domingo, 6 de enero de 2013


Los hitos que marcaron 2012

CHILE : Entre los positivos están las altas inversiones en agroindustria, el nuevo impulso del sector lácteo, la aparición de empresarios mapuches de mirada global. Entre los negativos, a una sequía que arrasa con importantes zonas productoras y al alza del costo de la energía y mano de obra, se sumó el mal manejo medioambiental y comunicacional lo que dejó claro que la legislación y la gestión estatal no están acordes con las aspiraciones del país.
El que termina fue un año marcado por los vaivenes del clima, los problemas ambientales y el precio de los alimentos. Pero también da cuenta de un nuevo impulso exportador.
Altas inversiones agroindustriales
La zona central del país se convirtió en uno de los puntos álgidos del orbe agroindustrial durante este año.
Sugalidal no era una empresa conocida en Chile antes de 2012. En realidad, todavía no lo es. La empresa portuguesa cerró a mediados de año la compra de dos plantas procesadoras de pasta de tomates y de pulpa de frutas de Aconcagua Foods, del holding Córpora, por el equivalente a US$ 45 millones. A partir de esta cosecha los agricultores de la zona central serán testigos de primera mano del accionar de Sugalidal. La empresa es la mayor productora de pasta de tomates de Europa y tiene acuerdos de abastecimiento con las principales productoras de ketchup del mundo. La llegada a Chile representa una oportunidad para aumentar su producción global.
Agrozzi inauguró una gigantesca planta de jugos en Teno, VII Región, que requirió US$ 50 millones de inversión. La empresa chilena es uno de los principales proveedores de materia prima para elaboradoras de comida para bebé.
¿Por qué tanto movimiento? Una planta procesadora instalada en Chile, a diferencia del resto del mundo, puede acceder a casi toda su materia prima en un radio de menos de 200 kilómetros. Al menor costo en logística y el acceso a diversas frutas y verduras, se suma las garantías sanitarias del país.
De hecho, desde el gobierno y la banca muchos sostienen que la agroindustria está pasando a ser la locomotora del agro chileno, relegando a un vagón secundario a la producción de frutas y verduras frescas. Como muestra, un botón. Este año se espera que los alimentos elaborados sumen US$ 1.500 millones en exportaciones y, que en una década, alcancen los US$ 3.500.
Algo huele mal en Freirina
El proyecto tuvo que esperar casi un lustro para comenzar a andar. Se necesitaron casi US$ 500 millones para instalar una de las plantas más modernas del mundo en producción de cerdos. El lugar elegido fue Freirina, en el valle del Huasco.
De comienzo a fin de año el proyecto agropecuario fue vapuleado. La falla de un gigantesco aireador de purines dio origen a la protesta de los vecinos, la falta de comunicación de la empresa con la comunidad vecina y los errores en la coordinación política del Gobierno, que demoró casi tres meses en tomarle el peso al malestar popular, se unieron para hundir el proyecto estrella de la industria de las carnes blancas.
Al final, todos salieron perdiendo. Agrosuper anunció en diciembre que cerraría en forma indefinida la planta de Freirina, argumentando que las nuevas exigencias impuestas por las autoridades hacían inviable la rentabilidad el proyecto, a pesar de que la falla técnica estaba solucionada. Varios centenares de trabajadores quedaron sin trabajo y una comunidad rural tuvo que sufrir fétidos olores, enfrentar la violencia y la división de su población.
Una muestra más de que los chilenos están pidiendo que a nivel país se cumpla con los estándares internacionales y de que aún hay camino por recorrer en la materia para estar a la altura de esas aspiraciones.
Loaiza por ocho
El primero de abril Juan Carlos Loaiza y Eduardo Tamayo ocuparon su puesto entre el resto de los jinetes luego de correr su último animal. Algunos hicieron el intento de saludarlos. Ellos pidieron respeto por las otras colleras que estaba corriendo. Era la final del Campeonato Nacional de Rodeo y la medialuna de Rancagua era testigo de un hecho histórico. La pareja del criadero Santa Isabel había alcanzado 37 puntos, con lo que obtenían el Champion y Loaiza rompía obtenía su octavo campeonato nacional.
Por algo, ahora a Loaiza le dicen “el Messi del rodeo”.
Renacimiento lechero
Fue uno de los sectores más golpeados del agro. Restringidos a los vaivenes del consumo local, cuando tuvieron la oportunidad de exportar, los lecheros se llevaron un par de portazos en la cara. En el sector lácteo el ánimo nunca fue de los mejores, incluso las peleas entre productores y la industria dan para llenar un libro. Sin embargo, 2012 marcó un hito para el rubro.
En abril, Paul Bulcke, el CEO de Nestlé, viajó a Osorno para inaugurar una planta procesadora de lácteos de la trasnacional suiza. La inversión: US$ 140 millones. Bulcke recalcó que el sur de Chile es una de las pocas áreas del mundo en que la producción lechera puede crecer fuerte.
2012 cerrará con una producción de casi 2.135 millones de litros, 1,5% más que en 2011, a pesar de la sequía que dañó las praderas. Las exportaciones, en tanto, sumarían el equivalente a 345 millones de litros, 4% más que el año pasado. Si a eso se suma un fuerte descenso de los fertilizanes, uno de los principales insumos, se entiende porqué el buen ánimo hizo nata en el sector lechero en el año que termina.
El complejo industrial lácteo demoró casi un año y medio en construirse y aumentará la capacidad productiva de la empresa para elaborar productos con valor agregado nutricional. La fábrica -a 15 kms. de Osorno, entre Pichil y Cancur- operaría a partir de julio al máximo de su capacidad, generando 30 mil toneladas anuales de diferentes productos. Con ello, se proyecta que, en materia de exportaciones lácteas chilenas, la empresa pase de tener un 46% el 2011, a un 70% estimado al 2013.
“Representa para nosotros una incubadora de nuevos proyectos y fuente de desarrollo e innovación continua. Y asimismo es una señal de que creemos firmemente en nuestro futuro en Chile”, dijo el CEO de Nestlé sobre el mercado chileno.
Huenchuñir y Hueche, semilla mapuche
Raúl Huenchuñir y Javier Hueche se las traen. Partieron como empleados de Anasac y cuando la empresa decidió dejar algunas operaciones en La Araucanía, ellos se pegaron el salto y ofrecieron hacerse cargo de la producción de semillas de contraestación en esa región. En 2012 la empresa que formaron, Agrícola New Seed, inauguró una nueva planta de selección y embalaje. Ya son responsables de 55 hectáreas de producción, la que se envía principalmente a Canadá, pero los emprendedores mapuches afirman que sólo es el comienzo.
Sequía golpea al Limarí
Sólo queda el 10%. El embalse La Paloma está a punto de secarse. Es el principal reservorio de agua para riego del valle del Limarí y sustento de un boom de inversiones olivícolas y viñateras de la zona en la última década.  Eso sí, los productores caprinos, que sobreviven gracias al pastoreo, son los más afectados.
En menor grado, la preocupación se extiende por todo el norte del país. Es que la suma de sobreextracción de napas subterráneas, manejo poco eficiente de algunos agricultores y generoso otorgamiento de derechos de agua a la minería amplifican los efectos de la sequía durante este año.
El año de las billeteras holgadas
Se inventó durante la administración del ex Presidente Ricardo Lagos. Sin embargo, cuando algún economista o político quiere hablar del chileno promedio, siempre sale ella, la señora Juanita. Este año ella marcó los tiempos en el agro.
Los alimentos tuvieron un alza importante de precios. En una economía abierta como la chilena, el sospechoso de siempre es el vaivén del mercado internacional. Sin embargo, esta vez las huellas de la señora Juanita están por todo el sitio del suceso.
Tomemos por ejemplo las paltas. En los últimos dos años rondan los $ 1.500 el kilo. En 2012 EE.UU., el tradicional mercado número uno para los chilenos, ha enfrentado una inundación de palta californiana y mexicana. En el Comité de Palta Hass, el gremio sectorial, están seguros que por primera vez Chile será su primer mercado.
Es que luego de un trienio en que la economía nacional crece a más del 5%, la señora Juanita tiene una billetera más holgada. Una de las primeras cosas que hacen las personas cuando mejoran sus ingresos, es consumir más alimentos y de mejor calidad. Por ejemplo, este año los chilenos consumieron el equivalente a 145 litros de leche per cápita, 17,5% más que hace cinco años.
Maiceros top
Los agricultores de Indiana hasta Mississippi tienen un seguro contra todo evento. Aun cuando los golpee la peor sequía en un cuarto de siglo. Si 2012 será recordado con amargura en el cordón maicero de Estados Unidos, con miles de agricultores que lo perdieron todo, en Rancagua o San Fernando, los cálculos son distintos.
La zona central de Chile es “el” proveedor de semillas en contraestación en el Hemisferio Sur. Por eso este año hubo un récord de contratos, las empresas del rubro tienen tanto que suplir la pérdida de material genético en Estados Unidos como hacer frente a una probable siembra récord para el próximo año agrícola, provocada por los altos precios de los commodities agrícolas, en especial del maíz.
De hecho, de las tradicionales 30.000 hectáreas de maíz semillero, se pasarían a 40.000 hectáreas este año agrícola. Nada menos que US$ 50 millones extras en exportaciones.
Otro round con Argentina
En mayo, a destiempo según buena parte del agro, la comisión antidistorsiones aplicó una salvaguardia de 10,8% al ingreso de maíz partido. El ingreso de esa materia prima proveniente de Argentina sistemáticamente ha bajado los precios del maíz en Chile, afectando el bolsillo de los productores.
El gobierno trasandino, que con su sui generis política económica ha propiciado ese flujo, tampoco ha ganado, ni tampoco sus productores. La administración “cristinista”  obtiene buena parte de sus ingresos de impuestos a las exportaciones agrícolas. Sin embargo, dejó una ventana abierta, pues las materias primas con algún grado de industrialización pagan menos gravámenes.
En Mendoza se instaló un floreciente negocio en que se parte el maíz y se le envía inmediatamente a Chile, para evitar su rápido deterioro. Al final, los únicos que ganan son las empresas intermediarias que procesan y comercializan el maíz partido. En un giro aún más extraño en esta historia, esas compañías son de capitales chilenos.
Todo Chile con parras
Dos vinos particulares se lanzaron este año en el mercado local. Uno es un chardonnay de la Viña Tara que proviene del valle del Huasco, en la región de Atacama; el otro es un pinot noir de la Viña Undurraga  que viene de Chile Chico, en Aysén. Es decir, uno del desierto y el otro de la Patagonia.
Por años el vino chileno ha tenido que cargar con el mote de ofrecer botellas buenas, no muy atractivas, pero baratas. Nada de sexy. La percepción explica por qué Chile exporta a US$ 27 promedio la caja, uno de los desempeños más bajos en el mundo. Sólo una de las estructuras de costo más bajas explica porque las viñas nacionales no hayan quebrado.
Por eso la creatividad actual de los viñateros nacionales, este año con la notoria actividad de viñas grandes, es una inyección de optimismo respecto de lo que viene.
Si a eso le sumamos propuestas radicales, como la de los vinos naturales, liderados por Louis-Antoine Luyt y Sebastián Alvear y su movimiento “Chanchos Deslenguados”, hay espacio para creer que las principales novedades viñateras en el mundo vendrán de este rincón del mundo.

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