WASHINGTON.-El acuerdo alcanzado por los líderes del Senado para evitar que Estados Unidos caiga en el "abismo fiscal" estuvo lejos de ser un "gran pacto" de medidas de reducción del déficit.
Pero, si es aprobado por la Cámara de Representantes, podría ayudar al país a alejarse de la recesión, aunque las medidas de austeridad que seguirán en vigencia alcanzan para que el crecimiento de la economía siga siendo muy deslucido.
Los economistas dicen que si el paquete de medidas acordado se convierte en ley, representaría al menos un respiro temporario para la economía. "Nos permite evitar la recesión por un tiempo", dijo Menzie Chinn, economista de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Los contornos del acuerdo dejan translucir que todavía podría aplicarse alrededor de una tercera parte del ajuste fiscal previsto, dijo Brett Ryan, economista del Deutsche Bank en Nueva York.
Esa opinión coincide con las expectativas de muchas empresas financieras de Wall Street y el resto del mundo, y sugiere que probablemente se cumplan las predicciones que le auguran a la economía norteamericana un crecimiento del 1,9% para este año.
A medianoche del lunes expiró formalmente la reducción impositiva aprobada por el ex presidente George W. Bush en 2001 y en 2003. Si la Cámara de Representantes se manifiesta de acuerdo con el Senado, las nuevas tasas se aplicarían retroactivamente.
De lo contrario, sumado a otros aumentos de impuestos previstos, los hogares norteamericanos tendrían un aumento promedio de 3500 dólares más de impuestos, según datos del Centro de Políticas Impositivas, un centro de estudios de Washington.
Los expertos creen que la economía se resentiría por la consecuente caída del consumo familiar.
El acuerdo del Senado también eliminó los recortes previstos a los beneficios por desempleo y a los pagos a los médicos que integran el programa federal de salud.
En línea con el consenso que existe entre los economistas de Wall Street y el resto del mundo, el Deutsche Bank viene pronosticando que de todos modos el ahogo fiscal de arrastre seguirá refrenando el crecimiento económico a un 1,9% para este año. Según Ryan, los detalles del acuerdo parecen sustentar esos pronósticos.
Sería un resultado mucho mejor que la recesión del 0,5% prevista por la Comisión de Presupuesto del Congreso si el país cayera definitivamente en el "abismo fiscal", pero seguiría siendo bajo para inyectar salud inmediata en el mercado de trabajo, que todavía sufre las secuelas de la recesión de 2007-2009.
"Seguimos anticipando una fuerte desaceleración económica para los primeros meses del año, como consecuencia del ahogo fiscal de arrastre y la tensión política para llegar a un acuerdo", afirmaron los economistas de la consultora Nomura en una nota de investigación.
Los analistas señalan especialmente que es muy probable que los mercados financieros sigan siendo un tembladeral hasta que el Congreso decida elevar el techo de la deuda más allá de los 16,4 billones de dólares actuales, un máximo que, según informó la Reserva Federal, ya se alcanzó anteayer.
El riesgo constante de una nueva recesión, advierte Chinn, podría hacer que las empresas se abstengan de invertir, dificultando la recuperación de la economía.
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