(General Pico) - A pesar del cepo informativo en la investigación del paradero de Sofía Viale (12) se pudo saber de fuentes confiables, que en las últimas horas ha existido un "intenso movimiento" en la causa y hasta un intento de "manipulación" externa de la cuestión judicial, que podría estar vinculado a la posible localización de la menor o generar condiciones para que regrese.
La labor de mayor importancia no asoma visible a los ojos de los vecinos. A pesar de los rastrillajes de civiles por barrios de General Pico y la zona, las cuestiones ligadas al destino que tomó Sofía están siendo manejadas de manera subterránea para evitar filtraciones. Además, la Justicia dispuso el secreto de sumario cuando ya habían pasado varios días de la ausencia de la niña.
Según una fuente ligada a la investigación, "algunas certezas" asoman en la causa tras días y noches sin pistas firmes y una labor que no dejó ningún resultado que pudiera dar de manera inminente con la menor. El viernes 31 de agosto fue el último día que se vio a Sofía Viale en las calles de General Pico, cuando ofrecía panificados caseros que llevaba en un carrito de dos ruedas.
Ese trabajo lo cumplía casi todos los días por mandato materno y era parte de sus obligaciones. Sofía recorría distintos barrios y hasta horas pocos prudentes para una nena de 12 años, en una ciudad de 60 mil habitantes.
La fuente precisó que el último día que se la pudo ver, Sofía habría realizado el recorrido de ventas de los panes en "un automóvil con vidrios polarizados". Así lo certificaría un testimonio de una mujer a la que Sofía le ofreció sus productos, en inmediaciones de las calles 34 y 1. También surgió como dato que la menor ese día se habría llevado los "ahorros" y hasta pidió plata a algunos
de sus clientes a pesar que no le compraron.
Por eso, la sospecha de la intención de la menor de huir de su casa, ubicada en el barrio Indio Ranqueles. Ese deseo oculto, Sofía se lo habría manifestado a dos compañeras de la escuela EPET 2, donde cursa su primer año de industrial. A ellas les habría solicitado refugio para salir de la atmósfera familiar.
Mentiras verdaderas.
La hipótesis de la fuga del hogar se refuerza con otros indicios que se manejan en reserva. Pero por ahora no está claro quién o quiénes fueron los encargados de hacer realidad la fuga, y si esa maniobra contó con la colaboración del círculo de allegados a Sofía o por personas que ellas conocía y que la familia no sabía.
Aunque los investigadores no lo mencionan, la abuela materna de Sofía y su pareja quedaron enmarañados en esa hipótesis, tras sus inconsistentes declaraciones sobre lo que habían realizado el sábado posterior a la desaparición de Sofía. Además, la Justicia secuestró el auto de la abuela, donde se habría encontrado ropa juvenil, y se analizan los cabellos hallados en el interior.
A pesar de estos indicios, el círculo de sospecha en torno de ellos no cierra. El abogado defensor de ambos aseguró de manera tajante que ni la abuela ni su pareja estaban relacionados con la ausencia de Sofía. Pero el padre de la menor, Marcelo Viale, insiste en sospechar de su suegra, con la que ha mantenido una tensa relación por años.
Novedades.
Ayer, la causa tuvo novedades que involucran a Viale. El hombre está imputado por un presunto delito de intimidad privada, del cual se declara inocente. Por esa denuncia, Viale permaneció detenido cinco meses y tras recuperar la libertad se le impuso una "restricción al hogar" por lo cual se debió ir de su casa.
Ahora, se habría presentado un escrito donde se propone que la hija mayor de matrimonio pase a vivir con un abuelo, cuestión que debe ser resuelta por la Justicia. No se descarta que ese escrito presentado en la mañana del viernes, esté relacionado a crear ciertas condiciones de apariencia familiar que sirvan para el regreso de Sofía.
En esa línea, se sospecha que alguna persona relacionada a la familia o al entorno podría saber dónde está Sofía. Pero el mutismo no ha sido quebrado. La fuente agregó que la otra hipótesis que se mantiene es que la menor pudo completar su fuga pero no a través de un familiar. Esa situación preocupa por la cantidad de días sin saber nada de la niña y los posibles destinos. La policía tampoco ha podido dar con pruebas certeras ni rastros precisos.
De acuerdo con la fuente, hubo "cierta subestimación" de la denuncia. Se trataba de una potencial fuga de hogar, como tantas otras que se conocen por mes. Siempre, jóvenes que por algunos días se van de la casa pero con el correr de los días, son ubicados o regresan solos. Aquí, la cuestión tomó otro rumbo, en medio de confusas declaraciones de los propios familiares y mentiras verdaderas. Ahora la causa ha puesto en jaque a la Policía, la Justicia y hasta el poder político, que tienen la responsabilidad de traer sana y salva a General Pico a Sofía Viale.
Encuentro en la plaza
La plaza San Martín se ha convertido en el lugar para que los vecinos y amigos de Sofía Viale se reúnan todas las noches para reclamar por ella. Allí, se han manifestado de manera solidaria adultos y chicos. La convocatoria contó el jueves por la noche con la presencia de Marcelo Viale y Noemí Ampudia, padres de la menor. Ambos había solicitado que no se realicen marchas ni otras expresiones públicas para reclamar por Sofía pero ahora se han sumado a los vecinos, que con velas y fotografías ruegan porque la menor este bien.
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