domingo, 26 de octubre de 2014

“Megaestafa” con cheques del BLP


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El monto es superior a 1.500.000 pesos. Citarían al gerente de la sucursal de General Pico y a una oficial de Cuentas por el otorgamiento de una chequera.
General Pico.-La Policía y la Justicia piquenses llevan adelante actualmente tres investigaciones diferentes, no conectadas entre sí, donde comerciantes de esta ciudad, la zona y provincias limítrofes fueron estafados con cheques robados o sin fondos.
Mientras se agranda el monto y la cantidad de damnificados en la causa de las chequeras del Banco de La Pampa, se abrieron otros dos legajos: uno por un fraude de más de 750.000 pesos y el otro de 50.000. Sumando los tres casos, hasta ahora son casi 200 los valores rechazados, por un monto superior a 1.500.000 pesos.
Las estafas con cheques se convirtieron en los últimos meses en delitos habituales y sumamente perjudiciales, no solo por los montos de dinero que se manejan, sino por la gran cantidad de damnificados existentes. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo a lo que surge en las investigaciones, esas cifras tienen un movimiento constante y ascendente que no permite aún vislumbrar el techo de cada una de las estafas.
Esta semana se conocieron dos casos, que perjudicaron a comerciantes de la zona norte de la provincia en sumas más que importantes.
El primero tuvo su inicio en mayo, cuando los dueños de las concesionarias de autos ReCar y Fontanillo Automotores denunciaron que una persona se presentó en sus locales y les adquirió a ambos automóviles Volkswagen Polo. En cada caso, los estafadores pagaron con tres cheques, que al momento de intentar cobrarlos fueron rebotados por no poseer fondos.
Tras las denuncias, se inició una investigación en manos de la fiscala Ana Laura Ruffini, quien dispuso el secuestro de ambos rodados. Mientras estas labores se cumplimentaban, fue detectada una nueva estafa a la agencia Sol Automotores, que también vendió un auto en las mismas condiciones, el cual aún no pudo ser hallado.
La Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II llevó adelante las labores investigativas determinando que los cheques pertenecen a una chequera emitida por el Banco de La Pampa sucursal La Maruja a nombre de Abel Wertz, una persona radicada en Rancul.
Llama la atención que hasta meses atrás Wertz no tenía ningún registro negativo y en poco tiempo, entre los meses de mayo y julio, acumuló 94 cheques rechazados por un valor superior a los 750.000 pesos. Nunca radicó denuncia alguna por robo o extravío de los cheques, por lo que se presume que los entregó por algún motivo a terceros.
De todas formas, los autores materiales de la estafa fueron identificados como dos hombres de apellidos Gutiérrez y Escudero. Este último tiene más de 15 causas abiertas por estafa y en el último tiempo fue protagonista de varios hechos que tomaron estado público.
En esta oportunidad, tanto su casa como la de su cómplice fueron allanadas y se secuestraron allí elementos de interés para la causa. Ambos fueron formalizados por “estafa” y dejados en libertad.

El comienzo

El tema de las estafas se instaló fuertemente en los medios a comienzos del mes de septiembre, cuando se hicieron públicas varias denuncias presentadas en la Comisaría Primera, que permitieron descubrir la existencia de una banda organizada dedicada a comprar diferentes elementos en comercios de la ciudad, poblados vecinos, el oeste de Buenos Aires y el sur de Córdoba.
Aquí, las presentaciones las hicieron las firmas Sampaoli y García, Mundo Fiat, Casa Ruffini y Aillá Winká. De acuerdo a lo que pudo saber este medio, hubo también intentos de estafa en un local de venta de motos y un concesionario de autos de esta ciudad, además de una sucursal de Pinturería Deballi en Santa Rosa, cuyo propietario radicó la correspondiente denuncia por el intento de estafa.
Desde el principio se manejaron cifras importantes, que fueron aumentando conforme más estafados se presentan ante la Policía y la Justicia para denunciar los hechos de los que fueron víctimas. En todos hubo un modus operandi similar, cometido por personas que utilizaron cheques a nombre de una joven de 19 años de apellido Aimetta.
Hasta esta semana la cantidad de valores “rebotados” por no poseer fondos era de 99, por un monto total de 530.212. Se presume que estos números se engrosarán, ya que la sospechosa mencionada obtuvo del Banco de La Pampa tres chequeras de 50 valores cada una, es decir que aún podría haber en circulación varios cheques más.
Más allá de que Aimetta presentaba una “valoración positiva” del Banco Central de la República Argentina, en los próximos días serían citados el gerente de la sucursal local del Banco de La Pampa y una oficial de Cuentas, para que expliquen por qué le otorgaron las chequeras poco después de que abriera una cuenta corriente en julio de este año.
La causa es investigada por el fiscal Alejandro Gilardenghi, quien ya habría conseguido material probatorio para sospechar al menos de cinco personas más e identificar al supuesto “cabecilla”, una persona muy reconocida del ambiente delictivo local. Inclusive, dispuso un allanamiento días atrás en una vivienda de calle 8 y 33, donde fueron recuperados algunos de los cheques que aún no fueron usados.
Tanto en este caso como en los anteriores, se manejan hipótesis diferentes en cuanto a la participación de los titulares de las chequeras. Mientras algunas posturas hablan de una participación activa dentro de las estafas, otras sostienen que en realidad estas personas podrían “haber sido forzadas” a emitir los valores, ya sea mediante amenazas de agresión o para saldar alguna deuda con peligrosos acreedores.

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