LO QUE SE ESCONDE DETRÁS DE UN PREMIO
Cuando este lunes la presidente de los argentinos, Cristina Kirchner, brinde su charla en el marco la 39º conferencia de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y reciba luego una distinción por “la lucha contra el hambre”, sería muy bueno para el mundo y para los organizadores que se explique por qué en la Argentina donde se está capacitado para producir alimentos para 600 millones de personas de personas se cerraron las exportaciones de alimentos hacia el mundo y se encarecieron productos, en la mesa de los argentinos, como el pan y la leche entre 8 y 10 veces más en los últimos 7 años.
Quien recibirá esta distinción y su gobierno diseñaron una producción primaria que avala que a los productores de los alimentos básicos como la leche, el pan y las frutas se les pise el precio que reciben, mientras en las góndolas, para todos los argentinos, han aumentado en un 250% promedio durante los últimos 5 años.
Durante estos últimos años la producción ha sufrido todo tipo de embates que van de las difamaciones hacia los productores, la persecución política, el aumento histórico de la presión tributaria, las trabas para comercializar y hasta el cierre de las exportaciones a través de cupos otorgados de manera discrecional. Solo por nombrar algunas medidas políticas que llevaron a que miles de tambos se hayan fundido y que nos encontremos, por ejemplo, ante las peores cifras de exportación de trigo de los últimos 30 años.
Mientras nuestros países vecinos crecen como productores y exportadores de alimentos como la carne vacuna, la leche, las frutas y el arroz, o en producciones como la lana, el tabaco y el vino, en la Argentina son sometidas a la descapitalización y al quiebre económico al límite de no cubrir ni siquiera los gastos de cosecha. Es decir, economías regionales que representan más de un millón y medio de puestos de trabajos, el arraigo de los ciudadanos y la identidad cultural alimentaria de los pueblos, esa que la misma FAO enarbola como insignia.
Para CRA y los productores agropecuarios, que trabajan diariamente la tierra y los alimentos para todos los argentinos y el mundo, que la FAO distinga a Cristina Kirchner por su “lucha contra el hambre” resulta, cuánto menos, una alerta sobre cómo toma sus decisiones la FAO, siendo indudable que las políticas a seguir no debieran ser las de cosechar más soja en detrimento de todas las producciones restantes, de cerrar las exportaciones, es decir vender menos al mundo, y perder en producción y productores.
Salvo que los premios sean mera política, entonces sí, así se entiende.
CONFEDERACIONES RURALES ARGENTINAS
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