Presencia argentina en el último día del Papa

Benedicto XVI recibió a cardenales de todo el mundo, entre ellos, Bergoglio y Sandri; además, el Santo Padre nombró un obispo en Córdoba.

La Argentina estuvo presente en el históricoúltimo día del pontificado de Benedicto XVI.Por un lado, dos cardenales locales se reunieron hoy con él. Por el otro, en una de sus últimas decisiones en la Santa Sede, el Papa nombró un nuevo obispo para Córdoba. Mientras tanto, la presidenta Cristina Kirchner todavía no hizo ningún discurso oficial para el cambio en el Vaticano.

Benedicto XVI recibió esta mañana en la Sala Clementina del Vaticano el saludo de los cardenales de todo el mundo que viajaron a Roma para despedirse del Santo Padre y para participar, en las próximas semanas, del cónclave que elegirá a su sucesor.

Entre ellos, se encontraban los argentinos Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires , y Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en el Vaticano.

Bergoglio, de 76 años, y Sandri, de 69, participarán desde el lunes de las reuniones de congregaciones en las que se analizará la actualidad de la vida de la Iglesia y definir el perfil que necesita tener el nuevo conductor tras la renuncia de Joseph Ratzinger.

Una vez que estén en Roma los 115 cardenales electores, se decidirá la fecha de inicio del cónclave, que, estiman, sería entre el 9 y el 11 de marzo.

También se encuentran en Roma otros dos cardenales argentinos, pero que no participarán del selecto cónclave por tener más de 80 años: Jorge Mejía y Estanislao Karlic.

El próximo Papa tendrá que designar al reemplazante de Bergoglio como arzobispo de la ciudad Buenos Aires, ya que -tal como señalan las normas canónicas- ya presentó su renuncia por edad avanzada en diciembre de 2011, cuando cumplió 75 años.

Esta noche, a las 20 (hora local), después de un día lleno de despedidas, Joseph Ratzinger dejará de ser Papa y el cardenal camarlengo Tarcisio Bertone quedará a cargo interinamente.

UNA DESIGNACIÓN EN LA ARGENTINA EN SU ÚLTIMO DÍA

Activo hasta último momento, Benedicto XVI nombró esta mañana al presbítero Samuel Jofré Giraudo obispo de la diócesis de Villa María, en la provincia de Córdoba.

Giraudo, de 55 años, perteneciente al clero de la arquidiócesis de Córdoba, actualmente desempeñaba funciones como párroco en el Santo Cristo en la capital cordobesa.

Al mismo tiempo, el Papa aceptó la renuncia de monseñor José Angel Rovai al gobierno pastoral de la diócesis de Villa María, presentada en su momento por haber alcanzado la edad de 75 años, de acuerdo con la norma canónica.

La información fue hecha pública también en Buenos Aires por el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, a través de la agencia AICA, en simultaneidad con la publicación en Roma.

CRISTINA, SIN DESPEDIDA OFICIAL

En la Casa Rosada, la sorprendente noticia sobre la renuncia del Papa impactó por sus posibles repercusiones a nivel local -especialmente en el arzobispado de Buenos Aires, hoy distante del Gobierno- más que por la partida de Benedicto XVI. Por eso, Cristina Kirchner no le dedicó palabras oficialmente al Santo Padre, y sólo hizo una irónica referencia.

"Decí que no hay papisa, si no te estoy disputando un lugar", dijo hace dos semanas la Presidenta en El Calafate, en una conversación en tono de broma con el párroco de esa localidad, Carlos "Lito" Álvarez

Quien sí se refirió a la renuncia fue el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero. "Nadie imaginaba que esto circulaba, pero hay que respetar todo esto", dijo, y describió al Papa como "un intelectual, con mucha fuerza, con ganas de ir hacia adelante".

La Presidenta mantuvo una relación cordial con Benedicto XVI. En 2009, de hecho, mantuvo una audiencia junto a la entonces presidenta chilena, Michelle Bachelet, en la Santa Sede en conmemoración de los 30 años de la mediación papal en la disputa bilateral por el canal de Beagle. Hace dos meses, además, recibió en la Casa Rosada a Sandri.

En 2005, junto con Néstor Kirchner, y como primera dama y senadora, había viajado a la ceremonia de entronización de Joseph Ratzinger.