la invitación a participar del posgrado, “porque cada experiencia de cada lugar nos aporta un enriquecimiento, mediante el interactuar y articular políticas públicas que son las que van a terminar evitando o erradicando todas las situaciones de violencia”.
Señaló que la violencia hacia los niños no está separada de la violencia de género, “los niños y niñas están inmersos, son testigos y están expuestos permanentemente a las situaciones de violencia de género. La violencia está dada en una violencia social y simbólica. Los distintos organismos invisibilizan, naturalizan, insensibilizan y encubren las distintas formas de violencia”. Pérez afirmó que mediante estas jornadas se permite “romper el silencio que es el que mantiene la violencia”.
El abordaje de la violencia, “tiene que ser interdisciplinario e interinstitucional. En el primer caso, tienen que intervenir por lo menos cuatro disciplinas: el área legal, el área psicológica, el área de los trabajadores sociales, el área de la medicina; pero también se tendrían que incorporar los sociólogos y antropólogos, porque son los que dan el marco para poder evaluar en qué contexto social, esa víctima se encuentra”.
En tanto, se tiene que dar lo interinstitucional, “ya que una sola institución no puede hacer el abordaje. Está la educación en la detección; la salud, en detección, seguimiento y tratamiento; el área jurídica, para dictar medidas o si hay delitos, poder sancionarlos y poner un límite. El ámbito de los recursos del Poder Ejecutivo, en cuanto a que haya un refugio para las víctimas que no lo puedan tener, entre otras. La intervención es de toda la sociedad, como también el posicionamiento de los medios de comunicación que a veces pueden revictimizar, por ello hay que ser muy cuidadoso”.
La capacitadora manifestó que todavía no se cumple con la excelencia que quisiéramos en cuanto a la formación de equipos, pero, “desde que yo empecé a ver la primera víctima en el año 1979, se ha crecido muchísimo y cada vez hay mayores recursos”, concluyó Pérez.
Está destinado a profesionales de abogacía, psicología, trabajo social, efectores del Estado, operadores comunitarios y otras disciplinas intervinientes en la atención integral de la problemática de la violencia de género.
Elizabeth Rossi, titular del Consejo Provincial de la Mujer, destacó que la sociedad “cada vez tiene mayor grado de compromiso, desde el Estado con políticas públicas y desde los ámbitos académicos se trata de profundizar el estudio de la problemática. El objetivo es formar operadores en el marco de este convenio, porque estamos convencidas que con mayor preparación y sensibilización, es como podremos desmontar los obstáculos que todavía hoy impiden la efectiva igualdad de derechos”.
El curso de posgrado ha sido coordinado por Daniela Zaikoski Biscay, de la UNLPam, y contó con la presencia de la capacitadora Mónica Pérez, perteneciente a la oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cual tiene una amplia trayectoria y experiencia, no solo en la violencia contra la mujer, sino contra niñas, niños, adolescentes y adultos mayores.
Precisamente, Mónica Pérez agradeció la invitación a participar del posgrado, “porque cada experiencia de cada lugar nos aporta un enriquecimiento, mediante el interactuar y articular políticas públicas que son las que van a terminar evitando o erradicando todas las situaciones de violencia”.
Señaló que la violencia hacia los niños no está separada de la violencia de género, “los niños y niñas están inmersos, son testigos y están expuestos permanentemente a las situaciones de violencia de género. La violencia está dada en una violencia social y simbólica. Los distintos organismos invisibilizan, naturalizan, insensibilizan y encubren las distintas formas de violencia”. Pérez afirmó que mediante estas jornadas se permite “romper el silencio que es el que mantiene la violencia”.
El abordaje de la violencia, “tiene que ser interdisciplinario e interinstitucional. En el primer caso, tienen que intervenir por lo menos cuatro disciplinas: el área legal, el área psicológica, el área de los trabajadores sociales, el área de la medicina; pero también se tendrían que incorporar los sociólogos y antropólogos, porque son los que dan el marco para poder evaluar en qué contexto social, esa víctima se encuentra”.
En tanto, se tiene que dar lo interinstitucional, “ya que una sola institución no puede hacer el abordaje. Está la educación en la detección; la salud, en detección, seguimiento y tratamiento; el área jurídica, para dictar medidas o si hay delitos, poder sancionarlos y poner un límite. El ámbito de los recursos del Poder Ejecutivo, en cuanto a que haya un refugio para las víctimas que no lo puedan tener, entre otras. La intervención es de toda la sociedad, como también el posicionamiento de los medios de comunicación que a veces pueden revictimizar, por ello hay que ser muy cuidadoso”.
La capacitadora manifestó que todavía no se cumple con la excelencia que quisiéramos en cuanto a la formación de equipos, pero, “desde que yo empecé a ver la primera víctima en el año 1979, se ha crecido muchísimo y cada vez hay mayores recursos”, concluyó Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.