La AFIP suspendió a cerealera de Rancul
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) suspendió a la empresa cerealera, que tiene su planta de acopio en Rancul, del Registro de Operadores en la Compraventa de Granos. Esta “sanción” repercutirá con la eliminación de beneficios fiscales en relación a retenciones y ganancias.
En el centro el conflicto se encuentra la planta que comenzó a funcionar desde el 2009 en la norteña localidad. Hace tres años, Geo Allianz instaló y puso en funcionamiento las instalaciones para pelado de girasol y completó así el proyecto que ya estaba en marcha para procesar dicho cereal. Esa infraestructura se creó bajo la denominación de Girasoles del Sur SA. La ampliación significó en ese entonces una inversión superior a los cuatro millones de pesos.
Con su inauguración, además, se pensó en el beneficio laboral que generaría el emprendimiento, que en la planta de Rancul sólo abarca a unas 25 personas, pero en total afecta a 350.
Con su inauguración, además, se pensó en el beneficio laboral que generaría el emprendimiento, que en la planta de Rancul sólo abarca a unas 25 personas, pero en total afecta a 350.
Ya que en los puestos de trabajo queda incluido todo el proceso desde la siembra del girasol hasta que está listo el producto para su venta internacional. Geo Allianz exportaba entonces a más de 50 países. Por otro lado, se esperaba que la firma potenciara la zona y agregara valor al cultivo en esa región.
En déficit.
Según la información de la AFIP, en la planta pampeana se detectó evasión en la liquidación del IVA y del impuesto a las ganancias, irregularidad que generó el proceso de sanción actual. Ahora la empresa fue suspendida del registro que le permite operar comercialmente en el mercado nacional, o sea tiene restricciones para comprar y vender.
Según la información de la AFIP, en la planta pampeana se detectó evasión en la liquidación del IVA y del impuesto a las ganancias, irregularidad que generó el proceso de sanción actual. Ahora la empresa fue suspendida del registro que le permite operar comercialmente en el mercado nacional, o sea tiene restricciones para comprar y vender.
Por otro lado, este tipo de medida genera mayores costos operativos, fiscales y administrativos, porque la firma ya no puede acceder a beneficios fiscales. La mala noticia ya había tenido otro traspié por el conflicto que comenzó en el 2012, cuando la cerealera entró en concurso preventivo. Con esa medida de “reorganización” se suponía que la empresa iba a evitar la quiebra y lograr una negociación de sus deudas.
Ahora, según la Central de Deudores del Banco Central de la República Argentina, Girasoles del Sur tiene un déficit económico cercano a los dos millones de pesos. Y hasta julio del año pasado había emitido cerca de 140 cheques que fueron rechazados por falta de fondos.
El estado actual de la planta dista mucho de la realidad que mostró en sus primeros años de funcionamiento. En diciembre de 2010, el ministro de la Producción de la provincia, Abelardo Ferrán, realizó un recorrido por las instalaciones y elogió el resultado de ese proyecto.
En ese momento el funcionario destacó que el lugar poseía tecnología de “última generación” y afirmó que había un compromiso desde el gobierno para acompañar financieramente a la planta con la esperanza de que la iniciativa creciera y de que otras propuestas de tipo industrial se instalasen en la localidad.
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