lunes, 25 de junio de 2012

Cristina sigue sin hablar de Moyano y el día de la marcha volará a San Luis


La presidenta participará el miércoles de la inauguración de una planta de producción porcina en la localidad de Juan Llerena. Será justo cuando la CGT se movilice a la plaza de mayo en reclamo del aumento del piso de ganancias. Como ocurre en estos casos, nadie del Gobierno habló del tema.
Cristina Kirchner no se pronunció sobre el conflicto con los camioneros que derivó en un paro general de la CGT y decidió viajar a San Luis el miércoles, cuando Hugo Moyano protagonizará una movilización con un acto de cierre en plaza de mayo.
La urgencia del Gobierno por trasladar a la presidenta lejos de Capital Federal quedó manifiesta esta mañana cuando el secretario general de la presidencia e la Nación, Oscar Parrilli, se apresuró en confirmar el acto.
Según informó la Municipalidad de San Luis, Parrilli le comunicó al intendente Enrique Ponce que Cristina “viajaría a San Luis el miércoles 27 de junio”.
El motivo es la inauguración de una fábrica de chacinados en la localidad de Juan Llerena. Ponce es un kirchnerista declarado que gobierno la principal ciudad de la provincia dominada hace dos décadas por los hermanos Rodríguez Saá.
Desde el 10 de diciembre el gobernador es Claudio Poggi, histórico ladero de la ex familia gobernante, quien también fue invitado al acto del miércoles.
Cristina le escapará así al primer paro general convocado por el consejo directivo de la CGT en una década, sobre el que todavía no habló ni instruyó a hacerlo a ninguno de sus ministros. La misma actitud tuvo en otros momentos críticos de su gestión, como en los días siguientes al rechazo en el Congreso de la resolución 125. En épocas de Néstor Kirchner, tampoco se oyeron voces oficiales luego de la destitución del ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.
Esta vez, el silencio no hizo más que demostrar que Moyano dejó al Gobierno perplejo con su jugada de ayer, que consistió en arreglar el aumento salarial con la federación de empresarios, levantar el paro de transporte de combustibles que tenía en vilo a la población y convocar a un paro con movilización a la Casa Rosada.
Fuentes con acceso a la Casa Rosada confiaron a LPO que ayer “primó la desorientación” y nadie sabía como actuar y mucho menos qué decir. Algunos esperaban que la presidenta se pronunciara este mediodía pero finalmente nada de eso ocurrió.
Cristina arribó el miércoles anticipadamente desde Río de Janeiro con el único objetivo de solucionar el conflicto por el paro de camioneros, que afectaba la distribución de combustible.
Pero ayer se madrugó con que la medida de fuerza se levantó sin intervención del Gobierno pero deberá soportar un paro de la CGT, atípico en un gobierno peronista.
La presidenta siguió los acontecimientos desde la Quinta de Olivos y recién a las 19 horas llegó a la Casa Rosada. Hoy repitió rutina: hasta las 18 no se la vio pero se supo que arribaría en cualquier momento.
La prueba de que el Gobierno no tiene nada para decir fue esta mañana cuando el Ministerio de Trabajo le bajó el tono a la paritaria entre camioneros y empresarios, que sólo serviría para homologar el acuerdo firmado por las partes.
Ayer la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) hizo saber que al acuerdo salarial requería la homologación del Ministerio de Trabajo por lo que hoy necesitaban la reunión para homologarlo.
Peor el encuentro casi no trascendió. “Es un trámite administrativo menor”, minimizaron desde Trabajo, donde no confirmaron que se haya producido.
Los camineros sí tenían el dato de que el trámite estaba concluido, pero les parecía menor. “Yo no fui. Sólo había que llevar los papeles. Lo importante es que los empresarios lo van a pagar”, afirmó ante LPO Pablo Moyano, adjunto del sindicato de camioneros.
“El problema lo van a tener el miércoles, porque va a ir mucha más gente de lo que esperan”, adelantó el hijo del jefe de la CGT.

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