El poeta, crítico de arte, historiador y abogado León Benarós, que falleció este fin de semana a los 97 años, es portador de una profusa obra literaria que abarca más de veinte libros y numerosas canciones que compuso junto a músicos notables como Adolfo Abalos, Sebastián Piana, Eduardo Falú, Jorge Cafrune y Mariano Mores.
Buenos Aires.Nacido en Vila Mercedes, San Luis, en 1915, Benarós -enrolado en la línea de los neorrománticos- integró la generación del '40 y colaboró con numerosas revistas y diarios del país y del exterior, como las locales Verde Memoria, Nosotros, Clarín y Cuadernos Americanos de México y La Estafeta Literaria de España.
Viajó por La Pampa y Mendoza, antes de instalarse en su juventud en Buenos Aires, donde estudió Derecho, al tiempo que alternó su gusto por la guitarra y el canto.
Su primer libro "El rostro inmarcesible", de 1944, ganó el Premio Municipal de Literatura y, entre otros galardones, fue elegido "El Libro del Mes" por un jurado de notables, entre los que figuraban Jorge Luis Borges, Pedro Henríquez Ureña, Victoria Ocampo, Enrique Amorío, Baldomero Fernández Moreno y Martínez Estrada.
Su obra está integrada por volúmenes como "Romances de la tierra" (1950), "Romancero argentino" (1959) y "Décimas encadenadas" (1962), que recibió el Premio Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes y hasta fue elogiada por el poeta chileno Pablo Neruda.
"Versos para el Angelito" (1958), "Romances de infierno y cielo" (1971), "El bello mundo" (1981), y "Canto de amor a Buenos Aires", también están entre sus libros de poesía más destacados, así como los trabajos en prosa de "Libro de vacaciones" (1980), "Leyendas argentinas" (1981), "El desván de Clio" (1990) y "Mirador de Buenos Aires" (1994).
Desdoblado en poeta, crítico y periodista de prensa, radio y televisión, Benarós desarrolló además trabajos de investigación literaria y junto a Carlos Guastavino compuso un poema sinfónico. "Fue un hombre cordial y generoso, conocedor a fondo de los temas históricos y de la cultura popular, con una memoria impecable", señaló a Télam el poeta y ensayista Horacio Salas.
Viajó por La Pampa y Mendoza, antes de instalarse en su juventud en Buenos Aires, donde estudió Derecho, al tiempo que alternó su gusto por la guitarra y el canto.
Su primer libro "El rostro inmarcesible", de 1944, ganó el Premio Municipal de Literatura y, entre otros galardones, fue elegido "El Libro del Mes" por un jurado de notables, entre los que figuraban Jorge Luis Borges, Pedro Henríquez Ureña, Victoria Ocampo, Enrique Amorío, Baldomero Fernández Moreno y Martínez Estrada.
Su obra está integrada por volúmenes como "Romances de la tierra" (1950), "Romancero argentino" (1959) y "Décimas encadenadas" (1962), que recibió el Premio Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes y hasta fue elogiada por el poeta chileno Pablo Neruda.
"Versos para el Angelito" (1958), "Romances de infierno y cielo" (1971), "El bello mundo" (1981), y "Canto de amor a Buenos Aires", también están entre sus libros de poesía más destacados, así como los trabajos en prosa de "Libro de vacaciones" (1980), "Leyendas argentinas" (1981), "El desván de Clio" (1990) y "Mirador de Buenos Aires" (1994).
Desdoblado en poeta, crítico y periodista de prensa, radio y televisión, Benarós desarrolló además trabajos de investigación literaria y junto a Carlos Guastavino compuso un poema sinfónico. "Fue un hombre cordial y generoso, conocedor a fondo de los temas históricos y de la cultura popular, con una memoria impecable", señaló a Télam el poeta y ensayista Horacio Salas.
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