Más de 5.500 mujeres opinaron sobre lo cotidiano, lo escatológico, lo jamás mencionado. Y los límites que aparecen (o no) en una convivencia. ¿Tenemos que compartir todo con el otro?
La convivencia es el momento de amarse, de acompañarse pero, sobre todo, de conocerse. El tema es: ¿hasta qué punto hay que abrirse? ¿Está bueno que nos relajemos? ¿O conviene preservar cierta intimidad?
Nos referimos a las situaciones cotidianas que dan vergüenza. Esas que parten de nuestra naturaleza como seres humanos. Pero, ¿están permitidas para una “dama”? Muchas las ocultan, otras las comparten sin tantas vueltas.
Para debatir el tema lanzamos una breve pregunta: “¿qué cosas no dan?”. Estas fueron, de mayor a menor, las respuestas de las lectoras de Entremujeres:
Ir al baño y dejar olor
Tuvo la mayor cantidad de votos: 2.135, lo que representa al 38,8% de las encuestadas. Un gran porcentaje de muchachas se esfuerza por borrar todo tipo de rastros. Sahumerios, aerosoles y ventanas pueden ser sus mejores aliados para salir victoriosas del asunto.
Compartir “sonidos corporales”
Seamos sinceras: a cualquiera se le puede escapar. El problema es cuando esos ruidos se exhiben como un trofeo, como un chiste, como algo imposible de evitar. ¿Nos gusta oírlos? Unas 2.107 mujeres (el 38,3% de las participantes) coinciden en que no.
Ir al baño con la puerta abierta
Todas conocemos a alguna pareja que lo hace. Usan el baño como una continuidad de la casa, sin separaciones. ¡Y hasta siguen manteniendo una conversación! Para 721 mujeres, el 13,1% de las encuestadas, eso “no da”.
Apretarse granitos uno al otro
Un punto negro por aquí, un poco de pus por allá, y un hombre que pregunta: “¿me lo sacás?” Son 375 las mujeres que se negarían. De todos modos, ellos pueden quedarse tranquilos: son solo el 6,8% de las encuestadas.
Decirle a tu novio que estás constipada
Parece que no es tan grave. Solo a 167 mujeres, el 3% de las que respondieron, les molesta que un hombre las vea comprando un laxante o tomando un yogurcito contra el “tránsito lento”.
Nos referimos a las situaciones cotidianas que dan vergüenza. Esas que parten de nuestra naturaleza como seres humanos. Pero, ¿están permitidas para una “dama”? Muchas las ocultan, otras las comparten sin tantas vueltas.
Para debatir el tema lanzamos una breve pregunta: “¿qué cosas no dan?”. Estas fueron, de mayor a menor, las respuestas de las lectoras de Entremujeres:
Ir al baño y dejar olor
Tuvo la mayor cantidad de votos: 2.135, lo que representa al 38,8% de las encuestadas. Un gran porcentaje de muchachas se esfuerza por borrar todo tipo de rastros. Sahumerios, aerosoles y ventanas pueden ser sus mejores aliados para salir victoriosas del asunto.
Compartir “sonidos corporales”
Seamos sinceras: a cualquiera se le puede escapar. El problema es cuando esos ruidos se exhiben como un trofeo, como un chiste, como algo imposible de evitar. ¿Nos gusta oírlos? Unas 2.107 mujeres (el 38,3% de las participantes) coinciden en que no.
Ir al baño con la puerta abierta
Todas conocemos a alguna pareja que lo hace. Usan el baño como una continuidad de la casa, sin separaciones. ¡Y hasta siguen manteniendo una conversación! Para 721 mujeres, el 13,1% de las encuestadas, eso “no da”.
Apretarse granitos uno al otro
Un punto negro por aquí, un poco de pus por allá, y un hombre que pregunta: “¿me lo sacás?” Son 375 las mujeres que se negarían. De todos modos, ellos pueden quedarse tranquilos: son solo el 6,8% de las encuestadas.
Decirle a tu novio que estás constipada
Parece que no es tan grave. Solo a 167 mujeres, el 3% de las que respondieron, les molesta que un hombre las vea comprando un laxante o tomando un yogurcito contra el “tránsito lento”.
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