El sistema opera para el secuestro de motos en la vía pública. En el lugar donde fue “levantado” el rodado, dejan la notificación del secuestro apoyada sobre el suelo y, para evitar que se vuele, le ponen una piedra encima.
General Pico.- Desde la aplicación del nuevo sistema de secuestro de motos en la vía pública, el municipio de General Pico ha recibido varias críticas y reprobaciones por parte de la ciudadanía.
Sin duda, una de las cosas que más irritación provocó en los conductores afectados, fue el particular e inseguro sistema que aplica el personal de Tránsito: en el lugar donde fue “levantado” el rodado, dejan la notificación del secuestro apoyada sobre el suelo y, para evitar que se vuele, le ponen una piedra encima.
La nueva disposición municipal, vigente desde hace varios meses, habilita al personal del área de Tránsito de la comuna y a los uniformados del Comando Radioeléctrico a no solo multar a quienes carezcan de elementos de seguridad o de identificación en rodados menores, sino que también pueden secuestrarles sus motocicletas.
Anteriormente esto se aplicaba solo con las personas que se encontraban circulando, por lo que cuando se detectada un motovehículo estacionado cometiendo alguna de estas faltas, un agente se quedaba en el lugar esperando la llegada del propietario. Esto provocaba que fueran burlados, ya que al ser observados a distancia, el infractor dejaba el rodado y lo buscaba ya cuando el agente se había retirado.
El sistema tenía ese defecto que generaba también que los vecinos se detuvieran, estacionar lejos y continuaran a pie, al observar un control de tránsito ya que, consientes que estaban en falta, sabían que les iban retener la moto.
La nueva ordenanza permite a los preventores secuestrar motos estacionadas en la vía pública, si se observa que cometen alguna de las siguientes infracciones: falta de espejos, luces, chapa patente o si poseen algún elemento prohibido, como escapes de competición.
De esta forma el “levantamiento de motos” se ha dado masivamente en las últimas semanas, generando molestias en los afectados, algunas que resultan irracionales, dado que se encuentran en falta, y otras que pueden considerarse cuando menos comprensibles.
Piedra y Papel
Piedra y Papel
Dentro de lo que puede entenderse, se encuentra el particular sistema de notificación elegido por el personal de Tránsito, una vez que se secuestró el rodado y tras esperar inútilmente la llegada del infractor. Trascurrido un lógico tiempo de espera, los agentes colocan la notificación en el suelo, a la altura de donde estaba la moto retenida, y para evitar que el viento se la lleve la aplastan con una piedra.
Si bien hay que reconocer que no hay muchas opciones para notificar a quienes cometen las faltas y no aparecen, porque el personal no puede quedarse en el lugar hasta que vuelva el infractor, la modalidad tiene al menos algunas fallas.
Fueron varias las voces de vecinos que se quejaron con este y otros medios de la ciudad, porque el sistema puede generar que el acta de secuestro se vuele, sea llevada por el agua si llueve, arrastrada por otro vehículo o robada por algún transeúnte malintencionado. Y, en caso de que desaparezca la notificación, se genera lógicamente el temor del propietario de la moto, que al llegar al lugar de estacionamiento no la encuentra y piensa que fue robada.
Tal vez, al menos en el caso de las motos “levantadas” en los estacionamientos dispuestos por el municipio piquense, se podría colocar alguna especie de cartelera, donde pueda remitirse cada persona que vea que no tiene ya su rodado, para ver si fue pegada alguna notificación a su nombre.
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