Sigue el conflicto en la aceitera piquense

Pese a la conciliación obligatoria, dos empleados aceptaron sus despidos. El próximo miércoles habrá una nueva reunión con los representantes de la patronal. De no poder revertir la situación en ese encuentro, habrá otros más mientras dure la conciliación.

General Pico Dos de los tres empleados despedidos una semana atrás por la firma “Aceites Vegetales La Pampa S.R.L.” llegaron a un acuerdo y aceptaron las liquidaciones correspondientes a sus despidos, pese a que el viernes el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Esta situación generó molestias en el Gremio de Aceiteros, que seguirá luchando por la reincorporación del otro empleado cesanteado. Hay una reunión pautada para el próximo miércoles. 

Según informó a este medio Lelio Forquera, referente del Gremio de Aceiteros de General Villegas, luego de la reunión que se dio el jueves en las oficinas de Relaciones Laborales no hubo acuerdo alguno, por lo que el propietario de la aceitera quedó en enviar una contra-propuesta.

El viernes a las 12 horas, Fernando Vicente reiteró al Ministerio de Trabajo su decisión de no reincorporar a los empleados despedidos e indemnizarlos. Por tal motivo, el organismo dictó dos horas después la conciliación obligatoria por el plazo de 15 días, en los que los tres despedidos debían presentarse a trabajar de forma normal, mientras se prolongan las negociaciones.

El arreglo

El sábado, los ocho empleados de la planta se presentaron a cumplir sus labores, pero uno de los directivos de la parte administrativa les comunicó que solo ingresarían los cinco que no fueron despedidos. Los tres restantes podrían entrar recién a partir de hoy.

Ante esta situación, acompañados por Forquera, los trabajadores buscaron un escribano para dejar sentada la negativa de la empresa a dejarlos entrar a la fábrica, sin poder conseguirlo. Por ello presentaron una exposición en la Comisaría Tercera.

Con la promesa de mantenerse en contacto, el gremialista se retiró de la ciudad rumbo a General Villegas. En pleno viaje, lo llamaron y le comunicaron que los dos empleados despedidos más jóvenes, de alrededor de 20 años, llegaron a un acuerdo con la empresa y aceptaron la liquidación.

De esta forma, el Gremio de Aceiteros solo prolongará la lucha por el restante trabajador despedido, de alrededor de 40 años y con hijos. Por él habrá el próximo miércoles una nueva reunión con los representantes de “Aceites Vegetales La Pampa S.R.L”. De no poder revertir la situación en ese encuentro, habrá otros más mientras dure la conciliación.

Este medio pudo saber que desde el gremio hubo molestias por la forma en la que los empleados arreglaron su salida de la empresa, luego de comprometer los puestos de trabajo de sus compañeros que se solidarizaron con ellos para que volvieran a tomarlos. Además, si desde un primer momento hubieran aceptado el despido, las negociaciones por un solo compañero hubieran sido más sencillas.

Apoyo

Al mismo tiempo que se daban los arreglos, diversas organizaciones gremiales y sociales locales manifestaron en un comunicado de prensa su apoyo a la lucha de los trabajadores.

El texto remitido a esta Redacción lleva por título “Basta de despidos” y cuenta con la firma de Cristian Rosso, secretario general de la seccional local de la Central de los Trabajadores Argentinos. Además, suscribieron la Asociación de Trabajadores del Estado, el Sindicato de Trabajadores Judiciales, el gremio Luz y Fuerza, el Movimiento de Trabajadores Desocupados y la Agrupación Docente Carlos Fuentealba.

“Desde la Central de los Trabajadores de la Argentina nos solidarizamos y acompañamos las medidas de fuerza de los trabajadores de la planta ‘Aceites Vegetales La Pampa S.R.L.’ del Parque Industrial de nuestra ciudad. Reivindicamos la instalación de la carpa y la presencia del Sindicato de Aceiteros”, manifestaron en el documento.
“Nos preocupa que ninguna autoridad, concejal, legislador provincial, incluso los de la línea sindical peronista, se involucre en el reclamo de los trabajadores, cuando algunos han sido despedidos (sin causa y siendo notificados mientras trabajaban) y otros ven peligrar su fuente de empleo”, agregaron.

Luego indicaron que “los ingresos de ocho familias piquenses, los sueños de sus esposas y niños, se ven duramente dañados por la negligencia de un empresario (Frenando Vicente), cuyo emprendimiento goza de crédito fiscal, y de los funcionarios correspondientes”.

Por último, desconociendo aún el arreglo de los empleados más jóvenes, exigieron “un ámbito de negociación y la reincorporación de todos los trabajadores. Al mismo tiempo, solicitamos una ley provincial que frene las suspensiones y los despidos por un año, en consonancia con el proyecto presentado por la CTA en el Congreso de la Nación para que la crisis no la paguen los trabajadores ni el hilo se corte por lo más delgado”.