Durante los útlimos cinco meses, el país vecino colocó US$ 766 millones de carne vacuna. La cifra implica un aumento de US$ 44 millones en comparación con mismo período del año pasado.
En contrapartida de lo que sucede en Argentina, donde las exportaciones de carne muestran bajas de hasta un 29% en comparación con el año anterior; en Uruguay las ventas al exterior de cortes bovinos sumaron durante los últimos cinco meses US$ 766 millones, US$ 44 millones más en comparación con mismo período del año pasado.
Según cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Carnes (INAC) hasta el 9 de junio se enviaron al exterior 165.213 toneladas de carne con hueso. En tanto, de acuerdo a los datos del SENASA, las colocaciones argentinas durante el primer cuatrimestre alcanzaron un total de sólo 42.450 toneladas. En términos interanuales, los volúmenes enviados al exterior durante enero-abril de 2012 registraron una contracción de 20,4%.
“Esta situación se da principalmente como consecuencia de la pérdida de importancia de Argentina como proveedor mundial de carne. El gobierno, a través de sus políticas de exportación ha logrado que en el mundo hayan dejado de pensar en nuestro país como abastecedor seguro y confiable. Entre otros, tanto Brasil como Uruguay aprovecharon esa situación y crecieron”, indicó hoy a Infocampo el asesor ganadero Victor Tonelli.
De acuerdo al especialista, en lo que respecta a Argentina hay factores fundamentales que influyen en en esta situación. Por un lado, según detalló Tonelli se encuentra el incremento sostenido de entre 12% y 15% del precio de la materia prima (carne) haciendo que la venta en el mercado interno sea tan rentable como exportar donde a su vez aumentan los costos.
“En la actualidad el dólar de exportación está a $ 4,50 y menos las retenciones del 15% el exportador termina cobrando $3,80, mientras que en el mercado local los precios son mejores”, aseguró Tonelli.
Por otro lado también la falta de presencia argentina en el mercado internacional, es consecuencia de la fuerte liquidación del stock y la ausencia de políticas que favorezcan el aumento de la producción.
“Por último y como si esto fuera poco, la falta de devolución del IVA sobre el producto elaborado para exportar, hace que las empresas hayan dejado de pensar en buscar compradores en el exterior”.
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