Un paciente oriundo de Cutral Co permanece internado en el hospital Castro Rendón con un cuadro que coincide con el de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), más conocido como el “mal de la vaca loca”.
Un paciente oriundo de Cutral Co permanece internado en el hospital Castro Rendón con un cuadro que coincide con el de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), más conocido como el “mal de la vaca loca”.
Se trata de un hombre de 49 años de la zona rural de Cutral Co cuyo estado de salud es complicado porque “está muy grave”. En menos de 48 horas las autoridades del Castro Rendón confirmarán el caso.
“El cuadro clínico es compatible con esta enfermedad, al igual que las imágenes de la resonancia. La tercera prueba es el análisis que mandamos a Buenos Aires (Instituto Malbrán) y que todavía no tenemos el resultado, con eso confirmaríamos”, dijo el director asociado de Diagnóstico y Tratamiento del hospital Castro Rendón, Adrián Cattaneo.
Sostuvo que a priori “el diagnóstico es bastante aproximado” porque “dos de esas tres patas están confirmadas”.
El epidemiólogo explicó que la enfermedad de la “vaca loca” o Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es una encefalitis, una inflamación del cerebro y las meninges producto, en este caso, de una acumulación de proteínas que se llama priones.
Dijo que esa proteína se va acumulando en las células del cerebro provocando una inflamación generalizada. Como consecuencia, empieza a tener síntomas de cefalitis como son las cefaleas, dolores generalizados, cervicalgias, trastornos del sensorio, deterioro de la conciencia, pérdida de la lucidez; se ponen soporosos, empiezan a tener fotofobia, pueden tener vómitos y pérdida del apetito. “El deterioro lleva al coma y a la muerte”, agregó.
El especialista mencionó que hace unos años en Gran Bretaña se detectó un aumento desproporcionado de casos. “En general hemos tenido casos aislados en la provincia. Cada dos o tres años aparecen un par de casos”, indicó.
Sostuvo que a priori “el diagnóstico es bastante aproximado” porque “dos de esas tres patas están confirmadas”.
El epidemiólogo explicó que la enfermedad de la “vaca loca” o Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es una encefalitis, una inflamación del cerebro y las meninges producto, en este caso, de una acumulación de proteínas que se llama priones.
Dijo que esa proteína se va acumulando en las células del cerebro provocando una inflamación generalizada. Como consecuencia, empieza a tener síntomas de cefalitis como son las cefaleas, dolores generalizados, cervicalgias, trastornos del sensorio, deterioro de la conciencia, pérdida de la lucidez; se ponen soporosos, empiezan a tener fotofobia, pueden tener vómitos y pérdida del apetito. “El deterioro lleva al coma y a la muerte”, agregó.
El especialista mencionó que hace unos años en Gran Bretaña se detectó un aumento desproporcionado de casos. “En general hemos tenido casos aislados en la provincia. Cada dos o tres años aparecen un par de casos”, indicó.
El consumo de los sesos, la clave
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob no es contagiosa de persona a persona sino de animal a persona. “La contaminación se produce a partir de la ingesta de animales que tengan esta proteína. Fundamentalmente por el consumo de cerebro de los animales (seso) que no esté bien cocido”, dijo Cattaneo
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