El caudillo bonaerense se muestra reflexivo. Analiza el escenario con el oficio propio de quien lleva más de 40 años en la pelea electoral. Y con un puñado de frases valida la hipótesis de que su figura recobra influencia en los momentos calientes. El animal político está vivo y no pretende disimularlo.
En el piso 11 de una oficina ubicada a 150 metros del Congreso de la Nación, el ex Presidente le cuenta aInfobae que hoy trabaja para “recuperar al Partido Justicialista“, porque “quisieron extinguirlo y convertirlo en el Partido de la Victoria, como si la historia no existiera“. Y adelanta que su segundo (e inminente) paso será “convocar para conformar una gran fuerza” que impulse y respalde al próximo mandatario.
Gran coalición o caos es la alternativa para lo que viene. Hablo con todos los precandidatos para convencerlos de que no se puede gobernar sin mayoría parlamentaria, pero algunos se subieron al caballo y no quieren bajarse
Es difícil, pero ¿qué otra opción tiene un dirigente que tratar de generar las condiciones para que eso suceda? Se logrará o no, pero yo me quedaré con la conciencia tranquila de que hice todo lo que pude
-Hablo con todos y los quiero convencer, pero muchos están subidos al caballo. No entienden que cualquiera de los que gane no va a tener mayoría parlamentaria, entonces liderará un Gobierno destinado al fracaso. Algunos me dicen: “Ganamos y después logramos la mayoría”. ¡No! (golpea la mesa), eso se consigue antes de las elecciones, después es Banelco… Y por experiencia ya sabemos el desastre que eso significa
-No voy a hacer nombres porque no corresponde. Lo que está claro es que muchos creían que no éramos capaces de organizar un congreso en sólo 20 días y lograr que venga gente de todas las provincias. Pensaban que era una fábula, pero no lo es
“
Este Gobierno ni siquiera vive en los 70, como se suele decir: vive en los 50. Pero ya se superó esa etapa, no hay más autoritarismo en el mundo“, sentencia, con el
amargo recuerdo de cómo terminó su relación con la familia Kirchner, luego de impulsar a Néstor a la presidencia. Y pide un cambio de rumbo: “
El peronismo tiene que volver adonde lo dejó Perón, no el de la primera etapa, que hizo una revolución social e incorporó al país al estado de bienestar en un contexto mundial de liderazgos totalitarios; eso se terminó. Él era un hombre muy inteligente y entendió, luego de observar el fenómeno europeo, que se había acabado el autoritarismo. Entonces volvió el Perón del abrazo con (Ricardo) Balbín, el del encuentro“.
Cristina no quiere ganar, pretende quedarse con la mayor cantidad de diputados nacionales para tener algún poder. Al próximo Presidente no se si lo voy a felicitar o le voy a dar el pésame
La unión hace la fuerza
Aunque se niega a revelar los nombres de los candidatos a los que quiere convencer de que “se bajen del caballo”, Duhalde ofrece algunas respuestas que permiten especular sobre quiénes son los dirigentes que –entiende- deberían confluir en un mismo espacio. Por supuesto, siempre con el PJ como gran impulsor.
-¿Para quién va a jugar el justicialismo que no está alineado con el Frente para la Victoria?
-Eso se verá dentro de poco. Primero hay que recuperar al Justicialismo, luego reunirse y recién después decidir qué se hace. Al kirchnerismo nunca le interesó el partido, lo tuvieron como un sellito más dentro de otros ocho o nueve que constituyeron el FpV
-De los candidatos que se mencionan, ¿cuál representa la identidad del peronismo?
-Hay muchos, muchos… Tenemos jóvenes como el caso de Sergio Massa, que es uno de los dirigentes con más potencial. Otros más experimentados como Adolfo Rodríguez Saá, que es el mejor Gobernador que ha tenido el país en los últimos 30 años. Está José Manuel De la Sota, que lidera una provincia genéticamente radical. Y Daniel Scioli, que se encuentra en el Frente para la Victoria, pero se no sé qué decidirá
-¿Es cierto que usted quiere convencer a Scioli de que rompa con el FpV?
-No, no… a los dirigentes que ya son grandes no se les puede decir lo que tienen que hacer; si uno cree que lo necesitan, entonces es porque no sirven. Yo hablo con él y tengo amistad con muchos, pero las decisiones las tienen que tomar ellos
-¿Cómo definiría a Scioli?
-Es un pacificador, un hombre de una paciencia infinita. Yo he hablado mucho con él y su argumentación es impecable porque dice: ‘Yo siempre respaldé al Presidente con el que estuve, no estoy para discutir las políticas nacionales’. Ese es Daniel Scioli, un hombre capaz de soportar cualquier cosa. Yo le decía hace unos años que es un estoico. No tiene rencores y es muy difícil no sentirse bien en su presencia. No se pelea con nadie ni por nada. Es una personalidad muy interesante
-¿Por qué la Presidente no elige candidato?
-Porque Cristina no quiere ganar, lo que quiere es quedarse con la mayor cantidad de diputados nacionales para mantener algún poder. ¿Si prefiere que gane Macri? Eso no lo sé
-Entonces qué debería hacer Scioli, ¿tendría que seguir en el Frente para la Victoria?-No me meto, Daniel es bastante grande como para saber qué es lo que tiene que hacer. Por ahí dejó de ser peronista y se convirtió en kirchnerista
Macri es inteligente y su discurso encajó en la sociedad. Scioli es un pacificador pero está en el FpV y no sé que hará, por ahí dejó de ser peronista y se volvió kirchnerista. Massa un día va a ser Presidente, aunque deberá evaluar si su momento es ahora
Duhalde todavía confía en el “enorme potencial” que tiene la Argentina, pero ya no se lo escucha tan convencido de que este es “un país condenado al éxito“. Al menos a mediano plazo.
La clave del poskirchnerismo -dirá una y otra vez a lo largo de la charla con Infobae- pasa por conseguir(mediante acuerdos preelectorales) la mayoría parlamentaria. Sin ese apoyo legislativo –considera-, el sucesor de Cristina Kirchner deberá afrontar un vía crucis durante los dos primeros años de mandato. “El que no lo entiende es porque le falta experiencia“, remarca.
El referente peronista resume su diagnóstico con una frase lapidaria que –cuenta- se la dijo hace unos meses a uno de los tres principales candidatos a la presidencia: “El día del acto de asunción en la Casa Rosada, al ganador no sé si lo voy a felicitar o le voy a dar el pésame“.
-Es una frase fuerte para darle la bienvenida al nuevo Presidente
-Es que así de duro es lo que viene en la Argentina. No se puede gobernar este país sin mayorías parlamentarias. Si no la entienden, bueno… es porque les falta rodaje. Sin mayoría en el Congreso no van a poder cumplir lo que prometen. Dicen que vana hacer esto y lo otro, pero no van a hacer una mierda
-¿Escuchó muchas mentiras estas semanas?
-No son mentiras sino frases de campaña. Pero se transforman en una falta de respeto a la gente que entiende. No saben ni lo que hay adentro, prometen sin tener idea de lo que les van a dejar
Sube y baja
Las últimas encuestas colocaron a Mauricio Macri como el precandidato opositor mejor posicionado en la carrera por la sucesión presidencial. Y Duhalde considera que esos datos deben ser tomados en serio: “Su crecimiento es real. Se trata de un hombre joven que ha demostrado que, a pesar de que le hicieron zancadillas de todo tipo, pudo hacer obras visibles que la gente mayoritariamente le reconoce”.
-¿Cómo ve el peronismo al jefe de Gobierno?
-No lo sé. Yo hace muchos años que no creo el cuento de la izquierda y la derecha, eso no existe más. Lo importante es que se tenga sensibilidad para resolver los temas más angustiantes para la gente. Macri me parece una persona inteligente. Lo veo mucho mejor que hace cuatro o cinco años, está más desenvuelto. Y creo que su discurso encajó en lo que la sociedad quiere. Pero eso es lo que se habla, luego hay que cumplirlo…
-El caso contrario parece Sergio Massa, ¿cree que perdió terreno?
-Para mí es uno de los proyectos más importantes que tiene el Justicialismo y siempre dije que un día va a ser Presidente de la Argentina. Pero creo que el PJ no tiene que pensar sólo en 2015, también debe apuntar a 2019. Vamos a ver qué pasa, Sergio conversará, analizará y sabrá si su momento es ahora.
-¿Usted que le recomendaría?
-Lo que le recomiendo se lo digo a él. Le repito: siempre lo he visto como un gran proyecto. Si su tiempo es ahora, no lo sé, él decidirá
-Ceder espacio es difícil en cualquier ámbito, pero en la política parece aún más complicado, ¿cómo se vive después de ser Presidente?
-Con una tranquilidad enorme. En el Gobierno yo creí que me moría, pensé que no iba a superarlo. Fue una etapa muy dura, con un estrés y una sensación de angustia permanentes. Depende la personalidad de cada uno: Carlos Menem gozaba el poder, uno lo veía siempre como una pinturita, dándose tiempo para todo. Sin embargo, los que tenemos otras características vivimos sufriendo por lo que pasa. En cambio ahora estoy muy tranquilo: me levanto temprano, camino en la cinta, leo, escribo dos libros por año…
-¿Cómo se la imagina a Cristina Kirchner cuando deje la presidencia?
-Es una personalidad muy especial, no sé lo que va a hacer. A veces se me escapa decir ‘pobre Cristina’, y alguno que me escucha se enoja. Pero yo me imagino lo que debe ser su cabeza hoy, con tantos problemas, con tantas denuncias y tantos escándalos… Debe ser insoportable. Igual no sé si para ella va a ser un alivio. Al menos desde que la conozco, nunca tuvo un círculo de amistades que la ayudara a relajarse
Honestidad brutal
Sobre el final de la entrevista, Duhalde vuelve hacer foco en la necesidad de sellar un gran acuerdo para que el próximo jefe de Estado gobierne con mayoría parlamentaria. Y recalca la importancia de que el PJ se agrupe y sea cabeza de una gran coalición que respalde al ganador de las elecciones de octubre. En ese contexto hará una inesperada e impactante autocrítica.
“En la UCR en general primó la ejemplaridad: nadie puede decir que Frondizi, Illia y don Raúl (Alfonsín) tuvieron otro interés que no fuera el bien de la República. Y nosotros (por el PJ) tal vez no fuimos siempre así”
-¿Entonces es cierto que no se puede gobernar sin el apoyo del peronismo?
-Eso es mentira, es un mito antidemocrático que se afirmó por el desgraciado último gobierno del radicalismo (se refiere a la Alianza que encabezó Fernando de la Rúa)
-¿Por qué se instaló esa idea?
-Porque la UCR es un partido que siempre estuvo más avanzado que el peronismo en el concepto de lo que es la República. En los últimos 50 años, en el radicalismo primó la ejemplaridad: nadie puede decir seriamente que (Arturo) Frondizi, (Arturo) Illia o don Raúl (Alfonsín) tuvieron otro interés que no fuera el bien de la República. Y nosotros (por el PJ) tal vez no fuimos siempre así. Esta es la verdad y hay que decirla sin eufemismos, más allá de mi idea política
-¿En qué momento el Justicialismo no se comportó de un modo ejemplar?
-Usted se da cuenta… Yo le digo que después de Perón, que para mí fue el más grande dirigente que tuvo la Argentina, la ejemplaridad estuvo en Frondizi, en Illia y en don Raúl. Nada más.