En la vigilia pascual, el Pontífice pidió "no perder la confianza"
Durante la celebración más importante del año litúrgico, llamó a "no cerrarse a la novedad que significa Dios resucitado"; hoy presidirá la misa de Pascua en la Plaza San Pedro.
ROMA.- "No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos: no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a él."
Al presidir anoche su primera vigilia pascual , considerada la celebración más importante de todo el año litúrgico, que evoca el pasaje de la muerte a la vida de Jesús, con palabras sencillas y directas el papa Francisco llamó a no cerrarse a la novedad que significa Dios resucitado, enviando un mensaje de esperanza.
"¡No nos cerremos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas!", exhortó el primer papa argentino en su homilía, al asegurar que, aunque muchas veces estamos "cansados, decepcionados, tristes, sentimos el peso de nuestros pecados y pensamos que no lo podemos conseguir", no hay situaciones que Dios no pueda cambiar.
Al comentar el Evangelio de la vigilia pascual , en el que las mujeres van al sepulcro de Jesús, inesperadamente ven que está corrida la piedra, no encuentran el cuerpo y se quedan perplejas, Francisco habló del miedo a lo que es totalmente nuevo con respecto a lo de todos los días.
"Nos quedamos parados, no lo entendemos, no sabemos cómo afrontarlo. A menudo, la novedad nos da miedo, también la novedad que Dios nos trae, la novedad que Dios nos pide. Tenemos miedo de las sorpresas de Dios; Él nos sorprende siempre", dijo.
Considerada la madre de todas las liturgias, a la primera vigilia pascual de Francisco, que concelebró con 30 cardenales, asistieron cientos de fieles de todo el mundo, entre ellos, muchos argentinos, religiosos y embajadores acreditados, que llenaban la Basílica de San Pedro.
Muy sugestivo, el rito comenzó en el atrio del templo, donde bendijo el fuego y el cirio pascual. La basílica entonces se encontraba a oscuras. El cirio prendido, llevado en procesión, con el que se fueron encendiendo las velas de los fieles, simbolizaba el ingreso de la luz, Cristo, del mundo de las tinieblas del pecado, la soledad y la muerte.
En su sermón, al explicar el significado de la resurrección, el Papa habló de la novedad de Dios que se presenta ante los ojos del mundo como la victoria sobre el pecado, sobre el mal, sobre la muerte, sobre todo lo que oprime la vida y le da un rostro menos humano.
"Y éste es un mensaje para mí, para ti, querida hermana y querido hermano. Cuántas veces tenemos necesidad de que el amor nos diga: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana, tienden a que nos encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura... y es ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a aquel que vive", pidió.
Acto seguido, llamó a recibir "como amigo, con confianza" a Jesús resucitado. "¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado lejos de él, da un pequeño paso: te recibirá con los brazos abiertos. Si eres indiferente, acepta arriesgar: no quedarás decepcionado. Si te parece difícil seguirlo, no tengas miedo, confía, ten la seguridad de que él está cerca de ti, y te dará la paz que buscás y la fuerza para vivir como él quiere", dijo.
Finalmente, llamó a aprender a "hacer memoria de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas". "En esta noche de luz, pidamos al Señor que nos haga partícipes de su resurrección: nos abra a su novedad que trasforma, a las sorpresas de Dios; que nos haga hombres y mujeres capaces de hacer memoria de lo que él hace en nuestra historia personal y la del mundo; que nos haga capaces de sentirlo como el Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros", exhortó.
En la segunda parte de la liturgia, que duró más de tres horas, entre coros y en un clima de gran recogimiento, el papa venido del fin del mundo bautizó y confirmó a cuatro jóvenes: un albanés, un italiano, un ruso -que eligió llamarse Francesco, como él- y a un norteamericano. El Papa entonces volvió a lucir esa sonrisa que conquistó a los italianos.
Hoy el Santo Padre presidirá la misa solemne de Pascua en la Plaza San Pedro.
Aunque se pronostica lluvia, se espera que asista nuevamente una gran multitud a la celebración, que culminará con una bendición urbi et orbi , a la ciudad y al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
BRASIL, IRÓNICO CON EL PAPA ARGENTINO
- Un grupo brasileño grabó un videoclip que trata, en clave humorística, la elección del papa Francisco y suelta ironías sobre la falta de humildad de los argentinos, el reclamo por la soberanía en las islas Malvinas y la antigua adicción de Diego Maradona a las drogas. "Messi es divino, el Papa es argentino y Maradona ya no «snifa» [aspira cocaína]... Ustedes mandan en la Iglesia", dice la canción.
- "Nación papal" es el título y estribillo de la canción que no pierde la ocasión para abordar la autoestima de los argentinos, al decir que con la llegada de Jorge Mario Bergoglio al trono de Pedro por "primera vez en la historia un argentino acepta estar debajo de Dios". Desde que ocurrió, la elección de Francisco dio lugar a comentarios cargados de picardía en medios brasileños.
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