Saber comprar y preparar los alimentos de forma adecuada es necesario para establecerHÁBITOS dietéticos positivos para nuestra salud cardiovascular. Incluyendo carne de conejo de forma habitual en la dieta podemos reducir la ingesta de grasas saturadas y colesterol.
La elección de alimentos “cardiosaludables” permite reducir hasta en un 54% la ingesta diaria de colesterol y hasta un 74% la de grasas saturadas, que son factores claves en el desarrollo de enfermedades del corazón. En este sentido, la carne de conejo, con unos bajos niveles de colesterol y un perfil lipídico adecuado, es un alimento más que recomendable para contribuir a la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Saber comprar y preparar los alimentos de forma adecuada es necesario para establecerHÁBITOS dietéticos positivos para nuestra salud cardiovascular, según numerosos expertos en Nutrición, congregados con motivo delDía Mundial del Corazón.
La carne de conejo, al tratarse de una carne magra y baja en sodio cumple a la perfección con estos requisitos ya que su inclusión en la dieta habitual puede reducir la ingesta de grasas saturadas y colesterol.
Asimismo, la carne de conejo es fuente de vitaminas del grupo B, como las vitaminas B12, B6 y B3 y tiene un alto contenido en fósforo, que junto a su alto contenido en potasio, hacen de ella un alimento a incluir en la dieta de personas que sufren personas problemas de tensión arterial.
La carne de conejo admite todo tipo de hierbas aromáticas y especias, que realzan el sabor de las recetas, lo que hace posible añadir una menor cantidad de sal a las preparaciones. El tomillo o el romero son dos de las hierbas que más potencian el sabor de esta carne, por lo que en guisos de conejo que las incluyan se puede reducir la sal añadida. Por otro lado, la receta de conejo al ajillo, que incluye ajo y perejil o el conejo a la navarra con laurel, romero y perejil, resultan muy sabrosos, pudiendo reducirse la cantidad de sal en sus elaboraciones
Saber comprar y preparar los alimentos de forma adecuada es necesario para establecerHÁBITOS dietéticos positivos para nuestra salud cardiovascular, según numerosos expertos en Nutrición, congregados con motivo delDía Mundial del Corazón.
La carne de conejo, al tratarse de una carne magra y baja en sodio cumple a la perfección con estos requisitos ya que su inclusión en la dieta habitual puede reducir la ingesta de grasas saturadas y colesterol.
Asimismo, la carne de conejo es fuente de vitaminas del grupo B, como las vitaminas B12, B6 y B3 y tiene un alto contenido en fósforo, que junto a su alto contenido en potasio, hacen de ella un alimento a incluir en la dieta de personas que sufren personas problemas de tensión arterial.
La carne de conejo admite todo tipo de hierbas aromáticas y especias, que realzan el sabor de las recetas, lo que hace posible añadir una menor cantidad de sal a las preparaciones. El tomillo o el romero son dos de las hierbas que más potencian el sabor de esta carne, por lo que en guisos de conejo que las incluyan se puede reducir la sal añadida. Por otro lado, la receta de conejo al ajillo, que incluye ajo y perejil o el conejo a la navarra con laurel, romero y perejil, resultan muy sabrosos, pudiendo reducirse la cantidad de sal en sus elaboraciones
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