Este viernes al mediodía Luis Maldonado escuchó la sentencia. Le dieron también 10 años de inhabilitación para manejar. Las querellas de los familiares de las víctimas habían pedido una condena ejemplar.
Este viernes, al mediodía, el juez de audiencia, Daniel Saez Zamora, leyó en la Ciudad Judicial la sentencia en el juicio por homicidio culposo que se le siguió a Luis Oscar Maldonado, el hombre que pasó en camión un semáforo en rojo en Illía y Circunvalación el 11 de setiembre de 2011, chocó un auto, y en el siniestro murieron dos mujeres y otra sufrió heridas graves.
Tal como reclamó el fiscal Carlos Ordás la semana pasada, le aplicaron una pena de cuatro años de prisión efectiva, por considerar que actuó con negligencia e imprudencia. También le dieron 10 años de inhabilitación para manejar.
Los abogados querellantes de las víctimas habían solicitado condenas más duras y por la figura del homicidio simple con dolo eventual, 8 años de prisión por un lado y 10 años de carcel por el otro.
En el juicio declaró Margarita Beatriz Lobato (tuvo hemotorax y fractura de costillas), la sobreviviente del siniestro vial, que manejaba el Volskwagen Fox que fue embestido por el Mercedes Benz 1114. La mujer, junto a María Elida García y Margarita Riela, salieron del Casino a las 5 de la madrugada, y detuvo el auto en el semáforo de Illía y Circunvalación. “Una vez que habilitó el verde, ahí arranqué”, declaró en el debate.
El camión que la embistió no frenó en ningún momento. Lo conducía Maldonado, acompañado de un hijo y otra persona. Habían salido del salón de Vialidad, dónde habían asistido a un casamiento. Las dos acompañantes del auto, García y Riela, fallecieron.
Maldonado, que no declaró en el juicio, aceptó decir una última palabra antes del veredicto. “Fue un accidente. Manejo desde los 18 años. Es muy malo el momento que estoy pasando. Pido perdón por el dolor”, dijo. “Yo no salí en el camión a matar a nadie. Es la primera vez que me pasa. Es doloroso, muy feo”, completó.
El fiscal Ordás consideró probado que el camión pasó el semáforo en rojo a partir de dos testimonios de automovilistas que esperaban el paso en esa esquina y de la conductora atropellada. Según la secuencia del semáforo, el fiscal calculó que si el camión circulaba a 70 kilómetros de velocidad tuvo 9 segundos y 175 metros de distancia para observar que el semáforo estaba en rojo.
Por su parte, el abogado querellante, Sergio Sánchez Alustiza, pidió ocho años de prisión y alegó que Maldonado conducía “de manera alocada” y puso en riesgo la vida de más personas, en referencia a que esa noche huyó del lugar del siniestro y pasó otro semáforo en rojo en la avenida Palacios. Además, transitó en contramano por la calle Chile, para llegar a esconder el camión en la casa de un familiar, donde finalmente lo halló la policía.
La abogada Marina Alvarez solicitó una condena de 10 años de prisión y apuntó al costado social del veredicto. “Nos hemos acostumbrado que cuando sucede un accidente no pasa nada y hay una sensación de injusticia generalizada”, dijo. “Esto no es un accidente, pudo prevenirlo. Debió representarse el perjuicio que podía ocasionar, se demostró un desprecio total de la vida”, completó.
A su turno, el defensor, Román Fiorucci, pidió la absolución por considerar que no hay pruebas materiales de que Maldonado condujese en exceso de velocidad -dijo que la velocidad permitida en ese lugar es de 60 km- y porque los dos ocupantes del camión testimoniaron que manejaba en forma “normal”. Fiorucci puso en duda que el camión pasó el semáforo en rojo por algunas “contradicciones” de dos testigos y bajo la suposición de que la conductora del auto no podía decir otra cosa.
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