viernes, 18 de enero de 2013


Argentina pierde cada vez más puestos en el ranking mundial de exportadores de carne

Si bien ayer se conocieron datos sobre un crecimiento del 11,8 por ciento en la producción de carne vacuna, el país terminaría el año lejos de los puestos privilegiados entre los mercados que más exportan a nivel mundial.
Los analistas aseguran que la estrategia del Gobierno de desalentar las exportaciones de carne provocaron una caída de 70 por ciento en los últimos cuatro años y la destrucción del 20 por ciento del stock vacuno.
Al respecto, un trabajo de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), que detalla que entre enero y noviembre de 2012 las exportaciones cayeron un 25,9 por ciento interanual a 110.443 toneladas.
En este sentido, un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos pronostica que Argentina se ubicará en el décimo puesto entre los exportadores de carne este año, por debajo del tercer lugar que ocupaba en 2005. El trabajo, que reproduce la agencia de noticias Bloomberg, asegura que el país venderá 180.000 toneladas al exterior, frente a las 2,2 millones de toneladas de India, el mayor exportador del mundo, según el USDA. Además, destaca que Uruguay, que tiene una superficie 15 veces menor que la de Argentina, exportará 375.000 toneladas de carne vacuna, mientras que Paraguay venderá 225.000 toneladas.
Al respecto, la nota de Bloomberg cita datos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en los cuales se asegura que si los criadores hubiesen podido mantener su stock ganadero y sus ratios de exportación sin los controles del gobierno, la Argentina habría ganado u$s 4.100 millones con los envíos de carne vacuna al exterior en 2012 en lugar de u$s 1.100 millones.
En este sentido, se advierte que la caída en los niveles de venta de carne vacuna argentina al exterior también le está reduciendo al país la entrada de dólares que necesita el gobierno para pagar parte de una deuda en moneda extranjera de u$s 8.300 millones este año.
Nieves Pascuzzi, titular de la Comisión de Carne Vacuna de la SRA, advirtió que los límites a las exportaciones y las restricciones de precios que vienen siendo implementados desde hace siete años para que los argentinos pudieran comprar carne más barata “llevó a los criadores a reducir su stock ganadero y ahora le cuestan al país unos u$s 3.000 millones anuales en ingresos perdidos por ventas potenciales al exterior”.
Según Bloomberg, este escenario de caída de la industria cárnica argentina también afecta a los tenedores de deuda porque el dinero que ingresa con la exportación de la producción rural ayuda a sostener las reservas del Banco Central a las que recurre la presidenta Cristina Fernández para pagar a los acreedores internacionales. Esas reservas se redujeron 18 por ciento a u$s 43.040 millones en los últimos dos años, lo que contribuyó a un salto del rendimiento de los bonos internacionales a un promedio de 11,77 por ciento, el más alto de los mercados emergentes después de Belice.
“La pérdida de dólares por las restricciones a las exportaciones está reduciendo los recursos de Argentina en tanto el creciente gasto público consume los ingresos fiscales”, explicó José Luis Espert, titular de la consultora Espert Asociados.
Por su parte, Luis Velasco, quien administra $ 1.700 millones (u$s 345 millones) de deuda argentina en RJ Delta, división de Raymond James Financial en Buenos Aires, agregó que “Argentina quería carne para todos pero al final eso dio como resultado una industria debilitada que, de otro modo, podría ser una enorme fuente de entrada de dólares”.

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