¿En verano tenemos más sexo?
Los cuerpos bronceados parecen anunciar la época sexualmente más intensa del año. Sin embargo, la autoexigencia puede generar frustración en muchos casos. Y vos, ¿preferís la cucharita invernal, los sudores veraniegos... O todo el año es Carnaval?
- La máxima de que, de por sí, “el verano es la temporada sexualmente más activa”, tiene sus adeptos y sus detractores. Además, están quienes militan por una sexualidad igualmente satisfactoria todo el año y tienen la suerte de poder llevarlo a la práctica.Es muy difícil saber a ciencia cierta lo que la gente hace en su intimidad. Si se toman en cuenta los relevamientos que aseguran que nacen más bebés entre agosto y diciembre que durante el resto del año se puede calcular que la actividad sexual de esas parejas fue más intensa nueve meses antes, es decir, entre enero y mayo. En realidad, los meses de mayor natalidad varían según el año. Las listas de reservas en las maternidades estallan en septiembre, octubre y abril, con lo cual, contando nueve meses hacia atrás, el puntero señala los meses de vacaciones, tanto de invierno como de verano.Claro que esto no necesariamente indica que hay más sexo en esos meses. La realidad es que en esos recesos las parejas, por cuestiones relacionadas con la planificación del año laboral, deciden dejar el método anticonceptivo para quedar embarazadas.En España, también septiembre y octubre son los meses con más nacimientos (cuando diciembre y enero son allí los meses más fríos del invierno) y esto parece darles la razón a quienes descreen que el verano sea invariablemente “la” temporada para el sexo.Del mito a la verdadCientos de artículos periodísticos aseguran que la vida sexual es mucho más intensa en verano que en los meses más fríos del año. El sol, además, activa la producción de oxitocina por las células de la piel, y eso, asegura la literatura científica, fortalece los estímulos placenteros.Así, parece no quedar duda de que el verano es más excitante. Pero suele pasar que el espejo, o la pareja (que además está preocupada por el dinero que están gastando), o los chicos que reclaman permanente atención, o los problemas cotidianos que ni en vacaciones dan descanso o la salud de un cuerpo que ya no es el de los veinte, perturben esa imagen idealizada del verano como “la época más propicia”. Y muchos se preguntan, apretando los dientes: “¿Quién dijo que hay más sexo en verano y en vacaciones?”El valor del momentoLa actividad sexual depende de muchos y muy diversos factores. Independientemente de que se diga que el verano es “la” época, lo importante es el momento personal que se atraviesa. Por ejemplo, estar en el ámbito más sensual o excitante pero con una relación de pareja quebrada seguramente no dará buenos resultados.Otra “trampa” es querer tener todo el sexo que no se tuvo durante el año laborable. No hay que olvidar que las vacaciones suelen conllevar su propio menú de actividades y situaciones que no siempre dejan tiempo ni ocasión para la intimidad: realizar excursiones, convivir con toda la familia en un ámbito más reducido que el cotidiano, salir a comer, estar más cansado que de costumbre, organizarse para ir a la playa, entre otras.En las vacaciones, también, los padres suelen pasar con sus hijos más tiempo que de costumbre. Eso hace que no siempre el verano sea, para las parejas con chicos, el mejor momento para tener relaciones. La convivencia más intensa, además, favorece la emergencia de los conflictos que la rutina ayudó a disimular.Todo el año son vacacionesA algunas personas les genera fantasías la imagen del calor y los cuerpos en la arena. Están los que se excitan más en invierno, con la intimidad junto al fuego, y para otros cualquier ocasión es igualmente motivadora. La posibilidad de tener una vida sexual intensa depende de dónde vive la persona, qué hace en sus vacaciones, o dónde tiene posibilidad de estar. En síntesis: se puede tener una buena sexualidad todo el año.Esta “buena sexualidad” no depende del clima ni tiene tanto que ver con la frecuencia de las relaciones, sino con el grado de satisfacción que cada persona es capaz de encontrar en su vida sexual. La época más propicia para el sexo depende de cada uno y es algo muy subjetivo. Y hacer coincidir las fantasías con la realidad es todo un arte.Tips para poner en práctica:* Tanto en verano como en invierno, el buen diálogo en la pareja siempre suele ser mejor determinante de buen sexo que la temperatura ambiente.* Para que las vacaciones sean sexualmente intensas, es primordial elegir un sitio donde haya muy pocas cosas para hacer.* El parámetro de una buena sexualidad es el grado subjetivo de satisfacción, y no la frecuencia ni la cantidad de relaciones. No hay una definición “científica” universal de lo que es “tener buen sexo”, válida para todas las personas.
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