El punto de partida y quizás lo más importante para lograr la optimización de resultados reproductivos es contar con operarios especializados. Estas personas deben estar formadas y concienciadas de la importancia de su trabajo. Así pues, podemos separar el proceso del parto en tres etapas o fases: el previo, el transcurso y el posparto. En cada una de ellas debemos tener en cuenta y realizar una serie de actuaciones que se detallan a continuación.
Periodo previo al parto
Desparasitar internamente a la cerda, en la sala de gestación, quince días antes de la fecha prevista de parto.
Lavar a la cerda con un jabón neutro antes de introducirla en la sala, sobre todo las mamas. Es recomendable también aprovechar este momento para desparasitar externamente a las cerdas.
Debemos introducir a las cerdas de forma cuidadosa en la paridera, sobre todo si se trata de primerizas. La estancia ha de estar previamente lavada, desinfectada y seca con un vacío sanitario exhaustivo que conseguiremos con un manejo todo dentro- todo fuera, entre cinco o siete días antes de la fecha prevista al parto, para evitar el estrés y así asegurar la aclimatación de la cerda a ese nuevo ambiente.
Es necesario ir disminuyendo la ración de la cerda progresivamente desde este momento, día de entrada de la cerda en la sala de partos, hasta el momento del parto (para evitar mamitis, estreñimiento y partos distócicos) y a partir de ahí ir aumentándola también de forma progresiva hasta el momento del destete (utilizar un alimento especial de lactación que se adapte a las necesidades nutricionales de la cerda para este estado fisiológico). Hay que prestar especial atención a la adaptación de primerizas, asegurándose de que comen y beben bien, manteniendo una óptima condición corporal.
Observaremos el comportamiento de la cerda previo al parto: nerviosismo (la cerda se acuesta y se levanta de forma continua), chasquido de dientes, mordisqueo de camisas de partos, eyección láctea entre las 12-24 horas previas.
En el caso de que se realice una sincronización de partos, ésta ha de llevarse a cabo el día anterior o dos días antes a la fecha prevista. Para esto tendremos que estar muy seguros de que los datos de fechas de cubrición y fecha prevista al parto están bien anotados para evitar graves problemas, puesto que provocar el parto antes del día 111 de gestación será considerado aborto.
Transcurso del parto
El ambiente de la paridera ha de ser lo más tranquilo posible, sin excesiva luz y sin corrientes de aire. Las cerdas tienden, por instinto, a parir de forma natural de noche y en fines de semana, ya que es el momento en que el ambiente es más tranquilo (cuando menos operarios hay), así que tenemos que simularlo.
La sala, en el momento de los partos, tiene que estar aclimatada a 20-22 ºC para las madres para evitar el estrés por un golpe de calor y a 38 ºC para los neonatos.
Esto se consigue mediante el uso de placas térmicas y/o focos; esta temperatura irá disminuyendo progresivamente a medida que transcurren los días, hasta llegar a unos 28 ºC para el lechón y 18 ºC para la cerda en el momento del destete.
En un parto normal (duración entre 90-180 minutos) después de observar el comportamiento tipo previo, que se ha descrito anteriormente, comienzan las contracciones y la cerda expulsa el primer lechón. El intervalo normal entre lechones no debe ser superior a 25 minutos. Hay ganaderos que de forma rutinaria después de la expulsión del primer lechón administran oxitocina para acelerar el proceso y evitar el desgaste de la cerda. Además y de forma natural, el tiempo medio de expulsión entre lechones aumenta a medida que transcurre el parto, puesto que cada vez existe mayor desgaste y el grado de fatiga aumenta, al igual que en cerdas con más número de partos. En relación a esto existen autores que recomiendan el uso de complejos vitamínicos como suplementos revitalizantes que ayudan a la cerda en este proceso.
Es también una práctica recomendada el masajear las mamas de la cerda, siempre con un guante limpio, para estimular la eyección láctea y facilitar el correcto posicionamiento de la cerda para amamantar a la camada.
En el caso de que transcurran más de 25-30 minutos desde la expulsión del último lechón debe procederse a la intervención manual para la extracción del siguiente lechón. Para ello debemos utilizar doble guante largo, estéril y bien lubricado. Si esto no se realiza en condiciones estrictas de higiene puede desencadenar en una metritis y/o mamitis posterior a la intervención.
Es recomendable el uso de antibioterapia y AINE después del parto, pero nunca durante el transcurso del mismo, puesto que el hecho de inyectarlas en ese momento puede generar estrés, que la cerda se levante y que las contracciones se ralenticen, o incluso se interrumpan, por la inhibición de la oxitocina debida a un agente estresante (el pinchazo).
A medida que la cerda expulsa los lechones es muy importante secarlos, puesto que las cerdas no secan los fluidos del parto y así evitamos que el lechón pierda energía en el proceso de termorregulación. Para ello se utilizan distintos agentes secantes muy extendidos en el mercado; también hay que desobstruir las vías respiratorias y encalostrarlos correctamente. El hecho de que los lechones mamen estimula la eyección láctea y esto agiliza el transcurso normal del parto (los lechones sólo pueden aprovechar el calostro en las primeras 24 horas posparto).
Periodo posparto
Una vez finalizado el parto hay que asegurarse de que la cerda ha expulsado correctamente las placentas (se puede inyectar prostaglandinas entre las 36 y 48 posparto para facilitar la expulsión de posibles restos).
Hay que esperar unas horas para permitir el correcto encalostramiento de los lechones, ya que no se deben llevar a cabo las adopciones (que han de realizarse en las primeras 24 horas posparto) si no existe un correcto encalostramiento previo. Antes de realizar las adopciones debemos cortar los dientes de los lechones sin dañar las encías, desinfectar los ombligos, controlar el splay-leg, vigilar las articulaciones y controlar las diarreas.
Adopciones
A la hora de realizar adopciones debemos tener en cuenta el número de lechones nacidos vivos/número de lechones capaz de destetar la cerda, y para eso prestaremos atención a distintos factores:
En la cerda
- Número de partos (cuantos más partos peor calidad de la leche, más porcentaje de bajas por aplastamiento porque la cerda se levanta y se acuesta con más dificultad).
- Estado de las mamas y pezones (asegurar la funcionalidad de los pezones; los del lado del decúbito son menos accesibles).
- Carácter de la cerda: posible agresividad, sobre todo en primerizas (instinto maternal).
- Estado sanitario general de la cerda: condición corporal y estado de los aplomos.
En los lechones
- Tamaño y peso
- Estado sanitario-general
- Viabilidad. Estará determinada por los dos parámetros anteriores (hay que tener en cuenta la posible hipoxia sufrida durante el parto). La vitalidad que el lechón demuestre tras el parto es básica para que pueda acceder a las mamas y "competir" por un pezón e ingerir el calostro rápidamente. Lechones débiles y con signos de hipotermia tienden a acercarse más a la madre y por tanto tienen más riesgo de ser aplastados.
Los tres primeros días
Tenemos que recordar que las causas principales de bajas en la paridera se producen en los tres primeros días de vida y se deben a: aplastamientos, hipotermiahipoglucemia, causas infecciosas, malformaciones o alteraciones genéticas y canibalismo.
Intentaremos establecer un protocolo correcto de adopciones para paliar estas bajas:
Las adopciones siempre deben ser hacia delante y nunca hacia atrás y nunca adoptar lechones destetados, para evitar recirculaciones de patógenos, que nos traerán problemas en el destete.
Los lechones de una misma camada deber tener un tamaño homogéneo, puesto que en las primeras horas de vida los lechones se pelean para establecer el orden jerárquico de la camada y así asignarse las mamas, que normalmente se mantienen durante todo el proceso de lactación.
Una vez que tenemos claro cuáles vamos a poner en adopción, debemos prestar atención a la reacción de la madre, puesto que puede rechazarlos, mordisqueando a los lechones o incluso posicionándose de forma que impida el amamantamiento de toda la camada. Es recomendable juntar todos los lechones en un cajón con alguna sustancia secante que se utiliza en las parideras para que se impregnen todos del mismo olor y así evitar que la cerda lo note.
Es muy importante intentar que las primerizas desteten el máximo número posible de lechones de buen tamaño porque esto condicionará el desarrollo del sistema mamario y así el número de destetados en lactaciones sucesivas.
En caso de que existan más lechones para adoptar que cerdas disponibles debemos proceder al método de adopciones en cascada con variación de una semana y siempre hacia delante. Este método consiste en pasar los lechones de una camada de 1 semana de vida a cerdas de 14 días de lactación y a su vez estos lechones pasan a una cerda de 21días, y los lechones de dicha cerda se destetan. De esta manera nos queda disponible una cerda con 7 días de lactación para poder adoptar esos lechones neonatos sobrantes.
Los diez puntos básicos a tener en cuenta frente al proceso del parto
- Realizando los pasos descritos a continuación podremos optimizar los resultados en uno de los pilares básicos de la producción porcina: la paridera, consiguiendo de esta manera rentabilizar al máximo nuestro esfuerzo y por lo tanto, nuestra empresa.
- Introducir a la cerda de forma cuidadosa, previamente lavada y desparasitada, en la paridera (limpia, desinfectada y seca) una semana antes de la fecha prevista al parto
- Ambiente tranquilo, sin excesiva luz, aclimatado perfectamente a las necesidades de madres y neonatos (sin corrientes de aire, buenas camisas de partos, suelos no resbaladizos y temperaturas adecuadas).
- Operarios cuidadosos, meticulosos y muy pacientes.
- Evitar cualquier agente estresante durante el transcurso del parto. No inyectar a la cerda durante el transcurso del mismo, sólo con productos que agilicen la secuencia natural del parto como oxitocina, calcio..., en caso necesario, asegurándose de que no existe ningún lechón atascado en el canal del parto (parto distócico), y siempre a la dosis recomendada pues dosis superiores pueden desencadenar atonía uterina, aumentando así el número de nacidos muertos.
- Secar a los lechones, desobstruir las vías respiratorias y realizar movimientos ondulantes con la cabeza hacia abajo y en caso necesario administrar oxigenoterapia.
- Poner a mamar a los lechones. Esto favorece las contracciones uterinas, que aumentan cada vez que el lechón pasa a través del canal, al igual que el masaje de mamas por parte del operario. Cuando el parto finaliza es recomendable aplicar antibioterapia y AINE a la cerda, sobre todo si ha sido necesario realizar intervenciones obstétricas.
- Realizar las adopciones en las 24 primeras horas posteriores al parto, y siempre previo encalostramiento de los lechones. Nunca realizar adopciones hacia atrás.
- Asegurarse de que no existe rechazo por parte de las madres a los nuevos lechones adoptados. Para eso hay que analizar previamente el carácter de la cerda, número de partos, estado de las mamas, histórico de destetados de dicha cerda, etc.
- Inyectar a los lechones con antibioterapia y hierro en los días posteriores al parto, vigilar la no existencia de diarrea neonatal (antibioterapia, rehidratación, limpieza, calor, etc.) y nunca adoptar lechones con diarrea.
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